No fue casualidad. La nota publicada el pasado 10 del corriente en el Diario La Capital, de Rosario, tiende a informar según la visión empresaria.
En la nota "Murió aplastado por 50 bolsas de semillas", cuentan que Javier Villalba falleció como producto de la caída de un pallets con más de 50 bolsas de semillas, cada una de las cuales pesa 18 kg., mientras realizaba tareas en la cámara de frío de semillas antes del almuerzo, en la planta de Nidera que se encuentra en el Km. 376 de la Ruta Nacional 8.
Sus compañeros "se preocuparon" y "cuando llegaron al lugar donde debía estar el joven, observaron varias bolsas caídas en el piso". Debajo de ellas, agonizaba el joven trabajador de Nidera. Poco después llegaría la ambulancia de un servicio médico de emergencia privado y personal de la Comisaría 2ª de Venado Tuerto.
La nota destaca que "el cuerpo de Bomberos Voluntarios no participó en esta emergencia", aunque sus integrantes realizaron tareas de contención a la familia de Villaba.
¿Simplemente un accidente? ¿Ningún periodista o medio local y/o rosarino preguntó sobre el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad laboral? ¿Cumplía Nidera con esa normativa?. Preguntas y más preguntas para un hecho evitable.
Y una vez más, quedó demostrado que el capitalismo mata. Que poco le importa el recurso humano. Solamente maximizar su beneficio. Y que los trabajadores son material descartable...
Las bolsas que cayeron sobre Villalba, al menos y eso lo indica el sentido común, debían estar con alguna atadura que previniera su eventual caída. Evidentemente, estaban mal acomodadas sobre el pallets y cayeron sobre el joven cuando se encontraba trabajando en el lugar.
Como informáramos ayer, Nidera sigue negando el informe oficial a sus familiares pero también intenta instalar mediáticamente la ausencia de causalidad en el hecho. En realidad, ya es costumbre de las multinacionales evadir sus responsabilidades mediante excusas a los familiares de las víctimas para esquivar sus reclamos y preservar su imagen apareciendo como "pobres angelitos" frente a los medios de comunicación social.
¿Cuántos Javieres más habrá?. Es la pregunta del millón para un hecho que ocurrió, está ocurriendo y puede volver a repetirse, y no importa el rubro de las empresas.
El Estado solamente participó con la presencia policial, pero debería haber intervenido el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social provincial con la finalidad de verificar las condiciones de seguridad de la empresa transnacional. En realidad, ya debiera haberlo hecho y sumarse a la investigación de lo ocurrido.
Sin dudas, la falta de control estatal también colaboró para que ocurriera esta muerte evitable. Nada nuevo bajo el sol en la patria sojera de Binner y Bonfatti que, todavía, tienen la caradurez de llamarse "socialistas".
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