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03 febrero 2012

Entrevista a Alfredo Grande - Romper los mandatos para descubrir eldeseo (Mundo Eva).

Alfredo Grande - Asi no es la vida 2Alfredo Grande se está presentando todos lo viernes en el Teatro Sha, Sarmiento 2255, a las 23.00 hs. con su 4° Unipersonal "Así No es la Vida". Mundoeva tuvo la oportunidad de entrevistarlo y hablamos, no solamente del su espectáculo, si no también de que podemos romper los mandatos para descubrir o re-descubrir nuestros deseos.

Así No es la Vida es el unipersonal de Alfredo Grande. Alfredo con un humor sutil, no burdo pero si irónico y decimos irónico ya que nos muestra distintas situaciones de la vida que quizás alguno de nosotros ya las vivimos o las estamos viviendo. Situaciones de manipulación, de abandono, de inseguridad. Situaciones que hemos permitido que nos superen en lugar de nosotros superar esas problemáticas que se fueron presentando y de esa manera nos alejaron del deseo y del placer de disfrutar.

Mundoeva: ¿Así es la vida o así no es la vida?

Alfredo Grande: Justamente por que decimos “así es la vida”. Así es la vida es el título de una película Argentina de la década del 30 o 40 de Enrique Muiño y Elías Alippi, cuyo título era justamente “Así es la vida” y quedó incorporado en la cultura. Es un equivalente de lo que ahora es “no hay otra” “es lo que hay” la ética de la resignación, del conformismo, y muchas veces ante situaciones desagradables, injustas, inadecuadas, es un reflejo decir así es la vida.

Mundoeva: ¿Podemos decir “lo que me tocó”?

Alfredo Grande: Es lo que me tocó, algunos nacen con estrellas otros estrellados, hay todo un “folklore” de la creatividad para la resignación, hay un montón de ejemplos que podríamos mencionar.

Mundoeva: También resignación o excusa

Alfredo Grande: Excusa, también coartada pero esta dentro de un mismo ámbito de quedarse con lo que hay como si no se pudiera modificar. La propuesta del espectáculo es justamente enfrentar esa situación. Transcurre con un personaje que queda varado en un lugar que nunca se va a saber bien cual es, también es un lugar interno, no sabe donde esta, y justamente transcurre en una crítica, irónica, no sarcástica, el sarcasmo es otra cosa, pero si irónica, sobre la política, la sexualidad, el matrimonio, el amor, la publicidad, es decir territorios en lo cuales todos estamos inmersos y que logra que el espectador se implique aunque no quiera. A partir, además de otra idea mía que ya tiene que ver más con la docencia de más de 35 años, es que “la letra con risa entra”, hay otro refrán muy incorporado en el folklor de la crueldad "la letra con sangre entra". Entonces la propuesta es exactamente la opuesta,  que la letra entre con risa, porque cuando la letra entra con risa se queda, la risa da un espacio, la risa compartida, el humor por eso el efecto del público es fundamental.

alfredo grande foto baja mundoeva

Mundoeva: ¿La risa calma?

Alfredo Grande: Exactamente, ahora si eso gracioso se acompaña de algo para pensar, el último mensaje que escribí decía "Se trata de pensar riendo”. Esto realmente no es un invento, esto es algo que yo he transitado durante décadas, en charlas, conferencias, clases donde justamente el humor, pero no el humor de la banalización, no de la ridiculización, o de lo grotesco, sino justamente el humor que tiene que ver con aflojarse, entregarse, conectarse, vincularse y todo eso son las conexiones para un pensar colectivo, es el que se busca lograr, y que realmente se ha logrado, este el 4to unipersonal que hago y realmente es una satisfacción indudablemente, pero siempre digo, mi publico mas exigente siempre son mis alumnos, yo doy clases en distintas ciudades con mucha gente, y siempre como en las primeras funciones o clases es crear ese clima con el publico para poder crear un código.

Mundoeva: Pero no solamente quedarse con los alumnos sino llevarlo, como usted dijo al público, ese público que busca ver una buena obra de teatro, un buen espectáculos y que en esta oportunidad los movilice para cambiar y no resignarse a lo que les toco y que sobretodo puedan cambiar su perspectiva.



Alfredo Grande: Puedan cambiar y además vos dijiste algo muy importante, puedo cambiar pero también me tengo que conectar con mi deseo de cambiar, por eso el refrán del espectáculo es “Romper el mandato, descubrir el deseo”. El tema del deseo yo lo trabajo mucho, soy psicoanalista y en la subjetividad, hay un equivoco que tiene que ver con la cultura naturalmente que es tomar un mandato por deseo, lo llamo deseo del mandato, si lo deseo es porque estoy obligado a hacerlo, y llega un momento que de estar tan obligado que ya no se si lo deseo, la inercia, la rutina.

Mundoeva: ¿Los parámetros que nos marca la sociedad?

Alfredo Grande: Exactamente y son justamente aquellos que logran que edades muchas veces tempranas, orque hay chicos y chicas muy jóvenes que ya empiezan a tener como un hastío, como una sensación de… bueno ya no se lo que quiero

Mundoeva: ¿Depresión prematura?

Alfredo Grande: Exactamente, a eso se llama depresión, pero yo creo que es mas grave que una depresión, es como una forma ya de existir, todos los estímulos tienen que venir de afuera, la sociedad te propone, yo siempre digo que la cultura castiga aquello que propicia, una cultura de la adicción. Toda propuesta es adictiva, desde el consumo hasta como canta la hinchada “es un sentimiento, no puedo parar” y ese “no puedo parar” es la adicción, porque en el consumo uno sabe cuando para, el consumismo es la el consumir consumo, que proponen todas las grades tiendas, todo el aparateo del shopping tiene su correlato, en este momento se llama la obsolescencia programada, es decir que las cosas duran 2 años, a veces duran menos, entonces hay que renovar todo el tiempo, y esto lleva que el mandato es desear, no es lo mismo que deseo, entonces para poder cambiar hay que lograr un paso previo, que es desear el cambio. Es una cultura que anestesia el deseo. Entonces uno de los desafíos del espectáculo es descubrir el deseo, mi deseo es hacer el espectáculo

Mundoeva: Y que el público se vaya con ese mensaje.

Alfredo Grande: Con ese mensaje y esa vivencia. Soy el creador de este espectáculo por eso hago unipersonales y logro potenciar la idea y lo vivencial, es decir cuando uno lo experimenta,  si bien yo no interactúo con el publico en ese sentido, no es como el café consert, no es eso, es un espectáculo que tiene un guión, que tiene una puesta, una dirección, pero de todas maneras, lo que busco es el impacto afectivo. Y no es muy distinto lo que pasa con los pacientes en el consultorio, aunque sea un paciente, si no hay una conmoción afectiva, la idea mas perfecta no germina, la tierra para que germine una idea son los afectos, los sentimientos.

Mundoeva: Buena tierra verdad.

Alfredo Grande: Exactamente, no contaminada, y es justamente el problema que tenemos todo esta contaminado, el aire, la tierra y el agua, pero bueno, buscamos procesos de desintoxicación.

Mundoeva: Usted mencionó muchas veces la palabra deseo ¿Podemos compararla con sueño, que la gente ha perdido el enfoque de su sueño, metas por eso tanta depresión, tantos desánimos, inclusive de personas muy jóvenes?

Alfredo Grande: Absolutamente

Mundoeva: Sobre todo en la adolescencia ¿La adolescencia es una etapa complicada?

Alfredo Grande: Lo que pasa es que se han perdido las utopías de la adolescencia, que tenían que ver con la transformación del mundo. La condición adolescente no es tanto por la edad, por la idea que te sostiene, por eso hay jóvenes a los 100 años y hay chicos de 20 años que ya son viejos, que están enganchados en un mecanismo de repetición. En general la adolescencia es la invención, uno es adolescente cuando puede inventar, uno es viejo cuando solamente puede repetir, nada mas vivo que un sermón, aunque sea en la montaña. Pero lo que vos decías es muy importante, los sueños, justamente alguien dijo que lo sueños de los niños, los adultos se olvidan de realizarlos. Pero no es un olvido ingenuo, hay un aparato que combate los sueños, por ejemplo la propuesta es la gente en general hay excepciones, por supuesto, pero lo hacen, hay mucha gente que no dice “me voy a dormir” sino “me desmaye” “me caí en la mama” “entre en coma”, la idea de aguantar aguantar hasta que te desplomas, como si la ley mediare de irse a dormir placido, tranquilo, y si no claro, se duerme con excesos de alcohol, drogas o demás, hasta se ha perdido el placer de dormir, como el hecho “voy a dormir” la siesta por ejemplo, es una excepción, a mi hijo le gusta dormir siesta y yo cuando puedo un sueñito me hago. En la actualidad es como mal visto “¿¡como vas a dormir la siesta con todo lo que hay que hacer!?” “por eso justamente, con todo lo que tengo que hacer dejame dormir, si nos desconectáramos media hora o una hora sería otra cosa. El deseo está relacionado con el placer, yo digo que esta cultura odia el placer, y al odiar el placer inventa deberes absurdos que no se entienden. La condena del placer es el paso previo a no pensar porque el pensar es placentero, pensar es muy placentero, y sin embargo hay una cultura que establece lo contrario, que lo placentero es otra cosa, que lo placentero es emborracharse por ejemplo, tomar un buen vino, un buen trago es placentero, pero cuando ya la publicidad te invita al consumo desenfrenado pasa de ser placentero y puede transformarse en una adicción. En este tipo de publicidad el placer lo obtiene el dueño del producto porque el consumo desmedido le hace ganar mucho dinero. Desde eso lugar yo creo que el espectáculo propone esto, descubrir el propio deseo, para lo cual hay que “demoler” para decirlo suave, un montón de mandatos que son los que justamente yo pongo en los distintos momentos de espectáculo.

Mundoeva: ¿Esquemas mentales?

Alfredo Grande: Sí, esquemas mentales, esquemas referenciales, mandatos culturales, mandamientos sociales, familiares. El otro día hice una nota, y la locutora de un programa de radio llegó un momento que se movilizó, se empezó a confundir, a tener actos fallidos, yo iba a estar 10 minutos y estuve media hora, era como una sensación de que no podían dejarme, entonces hay un afecto así por momentos muy intensos, tanto Federico Grande (Asistencia de dirección) y como Irene Antinori (Asistencia de producción) la productora, lo saben por que han estado en todas las funciones desde hace varios años y yo lo siento desde el escenario, o sea no es que me lo cuentan. El teatro es el único arte que no existe sin público, todas las demás artes pueden existir sin público, vos podes pintar un cuadro, componés una melodía, pero el teatro necesita público, entonces yo puedo decir porque lo viví que realmente hay una conmoción, hay una vivencia.

Mundoeva: ¿Ha tenido audiencia en dónde la gente se ha enojado?

Alfredo Grande: Puede haber gente que se enoje, y eso es bueno también,  porque si se enoja es que algo le llegó, algo los tocó y no se lo banca. Pero en general siento una adhesión muy fuerte, y yo en el escenario también siento esa adhesión y yo me adhiero a esa adhesión, y es un momento muy placentero, realmente desopilante, y bueno tenemos muchas ganas del que el estreno sea ya, al cual agradecemos de que nos hayan invitado a hacer las funciones.

Mundoeva: Usted ha cumplido 35 años de docencia

Alfredo Grande: De docencia, de edad un poco más (risas)

Mundoeva: Estamos hablando solamente de la docencia (risas) ¿En qué momento dijo “voy a estudiar teatro para volcar esto a la gente? A realizar un psicoanálisis multitudinario.

Alfredo Grande: Bueno, lo ha sido, muchos psicoanalistas que han tomado propuestas de Freud las han llevado al espacio público, sociodrama, psicodrama y demás. En realidad yo dejé de estudiar teatro para recibirme de médico, en un momento dado tuve que elegir, no se si elegí bien o mal, pero elegí recibirme de médico, tenía que trabajar. Yo cursaba medicina a la mañana todos los días y los ensayos terminaban a las 2 o 3 de la mañana, tenia que viajar, me acuerdo en el colectivo 59 y dormía 3 horas por noche, era joven, pero tampoco daba para hacer las dos cosa. Decidí recibirme de médico, mi padre fue un gran escritor teatral, lo teatral de alguna manera siempre me atrajo. Estudié teatro, estudié guión teatral, y de pronto me invitaron a una charla, fue en la Fundación Borges, y dije bastas de charlas, voy hacer otra cosa y armé un pequeño unipersonal, Cultura por Mano Propia en el 2003 y ahí arranqué y bueno hice 4 años en la sala teatral llamada La Clac, y este año gracias a Daniel Randazzo y Roberto Bisogno que me permiten estar acá y vamos a ver que pasa.

Mundoeva: Tiene una fundación que se llama Ático.

Alfredo Grande: ATICO es una cooperativa de trabajo que hace 25 años y que es una de las que auspicia estas funciones y que también es una experiencia muy importante para mí. La experiencia cooperativa me ha permitido conocer cosas, que desde el consultorio jamás hubiera  conocido, tanto así como movimientos cooperativos, fábricas recuperadas, yo tengo mucha militancia social, y eso también te permite conocer y entender otros mundos, vistes cuando decís otro mundo son posible, pero hay que conocerlos y transitarlos

Mundoeva: No quedarse solamente en la frase, transitarlos verdaderamente...

Alfredo Grande: Exactamente, o en la burbuja del consultorio para clase media alta o clase media, que hay que hacerlo, o tener ganas de hacerlo, también esta tu profesión en juego, pero yo puedo decir que he transitado distintos espacio que me ha nutrido muchísimo, saber de mucha gente que cree que no sabe nada, la ignorancia de mucha gente que cree que lo sabe todo. Con todo ese coctel que tengo en mi cabeza, realmente hay muchos elementos para poder volcarlos en el escenario.

Mundoeva: Hay una movida muy grande de muchos libros, muchos programas de televisión de autoayuda, justamente por lo que usted decía antes, de esta falta de placer, de esta falta de disfrutar ¿Cómo ves esta movida? Inclusive locutores que han se han volcado a escribir libros de autoayuda.

Alfredo Grande: Los designios de Dios son inescrutables. Yo tengo una manera de pensar referente a la autoayuda, en prestar la autoayuda en una manera colectiva, una vez escribí un articulo para la revista Uno Mismo, no me acuerdo bien el título, cooperativismo uno mismo con los otros. No me conmueve la autoayuda centrada más en reforzar el individualismo, te digo no he leído mucho los textos más importantes, creo que todo ayuda, pero yo apuesto mucho a lo colectivo, a lo vincular, a lo grupal, a lo institucional, a trabajar en una dimensión que no es la del sujeto individual,yo creo que uno no puede estar bien si hay tanta gente que puede estar mal, yo me he nutrido de eso, por eso la docencia universitaria, cada clase de alguna manera es autoayuda, yo contaba un chiste en el primer unipersonal que decía, ya daba una clase y venia alguien y me decía “como me divertí”, y cuando hice el unipersonal vino alguien y me “decía como aprendí”, era como una mezcla, entonces lo que quiero que se diviertan y aprendan al mismo tiempo. Pero tomando tu pregunta que te lo agradezco, porque es otro enfoque que le puedo dar a esto, es una propuesta de autoayuda colectiva, siempre digo que la cultura debe propiciar, no puede garantizar, los que garantiza en general son los que mienten, nadie garantiza nada, un medico propicia la salud, no la puede garantizar.

Mundoeva: No puede garantizar que se va a curar.

Alfredo Grande: Garantía segura, le devolveremos su dinero, esos son estafadores. Uno propicia y para propiciar es necesario lo colectivo, me refiero a lo grupal, me refiero a lo familiar incluso yo diferencio familia de familiaridad; por ejemplo, la familia a veces es un mandato, la familiaridad uno la construye, más de una ocasión sentimos más de la familia a un amigo, a un compañero, que a un tío, un primo, no son familiares, son extraños. A veces hay un siniestro como la violencia familiar, el abuso sexual, manipuladores, psicópatas graves, “es mi hermano, pero entre los hermanos…” Es bueno pensado como un espectáculo, como propiciar la autoayuda colectiva, es una muy buena definición, te lo agradezco y la voy a incorporar en el espectáculo (risas).

Entrevista: Carla Bernachea

Colaboración: Carolina Gonella

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