Despido PRO.

Hace dos semanas atrás le habían informado a Rolando García, quien se desempeñaba en la Dirección General de Empleo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde abril de 2011, que su contrato no sería renovado. Cínicamente, se le comunicó que no se trataba de un despido, sino de una "no renovación".

No se le ocurrió mejor idea al Dr. Jorge Dotto, Director General de Empleo del GCBA, que ordenar el reparto de panfletos del Gobierno de la Ciudad con la imagen de Mauricio Macri al personal a su cargo durante su horario de trabajo. Dicho funcionario trabaja bajo el mandato de Ezequiel Sabor, Subsecretario de Trabajo del GCBA, quien llevó adelante las gestiones del traspaso del subte a la Ciudad de Buenos Aires e intentó, entre otras cosas, negar el derecho de huelga de los trabajadores de ese sector.

Rolando se negó a ello y el pasado 3 de enero se encontró con la "sorpresa" de la baja de su tarjeta de ingreso, efectivizando así su despido. Las gestiones gremiales en pos de su reincorporación no son escuchadas por ambos funcionarios. No sorprende. Es algo bastante común que ello ocurra. Se podría decir que es la marca registrada del macrismo en materia de relaciones laborales.

Sin embargo, este caso denota la situación de cientos de trabajadores del Gobierno de la Ciudad que trabajan bajo la figura de "contrato de locación de servicios", realizando la misma tarea que los trabajadores de planta permanente. Mediante esta precarización, ellos no acceden a los derechos laborales básicos, tales como las vacaciones, el aguinaldo, los días de trámite o días de estudio, entre otros, que son negados en forma sistemática, como tampoco reciben indemnización de ningún tipo al ser despedidos sin causa.