Derechos humanos: casi siempre, nada detrás de la frase Por la Lic. Rosa C. Báez Recuerdo la primera vez que esa frase "derechos humanos" fue esgrimida ante mis ojos como una amenaza ...

Derechos humanos: casi siempre, nada detrás de la frase

Derechos Humanos - Rosa C. Baez

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Por la Lic. Rosa C. Báez

Recuerdo la primera vez que esa frase "derechos humanos" fue esgrimida ante mis ojos como una amenaza casi… era uno de esos cubanos que dejaron atrás Patria, bandera, amor,  para arrastrar por otras tierras un pesado fardo de rencores y odios. Uno de esos que no buscaba sólo merecimientos económicos, porque su mayor empeño era mantener, a cualquier costo, un dedo acusador frente a nosotros.

El leit motiv, claro, era la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su supuesta censura en Cuba… y aunque demostré con fotos que nuestras bibliotecas poseían en sus colecciones la tal Declaración, y publiqué -entre otras de igual o mayor importancia- el texto íntegro en el Boletín Librínsula, ni un solo momento ha dejado de ser esa frase bandera con la que intentan atacar a nuestra Revolución.

Hace unos días alguien me pedía mi opinión, como cubana, sobre los derechos humanos… y he vuelto a repasar detalladamente la susodicha declaración… llena de frases hermosas que apenas son tomadas en cuenta por aquellos que la usan para sus propios fines…

¿Derechos iguales e inalienables para toda la "familia humana"? ¿Qué derechos le conceden a las decenas y decenas de familias que han visto desaparecer a la mayoría de sus miembros bajo el fuego del ejército israelí, en una destruida Franja de Gaza? ¿Con qué libertad de palabra cuentan los que hoy día han cosido sus labios, presos políticos colombianos, recluidos en cárceles inmundas? ¿Qué libertad de palabra tuvo la indígena quechua Reina Maraz, condenada a cadena perpetua en Argentina, por el delito de ser mujer, de ser migrante, de ser abusada por un marido malvado? ¿Qué libertad para aumentar su nivel de vida tienen los pueblos centroafricanos, condenados a hambre, enfermedades previsibles, a morir en la búsqueda de un poco de agua?

¿Qué fraternidad encuentran los migrantes centroamericanos en tierras de USA como no sea la "hermandad del crimen", la de ser presas fáciles a policías y racistas? ¿Qué derecho a la vida, a la libertad, y a su seguridad han tenido los miles de mexicanos asesinados, desaparecidos, torturados? ¿Los grupos de personas LGTBQ asesinados en Honduras?

"Todos son iguales ante la ley" ¿Quién podría sostener, sin ruborizarse, semejante apotegma ante Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, o ante los que sufrieron semejante prisión, René y Fernando González? ¿Quién podría sostener la mirada de Adriana Pérez O'Connor y decirle que Gerardo tiene recursos que lo amparen contra actos que violen sus derechos fundamentales?

Podría seguir así, desglosando artículo por artículo hasta llegar al artículo 30… Y… ¿cómo, después de hacerlo, podría admitir duda alguna sobre los derechos que tienen nuestros niños a una infancia feliz, protegida; sobre las risas con que enfrentan cada día una educación que los forma como seres humanos, no como robots, no como seres consumistas…

¿Cómo podría admitir que es falso un bloqueo que les quita su derecho a medicinas, que le roba a sus abuelos bienestar, que ha mantenido a sus padres en una lucha constante para sobrevivir a carencias impuestas por esos mismos que salen, bandera en alto, para hablar de "derechos humanos"?

Sí, yo me quedo, como dijo el cantor de mejores épocas, con todas esas cosas, con la risa de nuestros niños, con la solidaridad con el que sufre, con la mano tendida siempre. ¡ Esos son derechos humanos de Cuba !

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