Sin desvincularlos de la causa judicial, el Juez Federal Juan Manuel Yalj ordenó la excarcelación de Rubén "Pollo" Sobrero y Leonardo Portorreal, pese a haber sostenido públicamente que tenía las pruebas para detener a ambos, al igual que a Rodrigo Peláez y Angel Hernán Akson.
Fue el mismo Fiscal Jorge Sica, quien dictaminó la excarcelación por cuanto no existe riesgo de fuga o de entorpecimiento de la investigación. Sin embargo, la misma indagatoria al "Pollo" también comenzó a abrir las puertas porque explicó la causa por la cual se produjeron los descarrilamientos de formaciones: una salida de la unión de rieles como producto del deterioro de las vías. Por otro lado, una conclusión del delegado del Sarmiento es concluyente: "los sabotajes benefician a la empresa TBA (Trenes de Buenos Aires), porque generan una reacción negativa de los usuarios contra los trabajadores".
Más allá de las declaraciones del Dr. Aníbal Fernández, Jefe de Gabinete de Ministros, lo cierto es que la investigación fue "poco feliz", según lo afirmado por el magistrado interviniente, pues solamente tomó en cuenta lo denunciado por Alan Srobacki, quien manifestó que le pagaron por incendiar los vagones y que la persona que lo "contrató" fue un tal "Leo". El mismo "Pollo", durante la indagatoria, afirmó que la quema de trenes es muy difícil...
Si bien las hipótesis en sede judicial oscilan entre el "apriete sindical" y el "sabotaje empresario", no cabe duda que la detención prematura de los dirigentes ferroviarios fue un claro mensaje para quienes encabezan la protesta social en los más diversos ámbitos. Y en el medio, como siempre, está el capital... Como bien afirmaba Omar Dib, uno de los abogados defensores del "Pollo" Sobrero, el deterioro de los trenes lleva a "ventas millonarias de la empresa al Estado por trenes viejos que son reciclados". Es decir, se socializan las pérdidas mientras las ganancias se privatizan. Ni Menem lo hubiese hecho mejor...
La gran cantidad de inconsistencias del expediente obligó al Juez Yalj a ordenar 50 nuevas medidas de prueba, con el objeto de echar luz sobre lo acontecido, aunque la principal hipótesis es el "apriete sindical" mediante sabotajes con la finalidad de incorporar a tercerizados en la planta permanente del Ferrocarril Sarmiento.
Lo indudable es que la lucha en la calle permitió la libertad de Rubén Sobrero y de Leonardo Portorreal, al igual que de Rodrigo Peláez y Angel Akson, como también la aparición de las dudas acerca de la real responsabilidad de los dirigentes ferroviarios en los hechos que se les imputan y el surgimiento de la figura del "sabotaje empresario".
No es poca cosa. Todavía hay mucho camino para andar. Hoy estamos ante una batalla ganada, pero falta la victoria en la guerra; es decir, contra el capital y sus gerentes...
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