Caso Bulacio: Una condena para no condenar Valga el título de la nota para el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 29, integrado por los jueces Rodolfo Gustavo Goerner, María Cri...

Caso Bulacio: Una condena para no condenar

Walter Bulacio - Grande 2Valga el título de la nota para el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 29, integrado por los jueces Rodolfo Gustavo Goerner, María Cristina Deluca Giacobini y Alejandro Litvack, que se conoció el pasado 8 del corriente por el cual se impuso la pena de tres años de prisión en suspenso al ex comisario Miguel Ángel Espósito, quien fue imputado solamente por la privación ilegítima de la libertad de Walter Bulacio en ocasión del recital de Los Redonditos de Ricota que se realizara en 1991 en el estadio de Obras Sanitarias.

22 años de espera para una sentencia, antes de la cual el imputado "agradeció" que no se lo obligara a permanecer en el tribunal, que perpetúa la impunidad y da cuenta del rol del Poder Judicial, cuando las víctimas de las fuerzas represivas son jóvenes.

Bien recuerda CORREPI, en su comunicado "No es la Argentina ' de otros tiempos ', es la de ahora", que el asesinato del joven "es un crimen de Estado, porque es un crimen policial, y la policía es el brazo armado del Estado, dirigida por el gobierno de turno", lo cual ha sido reconocido hasta por la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos en su sentencia del 18 de septiembre de 2003 que aún no es cumplida por el Estado Nacional.

Bajo la excusa del Memorándum 40, esa noche de rock tuvo lugar una verdadera razzia durante la cual se detuvo a centenares de jóvenes a palazo limpio que, luego, fueron liberados en forma discrecional de la Comisaría 35ª, cuyo titular era Espósito. Resabios de la dictadura en democracia fue lo que se vivió en las adyacencias de un estadio colmado donde los jóvenes solamente querían escuchar rock. Sin embargo, ninguno de los policías que actuaron fueron imputados como tampoco se tuvo en cuenta la tortura y muerte de Walter.

Sin dudas, fue una condena para no condenar, para perpetuar la impunidad de las fuerzas policiales y de seguridad iniciada durante el menemismo y continuada por el duhaldismo, el delarruismo y el kirchnerismo. Es la misma que impide encerrar a José Salmo, el gatillo fácil que confinó a la compañera Carla Lacorte a una discapacidad motriz, la misma que está impidiendo esclarecer definitivamente lo que le ocurrió a Luciano Arruga y juzgar a los ocho policías involucrados que aún continúan en actividad y la misma que permite que Jorge Julio López siga desaparecido en democracia.

Solamente la lucha permitió esta tibia condena, cuyos fundamentos se conocieron este viernes y que compartimos con ustedes, porque más allá de lo jurídico existe algo que se llama legitimidad y ello no existe para este fallo que debió tener una condena más elevada y muchos más responsables en la cárcel.

PDF_Icon_48 Fallo Caso Bulacio.

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