OPINION - EL TREN A VARSOVIA, POR LA PROF. MARÍA CRISTINA SABORIDO SUMARIO   1 - ARGENTINA, BUENOS AIRES: OPINIÓN - EL TREN A VARSOVIA , POR LA PROF. MARÍA CRISTINA SABORIDO. ...

OPINION - EL TREN A VARSOVIA, POR LA PROF. MARÍA CRISTINA SABORIDO

SUMARIO

  1 - ARGENTINA, BUENOS AIRES: OPINIÓN - EL TREN A VARSOVIA, POR LA PROF. MARÍA CRISTINA SABORIDO.


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De: maria maria

Fecha: Martes, 04 de Noviembre de 2008 05:57 p.m.

Para: Gacetillas Argentinas - Redaccion

Asunto: EL TREN A VARSOVIA

EL TREN A VARSOVIA

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Varsovia era el corazón intelectual y espiritual del pueblo judío en Europa.

Quienes han podido viajar a Varsovia sostienen que es posible ver deslizarse en las carreteras carros tirados por caballos que parecieran trotar al ritmo de la música de ese artista, nacido en las entrañas de Polonia, conocido como Federico Chopín.

Porque Varsovia son las polonesas y los estudios y los valses y los ritmos del genial polaco que hasta el último de sus días buscara esa nota exquisita, sublime que el bautizara con el nombre de "nota azul".

Pero Varsovia también es Mordejai Anielewicz, el héroe de la rebelión del Ghetto y comandante del Mila 18 nombre de la sede del comando de la resistencia judía.

Y Umschlag Platz, la estación de trenes en donde seres humanos perseguidos por el nazismo eran agrupados para ser transportados hacinados en vagones hasta los campos de exterminio.

No había mejores trenes para ir a Varsovia, había siniestros trenes que, partiendo de Varsovia, se deslizaban por los rieles de los ferrocarriles hacia el destino de muerte que la perversión del sádico Adolf Hitler deparaba a judíos, gitanos, homosexuales y comunistas.

Campos de exterminio "Vermichtungslager", campos de la muerte construidos específicamente para asesinar, para robar violenta y cruelmente la vida a niños, mujeres, hombres y ancianos condenados a la desaparición.

El exterminio sistemático fue la solución final para el "problema judío".

Llegados desde Varsovia, los trenes transportaron hasta 25.000 personas.

En el verano de 1942, las vías del ferrocarril habían colapsado con los trenes de la muerte.

El olor a cadáver se esparcía hasta los pueblos vecinos, olor a cuerpos en descomposición de los muchos cuerpos que quedaban tirados, abatidos por las ráfagas asesinas de quienes los emboscaban al bajar de los vagones no bien llegaban a los campos de exterminio.

Auschwitz, Belzec, Chelmmo, Majdanek, Sobibor, Treblinca, el destino de los trenes que desde Umschlag Platz salían de Varsovia con su carga humana hacia los centros de la muerte.

Obligados a desnudarse, a correr para que, cansados, fatigados y exhaustos respiraran más aire en las cámaras de gas a las que a latigazos y a golpes eran obligados a entrar.

Así el genocidio se consumaba.

Así, en menos de cuatro horas desde la llegada al campo de la muerte, los judíos habían sido ejecutados.

Y enterrados.

El viaje en tren había finalizado.

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Con estos horrorosos y terribles recuerdos (que pesan y seguirán pesando en la conciencia colectiva de la población de Europa y del mundo) jugó esa gorila golpista de Elisa María Avelina Carrió.

¿El motivo?

Vaya una a saber cuales son los motivos que inducen a estas desquiciadas a ensayar discursos portadores de violencia extrema.

Como la Pando que amenazara con degollar, ésta otra, tal vez en una parodia de imitación a la que suelen recurrir las mujeres perversas con fines competitivos, ha pasado el límite impuesto por el respeto a la dignidad que nos merecen los pueblos habitantes de la tierra que compartimos.

Y no me he de callar y no ha de silenciarse mi voz porque, de hacerlo, sería aceptar como normal algo que es anormal, perverso, inmoral y horroroso al intelecto y a toda lógica.

Invocar (con fines políticos pérfidos y perversos) la tragedia de todos y cada uno de los pasajeros de los trenes que desde Varsovia partían hacia los centros de exterminio, es y será una inmoralidad.

Como es inmoral el genocidio, como es inmoral la desaparición de personas, como es inmoral el invocar la desgracia, el sufrimiento y el padecimiento de víctimas del nazismo y del terrorismo de estado con el fin de contribuir a la conspiración y al desgaste de un gobierno elegido por el pueblo en legales elecciones.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, Varsovia era el corazón intelectual y espiritual del pueblo judío en Europa.

Pero Varsovia era también Umschlag Platz, la estación de trenes desde donde iniciaban el macabro viaje hacia la muerte niños, hombres y mujeres judíos.

Profesora María Cristina Saborido

Ex – detenida – desaparecida.

Pozo de Banfield / Quilmes.

Julio / 77


La Comisaría de Adrogué fue uno de los Centros de Detención Clandestina más crueles y sanguinarios. Funcionó entre 1976 y 1977. Perteneció a la zona 1 subzona 11. Aún está sin señalizar.

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