UNPACU: del blablabla a las “licencias para matar” (Visión desde Cuba / Santiago Arde)

De pie, pulover blanco: Vladimir Martín Calderín. Coordinador de la célula Wilman Villar Mendoza. Al fondo, Yasmil Hechavarría Delgado.

Por Scarlet Lee

Por estos días se agudiza el discurso de la llamada “oposición cubana” sobre las supuestas violaciones a los Derechos Humanos que se cometen -según su “teoría” sobre democracia y derechos- a diario en nuestro país; en el marco de la campaña subversiva que cada año promueven como preludio a la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.

En ese “discurso”, en el que los delincuentes comunes se convierten en “presos políticos”, los indisciplinados sociales y alteradores del orden en “reprimidos” y “violentados”, el mercenarismo en “lucha pacífica” y el dinero que reciben por su actividad contrarrevolucionaria, en “ayuda para el cambio democrático”; no leerá usted referencia alguna a los hechos de violencia que protagonizan los miembros de la nombrada Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y que su líder José Daniel Ferrer conoce, y pretende ocultar porque no conviene a los ojos del pueblo y del contribuyente.

Y es así como en Santiago de Cuba, cuando Ferrer García alardea del “aumento progresivo” de sus socios en este negocio, usted levante los brazos y pida; porque un nuevo delincuente ha sido “reclutado”. Así fue con Yasmil Hechavarría Delgado, conocido en su barriada del Reparto Zorribe como “El mellizo”, quien pertenece a la célula de UNPACU Wilman Villar Mendoza y del que ya les había comentado en un artículo anterior (http://santiagoarde.wordpress.com/2014/11/03/unpacu-y-jose-daniel-ferrer-el-fin-justifica-los-miembros/) y hace aproximadamente 36 horas fue autor del delito de asesinato, del que fue víctima el ciudadano Reynaldo Portuondo Plana de 39 años de edad, quien residía en el Distrito José Martí.

Hechavarría Delgado, ya era conocido en los establecimientos penitenciarios por cumplir sanción por delitos como proxenetismo, violación de domicilios, lesiones graves y atentado a funcionarios públicos. Ahora por el nuevo “mérito” en su currículo, una larga estancia le espera, para que recuerde que el servicio eléctrico no se roba a los vecinos y cuando estos reclamen, no es ocasionarles la muerte, la salida.

No espero que Ferrer García haga alusión al hecho, sería pedirle peras al naranjo. Solo me satisface demostrar que esta gentuza que alardea de su “lucha pacífica” en nombre de la defensa de los #DDHH, son simplemente delincuentes de la peor calaña; los hijos que la sociedad no quiere y que Ferrer García recluta, proporcionándoles “licencias para alterar, agredir, golpear y… también matar.