Por Marco León Calarcá
La realidad electoral también debe ser transformada. Las elecciones son el mecanismo idóneo de la democracia pero libres de todas las prácticas actuales de clientelismo, nepotismo y terror que vician sus resultados. Esa es tarea de quienes estamos comprometidos con el futuro libertario que se vislumbra a partir de los desarrollos de un eventual acuerdo final en La Habana.
Paradójica actualidad de Colombia, pues cuando parece que se allana el camino de la paz, las próximas elecciones regionales están marcadas por la antidemocracia. No hay coincidencia entre el avance y la posibilidad real de iniciar la reconciliación basada en la verdad y de instaurar una verdadera democracia con la triste realidad de un proceso electoral con todos los vicios conocidos y otros más.
La fiesta democrática tiene mucho de fiesta y nada de democracia, de los tiempos de la inmensa borrachera electoral y la comelona de tamales, pasamos por el auge de la autoconstrucción cuando el favor del voto se pagaba con tejas y ladrillos, luego la etapa, no superada totalmente, del terror paramilitar eligiendo sus fichas y basando sus campañas en el asesinato, el miedo y la estigmatización, hasta llegar a la actualidad de las mafias de la manipulación de la votación.
Los tiempos actuales son los del todo vale, todo tiene su precio, cuanto me toca, el famoso CVY, como voy yo; el dios dinero manda y dirige el egoísmo del yo y su apariencia. Es el escenario donde se desarrolla el proceso electoral.
Las empresas denominadas partidos inician la fiesta del dinero con la venta de avales, no hay criterios para escoger los candidatos, solo el compromiso de devolver con creces el respaldo, para eso están los contratos, los puestos y las recomendaciones, un verdadero negocio.
Ni hablar de los multiavales, práctica justificada en las necesarias y válidas alianzas, convertida en unión de maquinarias electorales, donde no importan principios ni ideologías y menos quienes votan. ¿Cómo explicar candidaturas con respaldo de extrema derecha, derecha, centro e izquierda. Todo el espectro de la política de acuerdo?
Y ya como candidatos a conseguir los votos, en ningún momento piensan en convencer a los electores, para qué perder tiempo en eso, buscan supuesta eficacia y garantía a través de la formación de grupos de votantes presionados y dependientes de los aspirantes a la contratación del Estado, la compra de votos, la trashumancia como parte de esta y donde se presenta el negocio de los pobres, que al menos sirve para ir resolviendo las miserias sembradas por el sistema.
En medio de semejante convite electoral la tarea principal de quienes aspiran a puestos y dignidades es desprestigiar a los contrarios, nunca hay límite, pues no importa la verdad o la mentira que predomina, solo interesa el resultado. Además y en medio de los Diálogos de Paz, el saldo de asesinatos aumenta en la contienda electoral.
De este entorno saldrán los mandatarios regionales, locales, concejales, diputados y ediles, por tanto es imperioso transformarlo para poder hablar y practicar la democracia, pues son casi nulas las posibilidades de encontrar representantes de los intereses de las mayorías, aunque se postulen y hagan campañas en precarias condiciones y en contravía a la generalidad.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario