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06 octubre 2007

EDITORIAL - ARGENTINA - 06/10/07.

 
 
GACETILLAS ARGENTINAS                                                                  www.gacetillasargentinas.blogspot.com
 
Buenos Aires - Argentina
 
Director Editorial: Prof. Juan Carlos Sánchez                          gacetillasargentinas.direccion@gmail.com
 
 
 
 
EDITORIAL - ARGENTINA - 06/10/07.
 
CENTROS CULTURALES VS. INDUSTRIA CULTURAL
 
El próximo cambio de autoridades en el Gobierno de la Ciudad no lo debemos esperar. De hecho, gobierna el candidato ingeniero para imponer su programa mediante el trabajo sucio que lleva a cabo el actual Jefe de Gobierno para dejarle allanado el camino. Y dentro de esas tareas, sin dudas, se encuentra el paulatino e incesante cierre de aquellos bastiones de cultura barrial a lo que se sumará el cierre del Canal de Televisión de la Ciudad y la racionalización de la Radio de la Ciudad.
 
En este regreso al menemato puro en la Ciudad de Buenos Aires, solo cabe esperar que se profundizarán los medios para uniformar el pensamiento de sus ciudadanos y habitantes. Nada mejor que el cierre de centros culturales como el de Compadres del Horizonte o buscar la forma de atenazar a Mate Amargo, condicionando la aprobación de un comodato al deseo de varios diputados en pos de otros proyectos en la Legislatura porteña. También la Asamblea de Almagro supo de estos embates destinados a cercenar la libre expresión de los vecinos comprometidos con su barrio y con sus circunstancias, nacidas al calor de la crisis del 2001.
 
¿Qué se propone hoy desde el poder?. Un regreso a la cultura elitista, al estilo del fallecido Federico Klemm y su Canal à, como si fuese patrimonio exclusivo de las élites educadas y formadas en Harvard o en la belle époque de la Francia o Inglaterra de finales del siglo XIX y principios del siglo pasado. Ello tiene la finalidad de borrar todo vestigio de la cultura que supimos conseguir y que se ha amasado con el esfuerzo de quienes creen en la cultura como un compartir experiencias de vida diferentes, por y para el otro.
 
Pero también conlleva el espíritu lucrativo que tanto le gusta al neoliberalismo. Si no es negocio, no es cultura. Se pretende privatizar el pensamiento para reafirmar los cánones individualistas en una sociedad que tiene una alta carga de intolerancia, lo que se evidencia en el lenguaje vulgar de las y los porteños como también en el desdén por aquellos que tienen dificultades psicofísicas. De lo que se trata es de conformar un patrón cultural destinado a esa clase media  y alta refinada, la misma que miraba a Paris a principios del siglo XX y que hoy admira al Imperio.
 
¿Adónde irán los artesanos de la Plaza Cortázar o de la Plaza Francia? ¿Dónde se reconstruirá el ser de los pueblos originarios y de las tradiciones provinciales? ¿Adónde irán las experiencias de lucha de trabajadoras y de trabajadores en pos de un mundo que merezca ser vivido?. Preguntas y más preguntas nos sacuden ante la avanzada macrista, de la mano del telermanismo cómplice que avaló, con un simple decreto, estas injerencias y opera en consecuencia en detrimento de quienes construyen el capital cultural porteño.
 
¿El tango será solamente para turistas llenos de dólares? ¿El folklore será relegado para que solamente sea escuchado en aquellos medios alternativos en lugar de la Radio de la Ciudad? ¿El Teatro San Martín y el Alvear serán para las élites que puedan pagar una onerosa entrada?. Aunque no lo crea, vamos por ese camino junto a la extinción de aquellos refugios de la cultura que solamente saben amasar los pueblos para transmitir la historia vivida.
 
Al neoliberalismo no le importa ni la memoria, ni la verdad y mucho menos, la justicia. Solamente, le importa el rendimiento de su capital y el uso a destajo de los hombres y mujeres que, día a día, alimentan sus sueños de oro perpetuo. La cultura, por supuesto, bien gracias... Quedará aquella que sea afín a sus intereses y por ende, hoy más que nunca, debemos salir a defender los muchos o pocos lugares en donde una guitarra, un mate o un simple equipo de audio nos permitan disfrutar de nuestra música, como también de una dramatización que permita enriquecer nuestro capital cultural, conociendo nuestro pasado para comprender nuestro presente.
 
Centros culturales vs. Industria Cultural es el enfrentamiento que se avecina y tenemos mucho que perder si dejamos avanzar a quienes intentan arrasar con nuestras tradiciones para imponer, parafraseando al sociólogo Heriberto Muraro, la penetración cultural; es decir, los patrones culturales imperiales, para que nos olvidemos de nuestra propia esencia e internalicemos los nuevos tiempos, para conformar un ser que sepa solamente producir en lugar de una humanidad tan necesaria en tiempos de Tinelli.
 
Es hora de comenzar, una vez más, la lucha por nuestros espacios culturales, por nuestro Derecho Humano a la Cultura antes que sea avasallado por estos personajes más cercanos al Rey Sol que al Che Guevara...
 
Prof. Juan Carlos Sánchez
Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS.
 
 
 
 
 
 

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