OPINION - EDITORIAL REVISTA EL CLUB DE LA PLUMA - FEBRERO 2009 - NIÑO, DEJA DE JODER CON LA PELOTA… TOMA LA PIEDRA..., POR NORBERTO GANCI

SUMARIO

1 - ARGENTINA, CÓRDOBA: OPINIÓN - EDITORIAL REVISTA EL CLUB DE LA PLUMA - FEBRERO 2009 - NIÑO, DEJA DE JODER CON LA PELOTA… TOMA LA PIEDRA..., POR NORBERTO GANCI.

De: Norberto Ganci

Fecha: Sábado, 17 de Enero de 2009 07:58 a.m.

Para: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN

Asunto: EDITORIAL REVISTA EL CLUB DE LA PLUMA - FEBRERO 2009 - NIÑO, DEJA DE JODER CON LA PELOTA… TOMA LA PIEDRA..., POR NORBERTO GANCI

NIÑO, DEJA DE JODER CON LA PELOTA… TOMA LA PIEDRA...

Comienza Serrat expresando: "A menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción…". Por supuesto que es la primera y gran satisfacción que gozamos al tener en nuestros brazos a nuestros hijos, y ello nos hace abrigar un sinnúmero de sueños y (aunque no debiéramos) esperanzas… Los pensamos como una prolongación de nuestra existencia, egoístamente intentando desafiar aquello de que todo tiene un principio y un fin, tal como nos han impuesto desde hace mucho, trasladando a la mayoría de los aspectos de la vida eso del comienzo y el final, el alfa y la omega, el 31 y el 1º, la vida y la muerte…Aunque nos resistimos enérgicamente al término de algo, fundamentalmente a esto que llamamos vida, y más si eso tiene relación con nuestros hijos.

En otro pasaje de su tema Serrat dice: "…Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma, nuestros rencores y nuestro porvenir…" y efectivamente así es, aunque nos hagamos ilusiones pensando que obraremos al revés. Sociedades enteras trasladan a sus descendencias sus dioses, tradiciones, ideales, rencores, odios, desesperanzas y cuanto se ha acumulado en la memoria colectiva a través del tiempo.

En estas últimas semanas estamos presenciando una realidad aterradora, deplorable, vergonzosa y humillante; el gobierno israelí comenzó una operación de exterminio étnico en la Franja de Gaza, atacando indiscriminadamente a la sociedad palestina allí residente (para decirlo de manera elegante…ya que es mucho más apropiado decir que más que residir están confinados en un gheto a donde no pueden llegar las asistencias para lograr una cierta calidad de vida)…

No existe justificación alguna para la matanza que se está llevando a cabo allí, como tampoco existe para ninguna matanza, genocidio, en ninguna parte de la tierra, pero igual, los portadores de muerte y destrucción siempre tienen, aunque inaceptable, un argumento para justificar lo injustificable. Aún así, son innumerables las fotografías que muestran el dolor y desconsuelo de padres que ven cómo se han segado las vidas de sus hijos, esos que les daban la primera satisfacción al parecérseles… Aún así, es la desolación de una sociedad indefensa víctima de la irracionalidad y la ambición desmedida.

Ya se ha dicho en muchos medios, el gobierno israelí está cometiendo la misma atrocidad a la que fue sometida la comunidad judía en el llamado holocausto, el gobierno israelí vuelve a escribir con sangre una historia negra, salvo que en lugar de padecerla la inflige…De esta manera se puede comprobar enfáticamente cómo se van transmitiendo los rencores y el porvenir de los que habla Serrat. ¿Qué rencores abrigarán los niños que sobrevivan a esta matanza? ¿Qué porvenir les deparará esta realidad miserable, rodeada de muerte, desolación e impotencia?

Otro aspecto de esta macabra parte de la historia de la humanidad, es la lentitud (para ser suaves…) de las naciones restantes en no sólo pronunciarse, sino en actuar en defensa de la vida, lentitud que también los hace responsables por las muertes que vilmente en algún momento de otro conflicto fueron calificadas como "daños colaterales". De manera automática todos los gobiernos del mundo deberían haber, no sólo expulsado a los embajadores israelíes, sino que deberían haber roto sus relaciones comerciales hasta tanto no dejaran de conducir a la muerte a toda una población, como lo están haciendo. Pero toda esta actitud miserable o inacción no es gratuita ni carente de responsables. La sociedad toda en su conjunto somos responsables y nos convertimos en cómplices del exterminio; no asumimos el reto de salir de nuestros espacios para volcarnos multitudinariamente a las calles para manifestarnos contrarios a tal atrocidad. Si lo hacemos, por ejemplo, es en un número sumamente menor al de todos los habitantes de una ciudad, y nos quedamos en esto de escribir, de putear desde nuestras casas, desde Internet, desde el café, sin lograr absolutamente nada. Es exactamente lo que hacemos (o lo que no hacemos) por "los excluidos de siempre", por los aborígenes, los campesinos, los enfrentados fratricidamente en África por el mezquino interés del coltan -que desean explotar y saquear para que vos, yo, usted y usted podamos hablar por celulares y mandar mensajes de texto, muchas veces idiotas y sin sentido-. Nos han instalado la idea que a través de Internet y los celulares estamos comunicados, como en otra época en que nos hicieron creer que todo el mundo nos miraba por TV, y estamos muy lejos de estar comunicados, nos hemos aislado irresponsablemente de los más necesitados, nos hemos hacinado en pequeñísimos ghettos individuales, donde la vergüenza está disimulada sin terminar de comprender que la lucha está en las calles, al lado de nuestros hermanos (si es que en algún momento podemos mirar al otro de esa manera…). En eso también nos han formateado, imprimiendo la idea de que ya los tiempos cambiaron y como, supuestamente, hemos madurado como sociedad, las luchas ahora son por las ideas y no por las armas…vayan a explicárselo a los palestinos, a los africanos, a los tobas, a los campesinos, a los habitantes de las villas que son expulsados para beneficiar algún negocio inmobiliario propiciado por los poderes políticos de turno…

Es cierto cuando Serrat dice que "…nada ni nadie puede impedir que sufran –los hijos-, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós…" pero es cierto y deseable que ello ocurra de manera natural, porque como viene sucediendo los miserables los están haciendo sufrir, impidiendo que crezcan, deteniendo las agujas sin que nos puedan, siquiera, decir adiós…

NORBERTO GANCI "EL CLUB DE LA PLUMA" –DIRECTOR-

elclubdelapluma@gmail.com - http://elclubdelapluma.ning.com - www.elclubdelapluma.com