Hacía mucho tiempo que no se veía un paro tan contundente como el de ayer. Una adhesión cercana al 98% y más de 7.000 docentes movilizados por los 15 sindicatos que convocaron a la medida de fuerza constituyen los indicadores de lo que hemos afirmado.
Resulta evidente el rechazo al proyecto de eliminación de las Juntas de Clasificación Docente y de Disciplina, presentado por el macrismo, con el claro objetivo de la designación por "amiguismo" y de comenzar a abrir la puerta a la persecución ideológica como también a la confección de listas negras.
Un claro indicio en el día de ayer fue la irrupción de auditorías sorpresivas en los colegios porteños al inicio de las actividades en cada turno, con la finalidad de establecer quienes habían concurrido a las instituciones educativas. Ocurre que no es solamente recabar información sobre el ausentismo real, con el objeto de practicar el descuento del día, anunciado por el Ministro Bullrich. Se sabe que muchas y muchos directivos no suelen pasar las inasistencias por paro, y esta vez decidieron tomar asistencia para hacer efectiva dicha reducción salarial.
Morales Gorleri, Presidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, junto a los legisladores Enzo Pagani (PRO) y Juan Pablo Arenaza (CC), presentaba el proyecto en el Salón Montevideo, lleno de empleados ministeriales a quienes se les había dado asueto para que concurran y de representantes de los gremios en conflicto. La enorme presión generada por la movilización provocó que el proyecto no fuese tratado en dicha reunión y que fuese enviado a la reunión de asesores que se realizará mañana, donde asistirá una delegación de los sindicatos docentes..
El Ministro Bullrich, además de apoyar el proyecto, afirmó que los docentes pararon "porque están cansados". Otra falta de respeto y van... En realidad, están cansados del autoritarismo y de la arbitrariedad permanente del poder político mientras esperan soluciones a las problemáticas más candentes para la educación pública.
Se ha señalado desde el Ejecutivo que más de 300 docentes que hoy están en las Juntas, con su eliminación, podrían volver a las aulas teniendo en cuenta la gran carencia existente para cubrir las cátedras en el nivel medio. Sin embargo, gracias a ellas y ellos pueden funcionar las 14 Juntas que clasifican y designan a los docentes en sus cargos y cátedras.
Desde hace años, se viene denunciando la falta de informatización de estos organismos. Y es esta causa, y no otra, la que provoca demoras en los procesos administrativos. Claro está, resultó ser la "excusa" perfecta para justificar la implementación de la Oficina Única propugnada por Bullrich. Si se procediera a la renovación tecnólogica, sin dudas, las y los docentes porteños podrían hacer trámites anuales y sencillos como la inscripción que debe realizarse en el mes de abril de cada año, o bien consultar y controlar el puntaje asignado por cada una de las Juntas.
No cabe duda que este conflicto tiende también a favorecer a la escuela privada. El principal motivo de la migración desde la escuela pública es, precisamente, la pérdida de días de clase debido a paros y movilizaciones. Una de las formas de estimularla es, desde ya, creando este tipo de conflictos que deberían solucionarse en una mesa de negociaciones.
En otro orden de cosas, si el proyecto del Ejecutivo se aprueba mañana, éste pasaría a tratarse en la reunión de Comisión prevista para el martes próximo y de aprobarse, se trataría en el recinto.
Cabe destacar que Ademys, a través de un comunicado, propuso realizar un paro y movilización para el martes 11 al resto de los sindicatos docentes de la Ciudad, en el caso de la aprobación del proyecto en la reunión de asesores del día de mañana.
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