Cuba - EE. UU.: Entre dos rounds (La Pupila Insomne) Por Esteban Morales Nos encontramos dentro de un período muy interesante de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Con posterioridad...

Cuba - EE. UU.: Entre dos rounds (La Pupila Insomne)

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Por Esteban Morales

Nos encontramos dentro de un período muy interesante de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Con posterioridad a los discursos  de Raúl y Obama el 17 de diciembre del 2014.

La primera etapa de las negociaciones ha concluido, pero la segunda aún no ha comenzado. Ni siquiera tiene fecha fijada. Aunque ya se sabe que el próximo encuentro será en Washington.

Todos los factores políticos mueven sus apuestas, tratando de llegar en las mejores condiciones posibles a la segunda vuelta. No obstante, el round que se avecina ya tiene sus predeterminaciones, que no son precisamente de tiempo.

La primera determinación, es que el presidente Obama quiere llegar posicionado frente a Cuba en la próxima Cumbre de Las Américas. Por eso trata de apresurar el paso de la isla, buscando que esta acepte abrir las embajadas en el menor plazo posible antes de abril. Cuba dice que no, que hasta que no la saquen de la lista de países terroristas, no se mueve más adelante profundizando el avance hacia la normalización de las relaciones diplomáticas. Y lo de la lista dice Obama que no será hasta junio. Por lo que el Presidente de Estados Unidos es quien ha quedado bajo presión. Espacio del que Obama apenas ha comenzado a salir.

Parece que Obama consideraba haber podido avanzar más a estas alturas, pero como siempre, no contaron con Cuba. Que es lo más difícil a que tendrán que habituarse, si en realidad quieren obtener provechos de la negociación.

En la preparación de las condiciones con vistas al segundo round existen varios asuntos que han ido llenando el espacio de lo que podría ser la agenda del debate futuro.

Lo primero es que la Sra. Jacobson, tomando en consideración el “excelso” compromiso que tiene, declaró, tanto ante la prensa, como en la audiencia con los congresistas, que dejó planteadas las exigencias respecto a democracia, derechos humanos y libertades civiles, como si Cuba tuviese que aceptarlas.

Tratando de abrir el  espacio a la disidencia interna, la Jacobson parte de la base de que Cuba se verá obligada a aceptar tales condicionamientos. Se ve que no tiene experiencias acumuladas en la negociación con Cuba. La Sra. Jacobson no ha chocado nunca con esa pared. Y el “cabezazo” que se va a dar será histórico.

En las comparecencias de los “personeros” de la disidencia ante los congresistas, estos parten de la misma base, sintiéndose apoyados  por la actitud de la administración de Obama. Tratándose de un asunto que augura con tragarse la negociación, porque Cuba no ha aceptado nunca, ni aceptará tales condicionamientos. La política norteamericana hacia Cuba ha chocado varias veces con esta misma piedra. Recordemos las negociaciones entre ambos países durante la Administración de James Carter 1977 - 1980.

Lo anterior es resultado de que Obama continúa insistiendo de manera abierta, en que su estrategia hacia Cuba no ha variado. Que sus intenciones dentro de la “nueva política”, son producir un cambio del  régimen cubano haciéndolo afin al de Estados Unidos. Raúl  Castro,  por su parte, no se hace ninguna ilusión respecto a que Obama pueda admitir la existencia de un régimen socialista a noventa millas de su territorio. Por lo que las jugadas principales del partido están cantadas por ambas partes.

Al punto anterior, que viene de la actuación de la Jacobson durante su estancia en Cuba y reforzada a su regreso, se han sumado otros que complejizan la situación. Entre ellos:

- Raul Castro en la Reunión de la CELAC el pasado enero, planteó sus condicionamientos:

Devolución de la Base Naval de Guantánamo.

Compensar a Cuba por los daños del bloqueo y las agresiones.

Sacar a Cuba de la lista de países terroristas.

Eliminar la Ley de Ajuste Cubano y la Política de pies secos pies mojados.

Avanzar en la eliminación del bloqueo.

Además, en una extensa comparecencia televisiva, la negociadora cubana Josefina Vidal, prácticamente adelantó los asuntos en los que Cuba insistirá durante la próxima negociación. Además de hacer muy importantes esclarecimientos respeto a la cuestión migratoria y  las leyes del bloqueo, Vidal dejó muy claro que el aflojamiento de las sanciones del bloqueo depende en una medida importante de prerrogativas presidenciales. Mencionando también el álgido asunto de que todo lo que Obama está haciendo ahora para adelantar su agenda hacia Cuba, pudiera recibir marcha atrás por parte de otra administración, aunque por supuesto en tales momentos habría que determinar contextos políticos y lo que se haya logrado avanzar en las direcciones de cambio.

Es decir, que la administración de Obama, tendría que tratar de avanzar lo más posible en las medidas que ahora adopta, al mismo tiempo que reforzar hasta el final de su mandato, los contextos políticos que darían mayor permanencia a los cambios. Dentro de ello, la posibilidad de garantizar una nueva administración demócrata que continúe favoreciendo la agenda actual con Cuba.

Por su parte, Obama, arrecia sus ataques contra Venezuela, para poner claramente de manifiesto las diferencias con la política hacia Cuba. Lo cual lleva implícito una fuerte cuota de provocación.

Sin dudas, durante el primer round de las negociaciones, no salió el asunto de las Compensaciones. Pero el Presidente Raul Castro, no casualmente, lo puso a flote. Es que tal asunto venia apareciendo cada vez con mayor frecuencia en cuanto Obama el 17 de diciembre pasado habló de restablecer relaciones con Cuba. Y es lógico que nuestro presidente haya querido expresar la posición de Cuba al respecto. Que sepan que Cuba está dispuesto a negociar el costo de las propiedades nacionalizadas, pero en una mesa de cuatro patas, no de dos. Si quieren verse compensados, que saquen también la cuenta de lo que ha costado a Cuba el bloqueo y las agresiones por más de 54 años.

En los actuales momentos se entrelazan muy bien dos asuntos: la intención de Obama de avanzar con vistas a la Cumbre y la de Cuba por no dejar de lado cuestiones que deberán ser resueltas antes de continuar avanzando. Sin dudas, como pensar hacia un segundo round de las negociaciones, habiendo establecido las embajadas, si Cuba no es sacada de la lista de países terroristas. Formando esta parte de las cosas, que como dijo Raúl Castro, si no se solucionan no vale la pena continuar negociando.

Todos sabemos que la ética norteamericana al negociar es agresiva  y bastante amoral; y el cuchillo que ponen en la espalda de su interlocutor también lo es.

Ya hemos dicho que el reto más importante que tiene Estados Unidos con Cuba, al parecer, es haberle acepado a la Isla negociar en igualdad de condiciones y con respeto de su soberanía, y eso a ellos no les ha sido posible nunca.

Luego parecen estar atrapados con su propio lazo, veamos si lo logran. Por lo pronto, Cuba está tranquila, pues si las condiciones impuestas por la isla para negociar no continuan siendo respetadas, se romperá la negociación y después de haber dado un paso exitoso, que ha incrementado considerablemente su popularidad, el prestigio de Obama en el hemisferio, quedará hecho añicos.

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