SUMARIO
1 - ARGENTINA, BUENOS AIRES: OPINIÓN - LA POBREZA ES UN NEGOCIO, POR JUAN DISANTE.
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From: Zelig
Sent: Saturday, December 13, 2008 3:56 PM
To: GACETILLAS ARGENTINAS - REDACCIÓN
Subject: LA POBREZA ES UN NEGOCIO, POR JUAN DISANTE
( !! )
-- ¿ Por qué dice que la redistribución de la riqueza nunca va a ser llevada adelante ?
-- Porque en el sistema actual de nuestro País la pobreza es un negocio.
Las sumas invertidas en cárceles, Institutos de Menores y profesionales que atienden a niños pobres y excluídos son varias veces millonarias (!!).
Ningún asistente social, psicólogo o funcionario social dice la verdad de lo que está pasando, porque teme perder su empleo (!!).
Por cada niño atendido por problemas carenciales, al Estado le cuesta 3.150 $ mensuales (!!).
Pero nada de ese monto se le entrega a la madre, que es la tutora natural de su hijo y, por lo contrario, se le arranca a su hijo para darlo al cuidado de madres sustitutas (!!).
Se argumenta que madres con 8, 10 o 13 hijos no están en condiciones de cuidarlos (!!).
-- ¿Existe hoy una apropiación indebida ("democrática") de los pibes de familias pobres.
-- Sí que existe.
-- ¿Y los chicos terminan bien al final del camino ?
-- No. Son mal atendidos. Van anidando profundas culpas, rencores, conflictos íntimos y terminan su internación peor que antes.
-- ¿Entonces?
-- Se vuelve a reciclar el proceso social de ellos en un plano superior y mucho más grave.
-- ¿Soluciones?
-- Como inmediatas: eliminar la burocracia política (puesta a reivindicadores sociales) y elegir a verdaderos especialistas independientes que trabajen mano a mano con cada familia, dirigiendo los fondos existentes para que sean administrados (con controles) por los mismos padres. Asegurar la escolarización "sine qua non" de cada menor.
-- ¿ En la Provincia de Buenos Aires, se puede eliminar la pobreza como negocio de unos cuantos vivos ?
-- Va a costar mucho. Pero hay que impedir que ese mercado sea atractivo para los burócratas y empresarios de la política.
( De la investigación sobre la pobreza en Argentina del "Micro Observatorio Social" ) .
Juan Disante
NADA QUE ENVIDIAR A BLUMBERG
¿Quién no se acuerda del kirchnerismo en pleno acusando a Juan Carlos Blumberg de fascistas y otros epítetos semejantes? Porque cuando el "ingeniero" hizo pública su opción por Mauricio Macri, los mismos que le subsidiaron la fundación, que asistieron a sus cenas en el Alvear a razón de cientos de dólares el cubierto, que lo recibieron en la Casa de Gobierno y el Congreso, se trataron de despegar del gurú de la "inseguridad ciudadana" al que habían tratado de contentar con aquel "plan" presentado por el poder ejecutivo al legislativo. Esas "leyes Blumberg", que, en realidad, fueron "leyes Kirchner", propuestas por su ministro y votadas por sus diputados y senadores.
Mostrando de qué manera son intercambiables unos burgueses por otros, ahora es, de nuevo, ese mismo kirchnerismo, a través de algunos de sus gobernadores, intendentes y diputados, los que hacen campaña con medidas reaccionarias como proponer que los chicos de 12, 13 o 14 años sean tratados como "adultos" en caso de que cometan delitos.
Nos mienten -y, desgraciadamente, muchos se lo creen- cuando nos dicen que un menor de edad que comete un delito es impune. Como si los institutos de menores estuvieran vacíos y buscando inquilinos. Como si los procesos "tutelares", que sólo tutelan los intereses de los ricos, dieran alguna salida humanitaria a la cruda situación de tanto pibe en la calle, sin familia, sin escuela, sin juegos, sin futuro. Como si los jueces y asesores de menores fueran otra cosa que administradores de cárceles, eufemísticamente llamadas "institutos".
El menor de edad sometido a un proceso penal tiene menos garantías que un adulto, sea cual fuere el delito cometido. Si tiene menos de 16 años, no será formalmente condenado, pero quizás pasará más tiempo encerrado que cualquier adulto en su situación. Seguro, más que cualquier policía torturador o fusilador.
Nos mienten cuando escriben de "la problemática de los menores". Digan la verdad, es la "problemática de los menores pobres", porque a los ricos, aunque le saquen el arma al papá gendarme y fusilen a sus compañeritos de escuela, les espera la mejor defensa que el dinero pueda pagar, y, en el peor de los casos, una internación en una institución privada que no se diferencia mucho del country o la quinta del fin de semana.
Cuando hacen falta grandes titulares en los diarios que avalen la represión, siempre están a mano los pibes pobres, esos que los policías explotan como mano de obra barata, y que, si desobedecen son carne de gatillo. Nada que envidiar a Blumberg.
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