EDITORIAL - NIÑEZ SIN DERECHOS, POR EL PROF. JUAN CARLOS SÁNCHEZ, DIRECTOR EDITORIAL DE GACETILLAS ARGENTINAS

SUMARIO

1 - NIÑEZ SIN DERECHOS, POR EL PROF. JUAN CARLOS SÁNCHEZ, DIRECTOR EDITORIAL DE GACETILLAS ARGENTINAS.

En este día tan especial, muchas niñas y niños no sabrán lo que es comer, vestirse y jugar. Otros serán violentados en todos sus derechos, por la acción omisiva del Estado en forma sistemática y solamente algunos podrán disfrutar de su familia y de sus amigos, como parte de una minoría que, en parte, sobrevive a los embates neoliberales o de otra que continúa perpetuando sus privilegios de clase.

Si algo es preocupante en grado sumo, es el continuo cercenamiento de los derechos a nuestras niñas, a nuestros niños y jóvenes como producto de las políticas económicas y sociales que se vienen implementando desde 1976 y cuya continuidad democrática es evidente. De allí que podemos afirmar que la niñez y la juventud argentina, en su gran mayoría, está sin derechos; es decir, que el hambre los acosa, que no alcanzan a vestirse y a calzarse o que no sepan lo que es un juguete…

Pero también los acosa el sistema penal, como en el caso de Brian, acusado por el asesinato del Ing. Barrenechea o el gatillo fácil, con viejas prácticas de la dictadura militar, como en el caso de Luciano Arruga.

No es nueva la exclusión social sistemática de amplias franjas de la población argentina. Lo grave es su expansión a lo largo y a lo ancho de la Argentina, junto a una ausencia de políticas de Estado tendientes a la protección de un grupo etario tan vulnerable.

Por eso, hoy esas niñas y esos niños y jóvenes no podrán disfrutar de la compañia de su familia y de sus amigos. Algunos, ni siquiera podrán crecer gracias a la crónica desnutrición que azota a buena parte del interior de nuestro país y que, cada vez más, se asoma en la Ciudad de Buenos Aires. No van a poder festejar como lo hicieron miles de niños y niñas, no van a tener ese regalo ni siquiera ese paseo que alimente sus ilusiones.

Con toda justicia, el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo afirma que “El hambre es un crimen”. Es un asesinato a los sueños e ilusiones de seres que apenas pueden defenderse, mientras el Estado mira para otro lado.

Tampoco podemos olvidar a aquellos que tienen algún tipo de discapacidad, cuyo acceso al derecho a la Salud y a la Educación está restringido severamente gracias a la inacción y a la desidia estatal.

¿Dónde están los Derechos Humanos de nuestros niños y jóvenes?. Mientras la política se concentra en la disputa con el campo, olvidando inclusive el trabajo de menores en zonas rurales, miles de niños y niñas mueren de hambre o son relegados en el ejercicio de los Derechos protegidos por la Convención Americana de los Niños, Niñas y Adolescentes. Mientras un joven inocente sigue encerrado por una lógica judicial que sigue los dictados de esa misma política, ensimismada en la elevación de la edad de imputabilidad como forma de encontrar el camino hacia la “seguridad”; mientras otro continúa desaparecido sin que el Estado y la Justicia hayan arbitrado los medios para encontrarlo; mientras los niños con discapacidad deben seguir penando por la asistencia sanitaria y educativa por los obstáculos impuestos por la irrelevancia social y estatal que los condena al asistencialismo y al clientelismo perpetuo, junto a otros que están sumidos en el barro de la pobreza y de la indigencia.

Es hora de comenzar la titánica tarea de hacer realidad ese viejo lema justicialista: “los únicos privilegiados son los niños”. Y éste ha sido sumamente olvidado por este Gobierno Nacional salvo, claro está, para promover el asistencialismo y el clientelismo junto al resto de esa clase política porque resulta funcional a la obtención de la catarata de votos en cada elección. Y esa es la razón por la cual no les conviene erradicar la pobreza y la indigencia; por eso mismo, aunque lo nieguen, siguen los atentados contra los integrantes del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo.

Niñez sin derechos, es la realidad que tenemos ante nuestros ojos y debemos verla. Pero también, sin dudas, actuar sobre ella y obligar a nuestra clase política que habla sobre Derechos Humanos pero elude sistemáticamente sus responsabilidades.

Prof. Juan Carlos Sánchez

Director Editorial GACETILLAS ARGENTINAS