En un edificio controlado por 30 matones de seguridad privada, a los cuales se suman 10 efectivos de Infantería y 10 de la Metropolitana, la Sala Alberdi y sus ocupantes cumplen una semana de bloqueo mientras cerca de 200 personas acampan en la puerta del Centro Cultural para intentar impedir el desalojo.
Sin embargo, la situación se agrava con el correr de las horas. Tres matones se encuentran en la puerta del teatro para provocar y amenazar a sus ocupantes mientras que, por otro lado, cortaron la soga desde la ventana del tercer piso cuando se intentó proveerles de agua desde el acampe.
Ayer, un grupo de personalidades intentó ingresar al Centro Cultural General San Martín, tras marchar desde Corrientes y Paraná, pero ello fue impedido por la seguridad privada contratada por el gobierno macrista.
Mediante un comunicado, los integrantes de la Sala afirmaron que "el ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, está desesperado" porque "su plan maléfico de desalojar ilegal y extorsivamente a la Sala Alberdi, cerrando el Centro Cultural G. San Martín por vacaciones e impidiendo la entrada de los trabajadores del único teatro que mantiene sus actividades, le está saliendo espantosamente mal", destacando luego el crecimiento del acampe y la realización de asambleas abiertas junto con festivales artísticos diarios.
Por otro lado, sostuvieron que la desesperación del titular de la cartera cultural de la Ciudad proviene de "una responsabilidad muy grande para con capitales nacionales y extranjeros que tienen intereses millonarios sobre el Centro Cultural", afirmaron que ello "lo hará ir hasta las últimas consecuencias; y eso que ya encerró a personas sin agua, sin comida y sin baño".
"¿Cómo no desesperarle un teatro autogestionado que brinda 20 talleres y espectáculos a la gorra, dentro de un edificio de 18 pisos enfocado al consumo y al turismo, donde se alquila el espacio público a eventos de empresas privadas?¿Cómo no desesperarle que la toma de la sala Alberdi represente la lucha contra la mercantilización de la cultura y la cultura de la mercantilización dentro del Ícono más grande de la privatización cultural?¿Cómo no desesperarle que cuánto más insiste en lograr su objetivo, tanto mayor es el grado de respuesta de la lucha que ahora tiene 25 carpas instaladas en la puerta del Centro Cultural G. San Martín?", se preguntaron.
Finalizaron, exigiendo el libre acceso al Centro Cultural Gral. San Martín para que la Sala Alberdi pueda continuar con el desarrollo de sus actividades y la inmediata expulsión de los matones que se encuentran dentro del edificio.
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