Por Néstor Elias
Hace dos meses que un número significativo de referentes de diversos Pueblos Originarios acampan en Av. de Mayo y Av. 9 de julio, en pleno centro porteño. Algunos de ellos más visibles que otros, pero muchos están allí en la "confortable y ruidosa intemperie" esperando ser atendidos por las autoridades nacionales para que éstas tomen la obligación de cumplir con la Ley y la Constitución Nacional, respetando y haciendo respetar los derechos de todos.
A estas alturas, millones de personas los han visto seguramente (o eso quiero creer al menos, como esperanza de nuestra esencial humanidad). Aunque ver siempre es la acción intencional del mirar. También fueron notificados los tres poderes del Estado Argentino por sendas notas extendidas y acompañadas por delegaciones de algunos organismos de DD. HH. y el premio Nóbel de la Paz. es decir, se cumplieron los pasos necesarios (ya se habían cumplido con anterioridad muchas veces en los últimos años) para ser atendidos. Cientos de personas de nuestra ciudad de Buenos Aires los han venido acompañando, ayudando y por sobre todo visibilizando a pesar de los escuálidos atisbos mostrados por los grandes medios de difusión que ya se sabe que juego juegan...
Algunos pocos diputados pasaron una vez por allí. Otros dirigentes de espacios políticos y sociales también rondaron el lugar. Muchos ayudaron con pasajes, aportes, carpas y sonido, por ejemplo. Las Madres de Línea Fundadora (algunas de ellas) siempre estuvieron. Los artistas tocaron, algunos comunicadores y fotógrafos registraron y los cortes de la avenida más importante del país llegaron...
Sin embargo es asombroso como los representantes más importantes de los tres poderes se ausentaron... O tal vez no sea asombroso, sino doloroso e indignante... porque el poder sigue sin querer mirar ni escuchar a las personas a las que les debe servicio. Sigue sin atender a la flagrante violación a los DD. HH. que se está llevando cientos de vidas en los territorios de estos hermanos, tierras que les pertenecen pero sobre las cuales aún tienen que seguir discutiendo límites... Asombrosa obstinación de quienes detentan el poder. Hablamos de los tres poderes que son capaces de discutir entre sí sobre lo periférico en su hacer cotidiano y mediático, pero que suelen estar plenamente de acuerdo en los aspectos sustanciales que hacen a la vida humana en riesgo, cuando esta pertenece especialmente a "ciertos grupos sociales" que parecen estar a la vera del camino en el discurso y la acción gubernamental. Tres poderes que son uno y no cumplen ningún servicio al pueblo sino que se sirven de él para su propio interés.
En Av. de Mayo y Av. 9 de Julio siguen estando estos ciudadanos en estado de vulnerabilidad extrema, con su dignidad y su fortaleza intactas. El gobierno tiene la obligación de atender y dar respuestas finales a sus necesidades, porque así lo exigen las distintas leyes que se vienen violando para someterlos a una situación inaceptable que los coloca al borde de la muerte.
En este contexto entiendo que son por lo menos desafortunadas, sino una ofensa, las palabras de la Sra. Presidente de la Nación Argentina, negando nuestro origen pre-hispánico y alardeando nuestra descendencia europea frente al aplauso lamentable de funcionarios y seguidores.
Dice un viejo maestro "la ética siempre triunfa" y estoy seguro de ello mientras trabajo por esa dirección con énfasis a pesar de los momentos históricos desfavorables para tal fin; pero debo admitir, que me preocupa el mientras tanto de nuestros hermanos en riesgo vital.
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