La documentalista Miriam Paz, quien viaja hacia Paraguay, desde hace 5 años, con motivo del atropello contra los 6 presos políticos paraguayos que fueron extraditados por nuestro país, había viajado el pasado 2 de diciembre a Asunción para participar del preestreno del documental "Mujeres Unidas en la Esperanza", que relata las experiencias de las trabajadoras sexuales en la capital paraguaya y para realizar una nota a Osmar Martínez, autor del libro "La Razón de mi Prisión", a quien visitó en la cárcel, donde le fué secuestrado el material suministrado por él y que luego se difundió por los medios de comunicación del vecino país con el fin de intimidarla en su labor periodística.
Mediante un comunicado de prensa, Paz informó que el pasado 3 del corriente, se entrevistó en la cárcel con Martínez para proponerle la nota periodística. Según afirmó la documentalista, "al despedirnos me entregó sus últimos escritos para que los lea y le dé mi opinión algo que obviamente acepte sin dudar" tras haber acordado su realización al día siguiente.
Sin embargo, al salir de la institución carcelaria, sus guardias le quitan los escritos recibidos y la retuvieron durante dos horas aproximadamente para, luego, liberarla tras un breve interrogatorio en donde le informaron que le secuestraban dicho material por haber infringido el procedimiento. Al exigir la devolución, le comunicaron que el único que podía decidir sobre ello era el jefe de la cárcel que regresaría el lunes 5 del corriente.
Una hora después, según afirmó la documentalista, "comienza a circular la noticia por las páginas de los principales diarios de Paraguay incluyendo mi nombre y apellido". El domingo, los medios gráficos paraguayos, como ABC, Última Hora y La Nación "comienzan a publicar fragmentos de los escritos secuestrados" (1), según expresó en su comunicado de prensa y el lunes, afirmó, "los noticieros de televisión mostrando los escritos e inclusive la fotocopia de mi documento violando absolutamente mi privacidad cuando yo no estoy acusada de ningún delito" y consideró a estos hechos como actos de intimidación.
Ante esta situación, responsabilizó al Estado paraguayo y sus fuerzas de seguridad por su integridad física, como también denunció a las fuerzas policiales por el secuestro del material periodístico, por cuanto ello constituye una violación del Art. 36 de la Constitución de la República del Paraguay que garantiza la inviolabilidad del patrimonio documental y la comunicación privada.
Notas:
(1) Links a las notas publicadas sobre los hechos.
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