Según informó Resumen Latinoamericano, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, declaró a la prensa que 13 personas fallecieron durante las protestas contra el gobierno que se realizan desde el pasado 12 de febrero en distintas partes del país, tras confirmarse la muerte de Jimmy Vargas, de 34 años, luego de un enfrentamiento entre manifestantes y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el estado de Táchira, por parte del alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, opositor al gobierno, a través de Twitter.
"De las 13 personas fallecidas, seis son en Caracas, tres en Carabobo, una en Sucre, una en Lara, una en Táchira y una en Mérida", afirmó la fiscal quien aseguró que, entre los detenidos por los enfrentamientos del 12 de febrero, hay tres que pertenecen al cuerpo de seguridad del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
Por su parte, el presidente Maduro manifestó que pedirá a la Asamblea Nacional crear una comisión de la verdad para esclarecer los hechos y anunció la detención de un presunto terrorista infiltrado para hacer explotar coches bomba: "Acabamos de capturar a un mercenario traído del Medio Oriente", tras señalar que fue sorprendido "moviéndose en urbanizaciones de clase media alta de Maracay", en el estado Aragua, a 100 kilómetros al oeste de Caracas, "preparando la colocación de carros bombas para llenar nuestro país de violencia" e indicando que el detenido portaba "once teléfonos internacionales".
Poco después del anuncio de Maduro, el gobernador de Aragua, Tareck el Aissami, informó a través de Twitter de la detención del hombre identificado como Jayssam Mokded Mokded, quien presuntamente portaba elementos "contundentes para perpetrar actos terroristas", tales como un Toyota blindado que tenía un artefacto explosivo, pólvora y logística para cometer actos de sabotaje y documentos que lo vinculan a una empresa radicada en Miami, además de los aparatos telefónicos mencionados anteriormente.
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