La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, mediante las Resoluciones Nº 30 y 31/11 - P, formalizó la identificación de dos personas desaparecidas; una de las cuales, mediante un cotejo de sus huellas dactilares y otra, por un estudio genético de muestras óseas y sanguíneas. Asimismo, dispuso la extracción de testimonios a ser remitidos al Juzgado Federal N° 3 de la Capital Federal, donde tramita la causa Nº 14.216/03 “Suárez Mason, Carlos G. y otros s/homicidio…”, por tratarse de ilícitos cometidos en la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército de esta ciudad, según informó el Centro de Información Judicial (CIJ).
Una de las personas identificadas fue Cecilia Rotemberg, quien nació en esta Capital, siendo ex - aluman del Liceo Jean Mermoz y tenía 21 años al momento de su muerte. Fue secuestrada el 02/01/77 en Isidro Casanova, Provincia de Buenos Aires. Su cuerpo fue hallado el 05/02/77 en la intersección de las calles Cotagaita y Juramento, de San Justo y fue inhumado como "N. N.", junto al del español Manuel Coley Robles, quien fuera identificado en 2009, en el Cementerio Municipal de Villegas, Partido de La Matanza.
En la exhumación de restos efectuada por el Equipo Argentino de Antropología Forense, se encontró el esqueleto de la compañera, con impactos de proyectiles de arma de fuego, luego identificado mediante estudios genéticos realizados en laboratorios de EE. UU. y Córdoba, los cuales complementaron los estudios antropológicos realizados.
Tomás Adolfo Paredes fue la otra persona que logró ser identificada y quien fuera secuestrado el 07/05/76 en la Capital Federal, con 47 años de edad. Gracias a las gestiones realizadas por la Cámara pudo localizarse el expediente tramitado en el Juzgado Penal N° 6 de La Plata, iniciado el 08/05/76, por el hallazgo de un cuerpo sin identificar en un descampado de Cañuelas, Provincia de Buenos Aires, el cual fue inhumado en el cementerio de dicha localidad. Sin embargo, no pudieron hallarse sus restos debido a la reutilización de la sepultura en 1980 y 2006. No obstante ello, la identificación fue posible por las huellas dactilares obtenidas oportunamente, las cuales se remitieron a la Policía Federal Argentina para cotejarlas con las existentes en el Registro Nacional de las Personas, lo cual permitió su efectiva identificación.
El Tribunal superior destacó que se han logrado 233 233 identificaciones, con entrega de restos en 202 casos, en el marco de la "búsqueda de la verdad".
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