Colombia: Paz y crisis del régimen (ANNCOL) Por Alberto Pinzón Sánchez La temprana conformación de un “Bloque de Poder Contrainsurgente” (BPCI) en la dirección hegemónica del Estado...

Colombia: Paz y crisis del régimen (ANNCOL)

Santos - Alejandro Ordoñez

Alberto Pinzon Sanchez

Por Alberto Pinzón Sánchez

La temprana conformación de un “Bloque de Poder Contrainsurgente” (BPCI) en la dirección hegemónica del Estado colombiano, junto con la confirmación de que el gobierno de los EEUU y sus agentes (de todo tipo, económicos, políticos, sociales, militares ect) se han integrado al llamado conflicto interno colombiano hasta convertirse en un factor interno del mismo; son talvez las dos más importantes  conclusiones del informe de la Comisión Histórica del Conflicto (Habana feb 2015)

Hay  otros resultados sustanciales y concluyentes  como por ejemplo que el conflicto colombiano  es simultáneamente social, armado e histórico. Que descansa sobre una base tradicional  muy crítica llamada “cuestión agraria”. O que es el resultado de las múltiples reformas estructurales frustradas por una “modernización capitalista, hasta su transnacionalización total con el Narcotráfico, pero sin modernidad”, es decir sin las modificaciones definitivas  en la supra-estructura de la sociedad colombiana, lo que ha provocado una  permanente y persistente crisis jurídica, política, ideológica y moral que hoy se ha tornado más evidente.

El concepto de Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCI) planteado y sustentado muy sólidamente en el 2009 por Vilma Liliana Franco, en su excelente y esclarecedor libro, que no dudo un minuto en recomendar, “Orden Contrainsurgente y dominación. Instituto Popular de capacitación. Medellín” ; es un elaborado concepto analítico  que va mucho más allá de nuestra antigua categoría clasista de “Oligarquía latifundista y financiera trasnacionalizada”, en tanto que incluye además de la anterior, un número mayor de “estratos” sociales medios e incluso lumpenes, congregados y agrupados en el nivel Central y Regional  con “estamentos” como el militar con su brazo paramilitar y el religioso; corporaciones nacionales como los gremios colombianos, e internacionales como las compañías multinacionales, económicas, mineras, petroleras y militares públicas y privadas (DynCorp, Galil, ect) con el fin de adelantar una guerra contrainsurgente de dominación y despojo en Colombia, dentro de un claro propósito geo-estratégico imperial. Esto es lo que actualmente se está descarnando, tanto en los diálogos de la Habana como en los acontecimientos atropellados de Colombia.

Hemos entrado en una fase en donde estos dos elementos complementarios (ojo complementarios) diálogos de La Habana y crisis integral del régimen, se han entrecruzado definitivamente. Obviamente el Bloque de Poder Contrainsurgente con “su infinita sabiduría” adquirida en siglos de guerra civil permanente, así lo ha percibido y entonces, construye la matriz mediática de impedir que los dos elementos mencionados (diálogos y crisis) se solucionen de manera conjunta e integral, poniendo al pueblo trabajador colombiano en una disyuntiva: ¿Cuál de los dos elementos resolver primero?

Resolviendo esa disyuntiva está JM Santos con su Cristo a cuestas, ayudado de vez en cuando por el Cirineo Mora Rangel: - “Es la última oportunidad para las Farc de hacer la Paz”. Truena adusto y ceñudo el general con la manga del pantalón arremangado. Pero no se pregunta ni por asomo si no es la última oportunidad para el “ejército de los falsos positivos” y quién sabe si también sea la última para todos.

La disputa interna entre las fracciones de Santos y de Uribe Vélez por la dirección del Bloque de Poder Contrainsurgente, parece que JM Santos la está resolviendo con la suspensión de la Ley de garantías  en favor de los poderes contrainsurgentes fácticos regionales, y la futura presidencia de Vargas Lleras como lo analiza  06.04/15, el columnista del Espectador Luis Carvajal Basto http://www.elespectador.com/opinion/elecciones-sin-garantias

Mientras la fracción de Uribe Vélez parece irse decantando y separando de él, para agruparse alrededor del veneno pegajoso de un supuesto “pacto por la paz” para el futuro, liderazgo por un reconocido figurón de ese Bloque de Poder Contrainsurgente como lo es el Procurador Ordoñez, ahora empoderado por el prestigioso analista político León Valencia, según la noticia de Caracol: http://www.caracol.com.co/noticias/actualidad/el-procurador-ordonez-promueve-un-pacto-por-la-paz/20150405/nota/2704165.aspx

Al final tenemos que JM Santos, como el perro del hortelano, ni resuelve la crisis general del país, ni firma el pacto de paz con la insurgencia. Prolongando la situación del “corcho en el remolino”, ganando tiempo para que el Bloque de Poder Contrainsurgente fisurado por la disputa Santos - Uribe se recomponga y resuelva la situación: bien sea con la futura presidencia del actual vicepresidente Vargas Lleras o, con la del Procurador Ordoñez, quien está en campaña presidencial desde hace 6 años aglutinando la contrarrevolución.

Ahora si entiendo por qué el general Mora Rangel, quien todo este tiempo no había dicho mayor cosa, ahora habla de la última oportunidad  para la paz que tienen las FARC: Para evitar la obviedad de que la paz con justicia social democracia y soberanía que desmonte el Bloque de Poder Contrainsurgente dominante, sea un triunfo monumental de todo el pueblo trabajador colombiano, completamente diferente a la dádiva generosa dada por un general en jugoso retiro.      

Fuente imagen: El Espectador.com

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