Por Lisardo J Garcia Ramis *
Los mejores maestros cubanos están en las aulas de las miles de escuelas que nunca se han cerrado, ni han dejado de ofrecer el servicio educativo a los niños y niñas cubanas, en medio de las dificultades económicas y las dificultades del mundo que nos afectan como a todos los países. Ciertamente las pocas escuelas normales que en Cuba había en los años ' 50 crearon una pléyade de buenos maestros y muy patriotas, como Adelfa. Pero no pudieron resolver los agudos problemas de analfabetismo, escolarización y falta de maestros del país, cuando en 1959 había aún 10 mil maestros sin trabajo y una baja escolarización en todos los niveles. Esos datos son del dominio público.
Si no hubiéramos formado maestros emergentes posiblemente no tendría Cuba los altos niveles culturales y de población que tiene hoy, que se expresan en el nivel de escolarización de 12 grados en la población ocupada y donde más del 96,5% de los niños culminan el noveno grado en su ciclo normal y pueden seguir estudiando. Nadie dice que formar maestros emergentes sea lo mejor, fue una medida necesaria para no dejar niños y adolescentes sin atención.
¡ Qué poco conoce el autor los móviles de los jóvenes que vinieron a trabajar a la capital ! ¡ Y muy poco elevada su apreciación que era para acercarse a una lancha que los llevara al norte !
¡ Eso dice cuál era el verdadero fin del autor en su reflexión !
Muy bien que Adelfa se preocupe por los niños y les repase y los ayude. ¡ Siempre fue así ! Y muchos buenos padres lo tuvieron que hacer antes de 1959 para poder aprender las letras. De que hay personas que no debían estar cubriendo una plaza de maestro por su actitud corrupta e irresponsable: ¡ Totalmente de acuerdo ! Y a eso han dedicado los educadores jornadas de discusión de la ética en sus escuelas. Pero frente a esos pocos, hay más de doscientos cincuenta mil educadores, que diariamente van a sus escuelas, con sacrificio y abnegación dan sus clases, ayudan a sus alumnos, orientan a los padres y viven con dignidad y decoro en el país que los vio nacer junto a sus alumnos.Los mejores maestros cubanos están en las aulas de las miles de escuelas que nunca se han cerrado, ni han dejado de ofrecer el servicio educativo a los niños y niñas cubanas, en medio de las dificultades económicas y las dificultades del mundo que nos afectan como a todos los países. Ciertamente las pocas escuelas normales que en Cuba había en los años ' 50 crearon una pléyade de buenos maestros y muy patriotas, como Adelfa. Pero no pudieron resolver los agudos problemas de analfabetismo, escolarización y falta de maestros del país, cuando en 1959 había aún 10 mil maestros sin trabajo y una baja escolarización en todos los niveles. Esos datos son del dominio público.
Si no hubiéramos formado maestros emergentes posiblemente no tendría Cuba los altos niveles culturales y de población que tiene hoy, que se expresan en el nivel de escolarización de 12 grados en la población ocupada y donde más del 96,5% de los niños culminan el noveno grado en su ciclo normal y pueden seguir estudiando. Nadie dice que formar maestros emergentes sea lo mejor, fue una medida necesaria para no dejar niños y adolescentes sin atención.
¡ Qué poco conoce el autor los móviles de los jóvenes que vinieron a trabajar a la capital ! ¡ Y muy poco elevada su apreciación que era para acercarse a una lancha que los llevara al norte !
¡ Eso dice cuál era el verdadero fin del autor en su reflexión !
Esos son los miles de buenos maestros con los que Cuba obtiene muy buenos resultados en los concursos de conocimientos internacionales y en las evaluaciones de evaluación de calidad de la educación que organiza la UNESCO. No hay que preguntarse mucho donde están los buenos maestros, todo el mundo lo sabe, incluyendo a Adelfa.
* Destacado pedagogo cubano.
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