¡ La batalla de San Cristóbal continúa victoriosa !     Por Freddy Araque   En aquellos años a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando en Colombia se desarrollaba la Guerra de lo...

¡ La batalla de San Cristóbal continúa victoriosa !

 

 

Por Freddy Araque

 

batalla san cristobal

En aquellos años a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando en Colombia se desarrollaba la Guerra de los Mil Días, entre conservadores y liberales, fue precisamente también cuando Cipriano Castro, en su Revolución Restauradora partiendo desde la frontera del río Táchira el 23 de mayo de 1899, tomaría el poder con 40 hombres a caballo.

Desde esos días de inestabilidad económica, caída del precio del café, en nuestras comunes regiones andinas, controladas por el maridaje del capitalismo europeo y norteamericano, a través de sus casas de comercio, banqueros sediciosos y representantes diplomáticos conspiradores, con la venia del conservador gobierno colombiano, se concertó la invasión de un ejército de 6.000 mercenarios -paracos de hoy- dirigidos por el general venezolano Carlos Rangel Garbiras, eximio representante de la godarria tachirense, para invadir nuestro territorio y derrocar al gobierno del presidente capachero Cipriano Castro.

Olvidados fastos de esta singular y heroica batalla que libró la comunidad tachirense -inferior en número de tropas, pero no de valor y coraje- y que jamás quisieran recordar los herederos de  la oligarquía colombiana y menos la venezolana, quien siempre le negó a Cipriano Castro su condición de "Vencedor jamás vencido".

Esa vez, al consumarse la invasión, el día 27 de julio de 1901, el general Cipriano Castro exhortó a todos los tachirenses -"el sagrado suelo de la patria ha sido invadido por un ejército de colombianos"-, sin distingo de clases, en defensa de su sagrado suelo. Para ironía de la historia que vincula a estos dos pueblos que hacen vida común en frontera, la defensa de aquel ataque sorpresivo a lo largo de tres días de sangre y terror, fue llevada a cabo y con éxito rotundo por el general colombiano Rafael María Uribe Uribe -de estirpe liberal y camarada de Cipriano-, quien no es otro sino el mismísimo modelo del personaje que encarna el coronel Aureliano Buendía en Cien años de soledad, la magistral obra de Gabriel García Márquez.

En testimonio de viejos tachirenses aún recuerdo estos fugaces pasajes: "Lo que hoy llaman Las Pilas, fue por la pila de muertos que allí quedaron, 1.500 regados por el suelo"; "¡ Alto, quién vive !", oscura noche frente al cerro El Mirador, río Torbes de por medio y flanco del puente de la quebrada La Parada, y si el santo y seña no correspondía con el de "¡ Uribe, Uribe !", las descargas de máuser, fusil o escopeta, sobrevenían enseguida, acompañadas del grito sarcástico de nuestros campesinos y valientes soldados, "¡ Tome su morrocota !"; en alusión a las dos morocotas de oro y una casa que el malinche Garbiras, especie de Leopoldo López de la época, además del saqueo, había prometido a esos invasores, antepasados de los protagonistas de la invasión paramilitar Operación Daktari, apoyada por el asesino a sueldo de la CIA, Alvaro Uribe Vélez, y coordinada por el coronel Robert Alonso, en cayapa con los alcaldes (miembros honorarios de TFP) Leopoldo López, de Chacao, y su curruña Henrique Capriles Radonski, de Baruta, con el fin de derrocar y asesinar al comandante Hugo Chávez en 2004.

Tras un siglo y más años transcurridos, las  cosas no han cambiado en el fondo, el golpe de estado contra Nicolás Maduro que comenzó en el estado Táchira con la manipulada violación a una estudiante de la ULA y consiguiente ataque a la residencia del gobernador Vielma Mora: detonante para el posterior guión desarrollado por Leopoldo López y la jauría mediática que los apoya con directriz de Washington y establecido en el Plan Estratégico Venezolano; todo esto manifiesta sus costuras en el emblemático SOS que la mancomunidad escuálida, esa misma que recoge firmas virtuales para pedir a Obama la invasión de marines a nuestra patria, y que luce ostentosamente en los cristales de sus autos, es el santo y seña de los que están en movida de Golpe “Suave” extraído de las sagradas escrituras de Gene Sharp y sus revoluciones de colores, so pretexto de luchas estudiantiles, y que derivan también del reciclado manual para guarimbear de Robert Alonso.

Bien lejos están, de aquellos estudiantes mártires del 12 de febrero de 1814 liderados por José Félix Ribas en la Batalla de la Victoria, estos manitas y culitos blancos vende patria, cuales Judas regalados por 1.000 ó 3.000 Bs, incluida marihuana, cocaína y alcohol, para meterle candela a San Cristóbal, en medio del saqueo y el pillaje junto a paracos colombianos y enajenados jóvenes de nuestras barriadas, que hoy acaudillados por el inefable Daniel Ceballos, en infeliz reedición de la Batalla de San Cristóbal, siempre serán una vergüenza histórica como la representada por el escuálido Carlos Rangel Garbiras, en su momento.

“Plan estratégico venezolano 13 de junio de 2013”

Así se llamó el documento surgido del aquelarre convocado por la “Fundación Internacionalismo Democrático” -irracional engendro del Dr. Varito- en la ciudad de Cúcuta, donde asistió lo más rancio de la ultraderecha colombiana y venezolana, representada en la MUD por Maricori Machado, un representante gringo de la USAID en el otro cachete y el inefable J. J. Rendón, con el fin de derrocar el gobierno de Nicolás Maduro y sepultar para siempre a la Revolución Bolivariana a cualquier precio, en lo que constituye una renovada adecuación del fascismo internacional.

Extraña sobremanera que en días previos a la temporada navideña de 2013, cuando el sector laboral venezolano recibía sus aguinaldos y bonificaciones de fin de año, los bancos instalados en el estado sólo pagaban con billetes de baja denominación, para incomodidad y disgusto de todos los clientes que acudían a las distintas agencias bancarias, y por lo cual se pudo constatar por qué en la vecina ciudad de Cúcuta pagaban 10 % adicional por la venta de nuestros billetes de cien bolívares. ¿Negocio extraño? Se preguntaba uno…

Bien sabido es que la red de casas de cambio en la ciudad de Cúcuta está controlada por la mafia narco-paisa de Alvaro Uribe, quienes controlan a su arbitrio el valor cambiario de nuestra moneda venezolana, que ha sufrido en los últimos años, desde la llegada del proyecto paramilitar al Palacio de Narquiño, como dice Nolia, su más alta depreciación, precisamente cuando nuestro país ha alcanzado una gran solidez económica, gracias a la estabilidad de precios y sus comprobadas reservas petroleras. De ahí que no nos sorprenda para qué compraban con complicidad de “nuestra banca” los billetes de alta denominación, que además de propiciar el bachaqueo -contrabando de extracción de productos básicos de la dieta diaria- y el descontento de nuestra población, con ese mismo dinero, porque a pesar de que el peso colombiano “aparentemente” es una moneda más fuerte y de gran poder adquisitivo en nuestra región, el mero tachirense, a menos que esté en la raya fronteriza, no está muy familiarizado con el uso de esa moneda o signo cambiario, que despertaría mucha sorpresa cuando los paracos quisieran pagar sus servicios  a los jóvenes “estudiantes” conspiradores de las guarimbas, de ahí la necesidad de comprar los “devaluados” billetes de cien bolívares.

¡ Se explica todo !

Siempre se ama y se respeta el terruño donde se nace y vive, muy por encima de todas las diferencias políticas que podamos tener en democracia y constitucionalmente, no es el caso del alcalde gallo tapao Daniel Ceballos, quien valiéndose de engaño y manipulación, nos habla como ecologista redimido de los proyectos de reciclaje de basura (pero no de sus negocios que tiene tramados con empresas colombianas de Alvaro Uribe & Co para la concesión del servicio de recolección de desechos sólidos del municipio), mientras descaradamente deja que nuestra ciudad se inunde de basura y pestilencia, con la cual sus partidarios forman encendidas barricadas, sometiéndonos mediante un estado de terror, causando graves trastornos a la salud física y psíquica de sus habitantes, bajo ruin excusa de no poder prestar el servicio de aseo urbano y recolección de basuras durante todo el mes de febrero, motivado al “aleatorio” incendio del vertedero de San Josecito, en contubernio con su colega de guarimbas -para lo cual ha sido amaestrado pavlovianamente- el también alcalde opositor, Alberto Maldonado, acciones estas contempladas dentro de este Plan Estratégico Venezolano, mencionado anteriormente.

Los argumentos más banales son argüidos por quienes adversan al gobierno, quienes son víctimas también de su adhesión a este saboteo; afectos, colaboradores y comerciantes, que apoyan estas acciones, ya empiezan a preocuparse, aquéllos por tener tanto tiempo abajo la Santamaría -sólo comprenden por dolor cuando se les toca el bolsillo-; igual quienes tienen que pagar precio oneroso por trasladarse al sitio de trabajo, ya que las rutas del “transporte público”, sin prestar su servicio a la población, también colaboran con el paro y se van a vender gasolina  que -Germán Duarte dixit- es mejor negocio que estar transportando pasajeros.

Ciertas individualidades de la clase trabajadora tachirense, por tradición sembradora de café, hortalizas y fundamentosa en tantos oficios, ha sido llevada por esa clase mercantil de nuestro espacio fronterizo, a crear desarraigo en su gentilicio laborioso, ahora llaman trabajar al contrabando de vender gasolina y extracción de rubros de la dieta básica del venezolano. La figura del bachaquero es más de la cultura impuesta, por sus gobiernos, al nortesantandereano que de nuestra identidad.

Aunque con el devenir del tiempo las guerras han cambiado sus modalidades y avances respectivos, estos nuevos escenarios bélicos, como la anterior Batalla de San Cristóbal de 1901, la que se libra hoy en día, de cuarta generación, no tiene nada que envidiarle a aquélla, y bien convencidos estamos que, con el mismo espíritu de Cipriano Castro y Rafael María Uribe Uribe, saldremos victoriosos.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario