Hace 19 años, CORREPI presentó por primera vez, en Plaza de Mayo, el Archivo de Casos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal, que reunía la información disponible de todos los casos de gatillo fácil, muertes en la tortura, en cárceles y otros lugares de detención, desapariciones y asesinatos en movilizaciones y manifestaciones, conocidos desde diciembre de 1983. La repercusión pública que tuvo el informe, y su utilidad como herramienta para conocer el real alcance de la represión a lo largo y ancho del país, determinó que ese trabajo se sistematizara, y así seguimos actualizando el Archivo, que en su momento comenzó con 262 casos y hoy registra más de 4.600 muertes en total. Alrededor del 65% de esos hechos ocurrieron después del 25 de mayo de 2003.
CORREPI continuó realizando este acto de denuncia de la represión bajo todos los gobiernos, desde aquel primer Archivo en 1996. Este año, el último bajo la gestión de los Kirchner, transcurridos más de 30 años desde el fin de la dictadura, volvieron a demostrar que la represión estatal, lejos de haber disminuido en estos años de relegitimación de las instituciones tras la rebelión popular de 2001, sigue creciendo, bajo viejas y nuevas formas, y que es, con sus matices y variantes, una política común de los distintos gobiernos.
Miles de criminalizados por luchar; espionaje e infiltración sobre los sectores organizados; leyes antiterroristas; tercerización de la represión con patotas de la burocracia sindical; desaparecidos; militarización del territorio; gatillo fácil y “absoluciones fáciles” para los asesinos de uniforme; torturas y asesinatos en cárceles, comisarías e institutos de menores; hostigamiento y verdugueo en los barrios; endurecimiento del sistema penal, fueron algunos de los temas que se abordaron durante el acto realizado el pasado 26 de noviembre.
Muchísimas organizaciones, familiares de víctimas de la represión y cientos de compañeros y compañeras se hicieron presentes para esta nueva presentación del Archivo de casos de personas asesinadas por las fuerzas represivas del Estado desde el regreso de la democracia.
En su primera presentación, en 1996, el archivo contaba con 262 casos, desde diciembre de 1983. Hoy registra 4.644 en total, y 3.070 corresponden a las gestiones kirchneristas.
El acto comenzó con un repaso de los principales casos represivos de los gobiernos desde 1983 a la fecha, mientras que en el escenario se sucedían imágenes alusivas al relato.
En el turno de los gobiernos kirchneristas, el escenario mostró las imágenes de Jorge Julio López, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, las represiones en el Borda y a los compañeros de Lear, Gestamp y la línea 60. Desde el escenario, intervinieron Cachito Fukman, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos; la mamá de Luciano Arruga, Mónica Alegre; Marcelo Ramal, del Partido Obrero; Cristina Díaz Alem, de la Junta Interna ATE del Hospital Garrahan; compañeros de la Red Nacional de Medios Alternativos y Néstor Marcolín de la Agrupación Al Volante de la Línea 60.
Luego fue el turno de los familiares de víctimas de gatillo fácil militantes de CORREPI. En sintonía con la presentación de cada uno y al nombrar a su familiar asesinado, ocupamos un lugar frente al escenario con su fotografía. Con esta postal, la lectura del documento por parte de los compañeros tuvo una emotiva contundencia para todos los presentes, al grito de ¡ Basta de Gatillo fácil !
Cerró la actividad, la compañera María del Carmen Verdú, quien destacó que la historia de la represión en democracia que se acababa de recordar es también la de la lucha antirrepresiva y la de la gestación de CORREPI, refiriéndose luego a la etapa que se inicia, en la que el PRO y sus aliados concentrarán el poder de fuego contra el pueblo desde el gobierno nacional, los de la CABA, la provincia de Buenos Aires y tres provincias más. Por eso, como lo vienen haciendo desde hace 15 años, de cara a lo que se viene seguirán bregando por la unidad de los que luchan, la organización independiente y la lucha consecuente.
Desde CORREPI afirmaron que, gobierne quien gobierne, mientras exista una sociedad dividida en clases, la represión será una política de Estado necesaria en función de mantener la opresión y la explotación capitalista. Por eso, sostuvieron, los gobiernos pasan, la represión queda y la lucha también.
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