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04 enero 2013

Respetar la memoria.

Respetar la memoria.


 


Prof. Juan Carlos Snchez


Por el Prof. Juan Carlos Sánchez, Director Editorial de Gacetillas Argentinas


 


Lo sucedido el pasado 27 de diciembre en la ESMA no es una simple anécdota o un dato menor que puede dejarse de lado con respecto al ejercicio de la memoria. Más aún, cuando la voz de los sobrevivientes estalla en indignación acerca de ello.


El "Sueco" Lordkipanidse lo describió en pocas palabras y Patricia Walsh, la hija del periodista y escritor Rodolfo Walsh, recordó los innumerables reclamos para que se investigue lo que acontecía en el campo de deportes del emblemático Centro Clandestino de Detención y Exterminio de la dictadura cívico - militar de 1976.


Ambos constituyen la voz indispensable, parafraseando a la compañera Adriana Calvo, para comprender la magnitud de la ofensa, minimizada por la misma Estela de Carlotto: "un brindis de fin de año no se puede condenar".


Por supuesto, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación desmintió las afirmaciones al sostener, en un comunicado, que se trató de "la presentación del Plan Estratégico 2012 - 2015 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en el edificio “La Casa de la Militancia”, que pertenece a la agrupación H.I.J.O.S. e integra el Ente para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos Ex Esma" y recordó que, en el predio, funcionan el Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Fundación Madres de Plaza de Mayo; el Centro Cultural Haroldo Conti, el Archivo Nacional de la Memoria, Canal Encuentro, el Centro Internacional de Educación en Derechos Humanos de la UNESCO, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Iniciativa Latinoamericana para la identificación de Personas Desaparecidas, el Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del MERCOSUR, el Instituto Espacio Para la Memoria - IEM, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la Casa de la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo.


El mismo comunicado afirma que "el tratamiento periodístico que los medios hegemónicos le han dado a un acto público aparenta tener un claro objetivo, el de distorsionar la realidad o producir una operación mediática que intenta clausurar el debate y las acciones en torno a la resignificación de la memoria, banalizando el terrorismo de Estado al realizar absurdas analogías entre el funcionamiento de lo que fue un centro clandestino de detención y las actividades que se realizan actualmente", esgrimiendo luego el argumento de una campaña tendiente a desgastar a Julio Alak, titular de la cartera, por sus presentaciones judiciales para obtener la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.


Sin embargo, ello es desmentido por Isabel Vieyra de Abreu, delegada general de ATE - Justicia, quien afirmó que "fue una vergüenza" lo que aconteció, luego de señalar la invitación que se realizara un día antes y con la obligación de concurrir al acto.


Lo semántico


Que existan operaciones políticas con respecto a la memoria, nadie lo duda. Una de las formas fue llevada a cabo por la misma cartera al aludir al predio como Ex - ESMA. No fue, es la ESMA. Otra, la constituye el lenguaje de los multimedios e inclusive, de Página 12. Clarín y La Nación, al igual que Perfil, defienden sus privilegios. El matutino oficialista intenta defender, a capa y espada, la posición kirchnerista. Ambos incurren en el mismo error semántico que hemos señalado.


No es casualidad. El kirchnerismo arrebató las banderas de los Derechos Humanos a quienes vienen luchando desde hace tiempo. No es ingenuo al descalificar, sin nombrarla, a la Asociación de Ex - Detenidos - Desaparecidos, la organización que fundó y llevó a cabo Adriana Calvo, porque fue una de las pocas que se mantuvo al margen del Estado y que no entró en las operaciones de cooptación realizadas a partir de 2003.


El arrebato.


Ese arrebatar tuvo el objetivo de construir una bandera político - partidaria que le permite ufanarse de ser el Gobierno de los Derechos Humanos. Pero la memoria no se mancha. Tampoco podemos olvidar que los actos del justicialismo siempre tienen el condimento del asado, pero esta vez se equivocaron en el lugar donde debían hacerlo.





Lo caracterizaron como un brindis. Pero muchas voces lo desmienten. Y manifiestan su indignación, tal como lo expresaron Hermanos de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia, y la Unión por los Derechos Humanos de La Plata.


La memoria.


Según el Ministerio, "no es un hecho aleatorio que en ese lugar se produzca un encuentro entre trabajadores y funcionarios que están a cargo de querellas contra genocidas a lo largo y a lo ancho del país. Tampoco que el Ministro haya hecho un balance del año 2012, destacando las 378 condenas a responsables de las violaciones de derechos humanos sufridas por el pueblo argentino cometidas durante la última dictadura", pero nos permitimos recordar que si ello aconteció lo fue por la lucha del pueblo y de aquellos organismos que no se plegaron al coro oficial.


Justicia Ya ! Buenos Aires y La Plata vienen señalando, desde hace tiempo, la fragmentación de las causas con la finalidad de juzgar a unos pocos genocidas y sin contemplar la totalidad de las víctimas. Pero también insistió en la necesidad del juzgamiento por el delito de genocidio, lo que pudo ser reconocido gracias al Dr. Carlos Rozanski.


No se puede manchar la memoria. La ESMA siempre seguirá siendo el mismo lugar donde cayeron más de 5.000 compañeras y compañeros. Por ellas y ellos, merece respeto y silencio. El mismo que se reclamó en el 2004, en ocasión del traspaso del predio de la Nación a la Ciudad de Buenos Aires, pero que no fue escuchado.


Se impone respetar la memoria. No es mucho pedir. Ello implica respetar el dolor de sobrevivientes y familiares; algunos de los cuales, continúan buscando a sus seres queridos. No es lugar para festejos, es el lugar para no olvidar lo sucedido en aquellos años.


Si tanto pretenden investigar, podrían comenzar por el mismo campo de deportes, como bien afirmó Patricia Walsh. Y es hora de hacerlo. Vale más hacer una investigación que un "asado" que deja de lado al dolor.


Es un imperativo ético. No existe "Plan Estratégico" sin que se contemplen las exigencias de sobrevivientes y familiares. Y en honor a ello, deberían desagraviarlos en lugar de hablar de operaciones políticas, y otras y otros deberían callar para no ahondar aún más ese sufrimiento que aún anida en aquellos.


Memoria, para no olvidar; Verdad, para saber lo que ocurrió y poder seguir exigiendo Justicia es lo que se impone. Y no se puede manchar impunemente... Porque el Estado es responsable..., hubiese afirmado Adriana...

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