Acerca del Premio Nacional a la Calidad año 2010
que “ganó” el Hospital Garrahan
¿Y NUESTRA “CALIDAD” DE VIDA?
¿Y NUESTRA “CALIDAD” DE VIDA?
“Cuando en realidad está el sol a pleno, algunos nos quieren convencer y/o imponer que es de noche y hay estrellas”.
¿Gestión de calidad? Cuando la mayoría vive una realidad compleja, angustiante con reiterados y metódicos episodios de violencia
¿Gestión de calidad? Cuando el quebrantamiento de numerosos derechos es una constante.
¿Gestión de calidad? Cuando vemos reflejados en el cuerpo y en el alma de cientos de compañeras y compañeros las consecuencias de la violentación institucional:
- Pobreza.
- Frustración, adicciones, alteraciones físicas y mentales, baja autoestima, depresión, fatiga mental crónica.
- Enfermedades de tipo psicosomático recurrentes.
- Impotencia, inseguridad social y personal.
- Desintegración familiar.
- Deterioro de la vida social.
- Resignación.
¿Gestión de calidad? Cuando la mayoría de los que “gestionan” son perversos garantes de favorecer y fomentar:
- Una cultura de la discriminación y de imperio de la violencia laboral.
- De la vulneración del Derecho a la integridad física, mental y social de los trabajadores de la salud.
- De la alteración de las relaciones interpersonales.
- De la baja productividad.
- Del deterioro del clima laboral.
- Del aumento de accidentalidad laboral.
- Del elevado ausentismo.
- Del detrimento de la imagen del hospital
- y de la disminución de la calidad de trabajo.
La amenaza de desocupación, el acoso moral laboral, el trabajo en negro, la indefensión ante el despido, el acostumbramiento ante el maltrato laboral hacen que nos sobreadaptemos (a costa de nuestra salud) para aguantar estas situaciones Esto es uno de los factores que paralizan y atontan haciéndonos relegar nuestras potencialidades y recursos. Como dice Marie France Hirigoyen (El acoso moral en el trabajo, Paidós, 1999), en estas situaciones “la memoria se estanca, el presente se hace irreal, conlleva al olvido y a un desapego de lo cotidiano”.
Se trata de cuestionar las violencias y maltratos laborales o familiares naturalizados, que llegan a parecernos obvios y a los que nos vamos acostumbrando. Esto ayudará a crear un espacio para buscar y organizar alternativas, para poder redescubrir las que estaban olvidadas, borradas, por no corresponder a lo que los “gestores “ procuran de nosotros. La posibilidad de no someterse a la voluntad del otro, de sentirse con Derecho a ser reconocido por sí mismo y sobre todo, descubrir que juntos conseguimos emprender a cambiar algunas de las formas de vernos y ser vistos por los demás, esto nos llevará a acciones sociales transformadoras, que se facilitarán desde esta Subcomisión de Difusión y Defensa de los Derechos Humanos. En este pasaje de excluidos a incluidos promovemos la posibilidad de vernos y sentirnos, no ya como un “recurso humano” sino como seres humanos, reivindicando nuestros derecho a trabajar dignamente.
La felicidad es una sensación subjetiva que la relacionamos con el alcance en términos materiales, pero creemos que la felicidad tiene como cimientos a la Ética, la Solidaridad y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos.
Podemos intentar construir la felicidad, para ello tendríamos que ENCONTRARNOS, ESCUCHARNOS Y PARTICIPAR, para impedir que otros nos sigan “dibujando” la realidad, con el fin de argumentar su “gestión” de la represión, de la discriminación y de las injusticias. Para que definitivamente dejen de decidir por nosotros.
Seamos definitivamente nosotros mismos quienes nos hagamos cargo de las decisiones que nos son propias por DERECHO.
Abelans Miguel Angel
Subcomisión de Difusión y Defensa de los Derechos Humanos
Asociación de Profesionales Hospital Juan P. Garrahan
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