Todos somos parte del "modelo"   Todos somos parte del “modelo”     Por Miguel Abelans   A nuestros hijos, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad, les debemo...

Todos somos parte del "modelo"

 


Todos somos parte del “modelo”


 


 


Por Miguel Abelans


 


A nuestros hijos, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad, les debemos una vida sin  violencia ni temor. Para garantizarla hemos de ser incansables en nuestros esfuerzos por lograr la paz y  la justicia.


Nelson Mandela


 


Modelo político que día a día va consolidando impunidad, donde rigen las mafias, quienes, parece, decidirán nuestros destinos de vida o de muerte. Mafias que no están solas, “asesinan” con el amparo beneficioso de la corrupción gubernamental y en un marco de desgobierno de los Derechos Humanos. Este modelo se consuma con nosotros, una ciudadanía abatida, resignada, complaciente, temerosa y/o mezquina con insuficiencia  de participación y solidaridad.


Se habla de “profundizar el modelo”. Podría implicar más Candelas, más  violaciones de los Derechos Humanos, más injusticias, más aislamiento ciudadano, más impunidad, sinónimo de más muertes inocentes. Y por otro lado, propone menos proyectos dignos, menos vida familiar, menos esperanzas, menos solidaridad, menos Derechos Humanos y menos coraje para cambiar la realidad.


Existe una elección y queda abierta. Obediencia automática al autoritarismo, sometimiento a la impunidad y sobrevivencia alienada. O trabajar organizada y sostenidamente en pos del propio deseo por una vida diferente, más justa, más humana, pasando al plano colectivo para su efectiva concreción. La elección es de cada uno. Tenemos que motivarnos considerando que algo podemos y debemos hacer. Y juntos “los que aún estamos vivos” podamos torcer nuestros destinos.



Están en juego nuestra Vida, la Vida de nuestros seres queridos, nuestros Derechos Humanos, nuestro desarrollo humano,  nuestros compañeros y nuestro Estado de Derecho.


Considero ineludible que, entre todos, invoquemos que no es tiempo de permanecer quietos mirando pasar las cosas que nos ocurren. Debemos contribuir activamente a cambiar este estado de situación. Y que  existe una salida del profundo dolor psíquico y de la marca canalla del “modelo”, esa salida es la ética, la solidaridad, la capacidad de juntarnos para mantener nuestras convicciones, con constancia y poder de lucha.   


El objetivo es revertir la “decisión política” que, de antemano y sin lugar a defensa, nos condena a la resignación y a la naturalización de todo, incluido el asesinato de una niña de 11 años.
 
Lo que estamos tratando de evitar no desaparecerá hasta que no decidamos enfrentarlo.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario