Discurso del Presidente de Cuba, Raúl Castro, en la cumbre de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015 - 2030

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Estimados jefes y jefas de Estado y de Gobierno:

Distinguidos jefes y jefas de delegaciones:

Señor Secretario General de las Naciones Unidas:

Señor Presidente:

La inestabilidad en numerosas regiones tiene sus raíces en la situación de subdesarrollo en que viven dos tercios de la población mundial.

Los avances, quince años después de adoptados los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son insuficientes y desigualmente distribuidos.

Persisten, e incluso se agravan en muchos casos, niveles inaceptables de pobreza y desigualdad social, incluso en las propias naciones industrializadas. La brecha entre el Norte y el Sur y la polarización de la riqueza se incrementan.

Constatamos que estamos aún muy lejos de contar con una verdadera asociación mundial para el desarrollo.

No menos de 2 mil 700 millones de personas en el mundo viven en la pobreza. La tasa global de mortalidad infantil en menores de cinco años, sigue siendo varias veces la de los países desarrollados. La mortalidad materna en las regiones en desarrollo es 14 veces más alta que en aquellos.

En medio de la actual crisis económica y financiera, los acaudalados y las compañías transnacionales se hacen cada vez más ricos, y aumentan dramáticamente los pobres, los desempleados y las personas sin casa debido a crueles políticas llamadas “de austeridad”. Oleadas de inmigrantes desesperados arriban a Europa huyendo de la miseria y de los conflictos que otros desataron.

Los medios para implementar la Agenda, sin compromisos medibles ni calendarios, no son proporcionales al alcance de sus 17 objetivos de desarrollo sostenible.

La foto (Delegación de Paz FARC - EP)

Paz en La Habana

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Por Carlos Antonio Lozada

El encuentro entre el Presidente Santos y el Comandante en Jefe de las FARC - EP, Timoleón Jiménez, para anunciar el acuerdo sobre el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de no Repetición; es un hecho que trasciende el marco de los diálogos de paz.

Una era la situación antes del anuncio; otra es a partir de ese momento, sintetizado en la imagen de los dos protagonistas estrechando sus manos; teniendo como sello, las manos del Presidente anfitrión.

Es la imagen anticipada de lo que puede ser la Colombia posterior a la firma de los acuerdos de paz. Una Colombia reconciliada tras décadas de duro y crudo enfrentamiento entre compatriotas.

La posibilidad real de acabar esta guerra que se ha prolongado por más de 5 décadas, que es a su vez continuación de históricos conflictos mal cerrados, es ahora mucho más clara.

La terminación de la guerra no solo nos evitará más muertes y victimizaciones de miles y miles de colombianos; la firma de los acuerdos, abre además la perspectiva de materializar los cambios mínimos necesarios para iniciar la reconstrucción nacional sobre unas nuevas bases, que permitan superar las causas que generaron y han alimentado el conflicto a lo largo de estos años.

En primer lugar, están las transformaciones al sistema político que debe abrirse a la participación de todos los sectores en igualdad de condiciones, acabando con el monopolio del poder en manos de las élites que nos han gobernado por más de 200 años y con su costumbre inveterada de ejercer la violencia contra los opositores. En una palabra, ampliar la democracia, tal como está acordado en el punto 2 de la agenda, sobre participación política.

A nuestro modo de ver, este tema de la ampliación de la democracia pasa por la renuncia de la clase dominante a la concepción de Estado contrainsurgente, cimentada en la doctrina de seguridad nacional; sobre la cual han edificado todo su andamiaje de dominación jurídico - político, incluyendo la utilización de la Fuerza Pública y la creación de grupos paramilitares, para la defensa del orden establecido, que concibe todas las expresiones de protesta e inconformidad social y las opciones políticas alternativas, como un enemigo a combatir.

La ampliación de la democracia, pasa también por acabar con la corrupción, el clientelismo y el gamonalismo propio de formaciones pre-modernas y su entronque con las mafias del narcotráfico y de todo tipo de economía ilegal que se da en los territorios y que vician el sistema electoral; como se evidencia en las campañas electorales, como esta que cursa actualmente.

Como se ve, no se trata simplemente de que la insurgencia haga dejación de las armas, ese es un asunto que compromete las dos partes; y de ahí la importancia de este punto para la Colombia que debemos construir posterior a los acuerdos.

Difícil realizar unas elecciones limpias en Colombia (Delegación de Paz FARC - EP)

Elecciones Colombia

Fidel Rondon

Por Fidel Rondón

Se avecina la gran feria electoral, gamonales y electores agitan el mercado de los votos. Como todas las veces, organizaciones de la sociedad civil, independientes del Gobierno y de los partidos políticos, revelan esta vez que hay 800 municipios con riesgos de fraude electoral. Sin embargo, ninguno de los 1.101 municipios del país se escapa a las malsanas costumbres políticas electorales, teniendo en cuenta que alrededor del ejercicio del sufragio se fraguan empresas y microempresas electorales con variados expertos en la violación del ejercicio más manoseado de participación democrática. Verdaderos profesionales del delito.

Hay que admitir que la Constitución de 1991 abrió el camino para que nuevas fuerzas entraran en escena y que el inconformismo con los partidos tradicionales favoreció a los candidatos independientes que se valieron de un discurso, reacio a los partidos, para ganar el apoyo de los votantes. Pero el bipartidismo, como el mayor corruptor institucional de la nación no había muerto y contraatacó con la reforma política del acto legislativo 01 del 2003 y vuelve y se afinca en las regiones, de donde nunca se había ido luego de cada campaña electoral.

Alfonso Portela Herrán, el registrador delegado en lo electoral, por muchos años realizando elecciones, en su libro publicado en el 2006, "Fraude electoral: lo que la tinta no corrige", advierte con capacidad de afirmación que “con una legislación electoral como la actual, es muy difícil realizar unas elecciones limpias en Colombia”. Las acciones de fraude que se suceden antes, durante y después de las elecciones, nueve años después del libro - denuncia del señor Portela, se siguen sucediendo, y eso que la imputación proviene de una autoridad en asuntos electorales.

Aunque el Código Penal colombiano es pródigo en sanciones para quien incurra en conductas contra la participación democrática, entre otras, el fraude en inscripción de cédulas, la corrupción al sufragante y favorecimiento de voto fraudulento, hay conductas desbordadas en el descaro y que son ejecutadas por delincuentes - candidatos que han creado en los ciudadanos la otra mitad del delito y que son un conjunto de costumbres con grado de corrupción electoral.

El delincuente - candidato gana las elecciones regionales pagando registradores, financiando campañas con dineros de contratistas, adulterando las actas electorales, adulterando resultados electrónicamente, sobrepasando los topes de financiación, acomodando encuestas, obligando a funcionarios públicos a votar so pena de perder el puesto, suplantando jurados de votación, notificando irregularmente los jurados de votación, instalando en las mesas jurados fantasmas, con tarjetas prepago, o demorando el escrutinio. En fin, las pandillas gamonales han hecho del certamen electoral un torneo de delitos para salir avante y legalizar en acceso o la permanencia en el poder.

Paz y reforma de la doctrina de seguridad del Ejército (ANNCOL)

Manos por la Paz en La Habana

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Por Horacio Duque Giraldo

Teniendo como referencia explícita las concepciones militares imperialistas y violentas de los Estados Unidos y la OTAN, causantes de destrucción y muerte en diferentes lugares del globo, los generales colombianos anuncian una nueva doctrina estratégica para las Fuerzas Armadas. Desconocen los avances y demandas del proceso de paz y las nuevas realidades soberanistas de América Latina, como la UNASUR, que ha sido escenario para la solución del grave conflicto en la frontera con Venezuela.

Los altos oficiales de la institución castrense nacional han anunciado la adopción de una nueva doctrina militar de la seguridad para las Fuerzas Armadas.

El anuncio lo ha hecho el general Alberto José Mejía, comandante del Ejército, quien ha sido acompañado de otros oficiales  en condición de retiro, como Bonet Locarno y Mora Rangel, con la asesoría de expertos en temas estratégicos como Oscar Palma y Jean Carlos Mejía (http://bit.ly/1NSJZ89).

No obstante que el tema está previsto para ser considerado en los diálogos de la Mesa de Paz de La Habana, en el marco del denominado “fin del conflicto”, que incorpora puntos como los de la erradicación del paramilitarismo y las adecuaciones institucionales del Estado a los acuerdos de paz, el gobierno y el Ministerio de Defensa, han tomado la determinación de avanzar en el sentido indicado para proponer una nueva doctrina estratégica y un comando de educación y pensamiento para la rama castrense del actual Estado colombiano.

Como es sabido la concepción dominante en las entidades militares, durante más de 50 años, ha sido la contrainsurgente de la seguridad nacional cuyo contenido es el anticomunismo y la persecución violenta de las organizaciones de izquierda y sociales adversas al régimen político oligárquico y su Estado.

Esa doctrina ha sido la palanca central del paramilitarismo, los “falsos positivos”, las masacres campesinas, el desplazamiento forzado de millones de labriegos, el exterminio de la UP y la violación sistemática de los derechos humanos en las últimas décadas.

Se supone que la construcción de un nuevo esquema estratégico militar implica un riguroso diagnóstico de los problemas que inducen la anunciada nueva etapa. Es lo que no parece reconocerse claramente en los anuncios hechos por los generales. Más complicada todavía es la insólita afirmación en el sentido de mantener como puntos de referencia de los nuevos cambios el pensamiento militar imperial y el de la OTAN, origen de las guerras y atropellos ejecutados en diversos lugares del planeta por los dispositivos bélicos de los poderes preponderantes en la globalización.

Tremendo error. Se desconocen abiertamente los contenidos de los consensos alcanzados en las conversaciones de paz, particularmente en asuntos como la democracia ampliada, el respeto por los derechos humanos y las garantías de seguridad para los nuevos movimientos políticos y sociales que surjan con la terminación de la guerra.

Que el acuerdo de jurisdicción para la paz no deje en la impunidad crímenes de Estado (ANNCOL)

Movice

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado -Movice- expresa su satisfacción por los avances que en el punto de justicia ha logrado la mesa de conversaciones entre el Gobierno colombiano y las FARC - EP.

Para el Movice es fundamental que las partes hayan acordado la creación de la Jurisdicción Especial Para la Paz, cuyo propósito será contribuir a la búsqueda de la verdad, la reparación de las víctimas y juzgar e imponer sanciones a los responsables de graves violaciones a los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y graves infracciones al derecho internacional humanitario.

Consideramos que el hecho de que las salas de justicia y el Tribunal para la paz vayan a estar compuestos por juristas nacionales e internacionales deberá ser garantía de independencia e imparcialidad frente a los crímenes de su competencia y a la responsabilidad de quienes de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las FARC - EP y a los agentes del Estado.

La Jurisdicción Especial Para la Paz deberá abordar tanto las graves infracciones al DIH cometidas en el desarrollo del conflicto armado interno como los crímenes cometidos en el marco del conflicto social y político, que se constituyeron en crímenes de lesa humanidad perpetrados en cumplimiento de políticas masivas y sistemáticas de persecución y represión por parte de agentes del Estado, grupos paramilitares y grupos económicos y políticos con la intención de exterminar a determinados sectores políticos sociales y populares que se caracterizaban por la reivindicación de derechos.

Para el Movice es preocupante que el acuerdo no señale cómo se garantizará la participación de las víctimas tanto en la elección y postulación de los integrantes de las salas y del Tribunal como en la selección de los casos emblemáticos de que estas instancias se ocuparán, así como sobre su intervención en los diferentes procedimientos establecidos. El acuerdo solo señala que proveerán información que servirá para contrastar la conductas de quienes reconozcan verdad y responsabilidad.

Inquieta también que no se establezcan criterios para la selección de los casos de los que se ocupará la jurisdicción, ya que el nivel de impunidad que existe en relación con los crímenes de Estado alcanza casi el 100%. Preocupa, entonces, que a esta jurisdicción lleguen sólo los pocos casos que vinculan la responsabilidad penal de agentes del Estado y actores privados, algunos de los cuales persisten en negar su responsabilidad en los hechos por los que han sido condenados y por tanto, se beneficiarían de penas alternativas sin contribuir a la verdad y no repetición de los crímenes y obtendrían su libertad por cumplimiento de la pena establecida en el acuerdo.

De otro lado, en la mayoría de crímenes de Estado no se han siquiera vinculado dentro los procesos penales a los máximos responsables y beneficiaros de estos hechos, por lo que el mayor número de casos no se remitirán a la Jurisdicción para la Paz y continuarán en la impunidad, repitiendo lo sucedido con la llamada Ley de Justicia y Paz, en donde la mayoría de los paramilitares desmovilizados nunca fueron investigados por su responsabilidad en crímenes internacionales y por tanto, nunca pasaron por el procedimiento establecido en la Ley 975.

Punto Final: Una hazaña de medio siglo (CAPAC)

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Por Ricardo Alarcón de Quesada

En septiembre de 1965 frente al Café Haití, en la calle Ahumada, en pleno centro de Santiago, Manuel Cabieses Donoso y Mario Díaz Barrientos salieron a vender el primer número de Punto Final. Los jóvenes, jefe de redacción y director entonces de lo que hasta ese día era algo desconocido, trabajaban como reporteros del vespertino Última Hora y con sus salarios financiaban la nueva publicación. Nacía así una revista que nunca ha contado con el respaldo de anuncios comerciales y que ha dependido siempre de sus suscriptores y amigos. Lo decía en su editorial inaugural: “Cree que las grandes masas son las protagonistas de la historia y se coloca a su servicio. Pero no se encajonará en fronteras artificiales, no rehuirá la polémica ni sentirá temor de decir la verdad”.

Surgía un fenómeno novedoso que muchos suponían habría de perdurar poco. Una más de esas aventuras juveniles destinadas a quedar, para sus autores, cuando llegase la inevitable madurez, como un recuerdo grato, portador de añoranzas y nostalgias igualmente inevitables.

Pero el sueño cumple ahora medio siglo. A lo largo del tiempo transcurrido Punto Final se ha mantenido fiel, siempre al servicio de las masas populares y sus luchas y con su pensamiento abierto, incluyente, crítico, ajeno a todo sectarismo. Por eso es hoy mucho más que aquella modesta publicación fruto del altruismo, la generosa entrega de un puñado de idealistas, Punto Final es ya un medio de información y opinión irremplazable en Chile y en América Latina, punto de referencia que nadie puede ignorar, lectura obligada para todos, incluso para quienes quisieran que no existiese y le niegan cualquier contribución.

Desde sus inicios fue vehículo de expresión y movilización de los sectores oprimidos y marginados y de sus aspiraciones a un Chile verdaderamente democrático. La inspiraba el ideal socialista aunque no la dirigía ningún partido y sus redactores eran independientes o militaban en las diversas tendencias del amplio espectro de la izquierda chilena. Más de una vez fueron encarcelados y la revista fue requisada y su circulación prohibida.

Punto Final ha sido ejemplo invariable de internacionalismo y solidaridad latinoamericana. Lo fue desde el principio defendiendo a la Revolución cubana que en los años sesenta del pasado siglo encarnaba, solitaria, la dignidad latinoamericana y concentraba el odio y la agresividad del Imperio. Lo sigue siendo hoy con su respaldo consecuente a la Revolución bolivariana de Venezuela y a los demás gobiernos progresistas del continente incluyendo al de Bolivia cuyo derecho a una salida soberana al mar ha sabido sostener frente al chovinismo.

La resurrección del Che

Punto Final fue especialmente solidaria con la proeza que Ernesto Guevara y sus compañeros libraron en suelo boliviano, gesta necesaria a la emancipación definitiva de un continente al que mucho antes José Martí había llamado a luchar por su segunda, verdadera, independencia.

Encarando obstáculos descomunales, entre otros, el aislamiento y la ausencia de apoyo de algunos pretendidos revolucionarios, acorralado por una fuerza militar incomparablemente superior equipada, entrenada y dirigida por Estados Unidos, el pequeño grupo sufrió una derrota el 8 de octubre de 1967. Herido, desarmado y aquejado por el asma el Che fue capturado y asesinado por esbirros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que operaban como oficiales del ejército boliviano.

Sus captores le ocuparon el Diario que, entre el 7 de noviembre de 1966 y el 7 de octubre de 1967, había registrado los sucesos y sus reflexiones de once meses. Los asesinos planearon explotar al máximo aquel botín de guerra. Tergiversando y falsificando sus palabras seguramente hubieran podido divulgar un material espúreo que, al mismo tiempo, les habría dado pingües ganancias. Intentaban matar verdaderamente al Che aniquilando su memoria, hundirlo para siempre en el olvido. La diabólica operación fracasó estrepitosamente. Y en ello Punto Final desempeñó un papel decisivo.

¿Será Ana Montes tal amenaza planetaria? (CAPAC / Resumen Latinoamericano)

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Por Douglas Calvo Gainza

En estos tiempos de relativo deshielo entre Cuba y EE. UU., hay nombres que no pueden permanecer en el olvido. Obviamente, el de Ana Belén Montes es uno de ellos. Por ello, he creído positivo exponer algunas ideas personales sobre su caso, aceptando de antemano que algunas pueden estar equivocadas. Otras, con certeza, no.

En primer lugar, pienso que deben existir razones demasiado fundadas, para infligirle a alguien la incomunicación absoluta. Una persona a la cual se la obliga a padecer, no sólo el aislamiento radical y antinatural ante la luz del sol o el canto de las aves, sino también ante cualquier sonrisa compasiva, para tener como única compañía a personas cuasi dementes, debe ser sin dudas un grave peligro para la Humanidad.

¿Será Ana Montes tal amenaza planetaria? Lo dudo. Esa señora nunca dañó a su país, ni puso en peligro las vidas de civiles norteamericanos. No indicó a los islamistas algún túnel secreto para asesinar a Bill Clinton, ni colocó en las Torres Gemelas ningún sistema de señales que guiara el vuelo de los secuestradores durante el 9/11. Tampoco diseminó Ántrax en un Mall, o guió a extremistas afganos atacando un kindergarten en New York. Jamás preparó el terreno para la conquista de la Casa Blanca por algún Estado totalitario, ni mucho menos radió instrucciones sobre cómo bombardear el París Las Vegas de Nevada. No hizo nada, absolutamente nada contra su pueblo. Simplemente, ayudó (dentro de sus limitadas posibilidades, y exhibiendo gran valor personal), a que los ciudadanos de la Isla de Cuba, con iguales derechos que los de USA, dejaran de padecer incontables atentados contra su Presidente, decenas de secuestros aéreos y marítimos, inhumanos ataques a círculos infantiles, sanguinarias voladuras de aviones en el aire y desalmadas guerras biológicas, feroces atentados al turismo e injustas escaramuzas fronterizas, así como una bárbara estrangulación económica unida a funestos  peligros de invasión, junto a otras tristes hazañas por el estilo, las cuales avergonzarían a los Padres Fundadores de la Primera República del Mundo.

La condena de la Montes se debió a la detección de planes de espionaje desde Norteamérica, en su guerra asimétrica contra Cuba; no viceversa. Luego, la víctima primaria en esta amarga trama detectivesca, lo fue desde el principio la agredida nación caribeña, y no la agresora potencia del Norte. A esta prisionera se la ha excluido del mundo, como mismo también se ha pretendido aislar a Cuba. Sólo que, con la Isla, tal política aislacionista ha fallado, pues la ofensiva imperial se ha enfrentado con todo un pueblo; mientras que, en este caso, la implacable represalia ha sido más exitosa, al haberse desencadenado sin riendas sobre una mujer solitaria.

Una dama que arriesga su vida para defender a un país menudo y subdesarrollado, contra la despiadada agresividad de la mayor súper potencia global, no puede ser considerada sino como alguien digno de honra y respeto. Y si tal cosa se niega, entonces ignoro cuál es el basamento moral deesa actual retórica antirusa, que erige al Occidente como el guardián de la independencia ucraniana frente al rapaz oso moscovita.

Visto esto, ¿dónde está el crimen de lesa humanidad que ha provocado esa atroz venganza, la cual padece hoy esa ciudadana del mundo?

Se afirma que por su culpa pereció el sargento Boina Verde Gregory Fronius, destacado en El Salvador. Usando sus contactos con Cuba, Ana habría delatado a los partisanos nativos la existencia de una base secreta yanqui, y gracias a ella, se produjo el ataque patriota que provocó el fallecimiento de dicho militar extranjero.

Sin dudas la cifra es elocuente: la supuesta confidencia produjo un fallecido norteamericano en suelo foráneo. Las víctimas de Cuba rozan las tres mil, en su propio territorio. Pero ha de deplorarse toda baja humana, en cualquier conflicto, y por mi parte lamento honestamente la muerte de Fronius, si bien aclaro que no es similar el fallecimiento de un entrenado operativo de Tropas Especiales, quien cumple una misión voluntaria en tierra extraña, que los estragos contra las desvalidas mujeres y niños de todo un pueblo, perniciosamente agredido en su propia Patria.

Ahora bien, me atrevo a emitir un criterio receloso sobre todo este evento. No puedo entender que los guerrilleros salvadoreños necesitaran tan sofisticada pesquisa internacional, para saber de la existencia de una base enemiga en sus predios. Ellos estaban en su propio terruño (no así los Boinas Verdes). Por lógica, aquellos conocerían bien cada palmo del monte y tendrían mil confidencias entre los campesinos. Y por ende, entre tantos hispanos menudos y de teces bronceadas, con matices raciales aindiados, esos robustos y rubicundos legionarios angloparlantes, nunca podrían constituir un secreto eterno. Y ello, sin espías cubanos.

El Papa del pueblo en la tierra del dólar (Democracy Now !)

Papa Francisco en EE UU

Foto: Gentileza usahispanicpress.com

Amy Goodman - DN 2

Por Amy Goodman *

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Denis Moynihan

Jorge Mario Bergoglio, el argentino de 78 años de edad mejor conocido en el mundo entero como el papa Francisco, realizó su primera visita a Estados Unidos esta semana, llevando consigo su singular mirada papal progresista. Casi la cuarta parte de la población estadounidense se identifica como católica, pero como líder religioso mundial, la influencia del Papa se extiende mucho más allá de la comunidad católica. El Papa ha criticado de manera muy directa buena parte de la base de la sociedad estadounidense: el capitalismo, el consumismo, la guerra y el fracaso a la hora de abordar el cambio climático. Pero si bien el papa Francisco es una figura muy querida, su visita también genera polémica, dado que mantiene el antiguo dogma católico en lo que refiere a las mujeres en el sacerdocio, los anticonceptivos y el aborto. Ha provocado además la indignación de muchas personas de ascendencia indígena al reabrir heridas ocasionadas durante la violenta colonización española de California hace más de dos siglos.

Tras convertirse en papa, muchos se vieron sorprendidos por la decisión de Francisco de no usar los atavíos típicos de la máxima posición de la Iglesia Católica. El nuevo papa prefirió vivir en las instalaciones para huéspedes del Vaticano en lugar de hacerlo en los Apartamentos Papales del ornamental Palacio Apostólico. Viste un simple hábito blanco, en lugar de las sotanas cubiertas de oro que vestían sus predecesores. Viaja en autobús cuando se desplaza dentro de Roma. Parece ser que este papa, el primero venido del sur y el primer papa no europeo desde que un sirio ocupó el cargo en el año 741, predica con el ejemplo.

El papa Francisco marcó un hito en la historia del clero el pasado mes de mayo al dar a conocer una encíclica papal sobre el medio ambiente y el cambio climático a la que llamó, en latín, Laudato Si, que en español significa: “Alabado seas”. Tomó esas palabras del santo por el que eligió su nombre, San Francisco de Asís, y comenzó la encíclica de la siguiente manera: “San Francisco de Asís […] nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, [...] Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”.

El Laudato Si es el contundente llamado del papa a tomar medidas respecto al cambio climático. Conlleva además una dura crítica al capitalismo. Consideremos solo uno de los párrafos de la encíclica de 40.000 palabras: “La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental”, dice la encíclica.

Previamente este año, en Bolivia, el Papa citó a otro teólogo católico para expresar: “Detrás de tanto dolor, tanta muerte y destrucción, se huele el tufo de eso que Basilio de Cesarea llamaba ' el estiércol del diablo '. La ambición desenfrenada de dinero que gobierna”.

Asesor jurídico de las FARC: No habrá firma de paz si no se erradica el paramilitarismo (ANNCOL)

Paramilitarismo - Colombia

El paramilitarismo está intacto y no habrá paz si no sea erradicado el Monstruo del Estado

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Por Dick Emanuelsson

Enrique Santiago"No será posible una firma de paz si el paramilitarismo sigue intacto", dice Enrique Santiago Romero, asesor jurídico de las FARC en las negociaciones con el gobierno sobre el Acuerdo Sobre Jurisdicción Especial Para La Paz.

-Evidentemente que no. No creo que es posible un acuerdo final si no hay un acuerdo estricto previo del desmantelamiento acerca del paramilitarismo y un acuerdo en el que no solamente se implica el Estado sino toda la sociedad y también los antiguos guerrilleros.

En la entrevista el abogado español, que tiene mucha experiencia y asesoría de conflictos armados, subraya que el acuerdo será aplicable a todos los actores implicados en las violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado de medio siglo. Significa que no solamente militares, policías, guerrilleros o paramilitares van a ser objeto por un proceso del Tribunal Especial, sino también no combatientes. Eso explica la furiosa oposición del ex mandatario Uribe y su más cercano aliado, el procurador Alejandro Ordóñez que solo han querido colocar a los guerrilleros en el banquillo de los acusados.

¿El Pacto de Silencio de Pinochet a Colombia?

¿Qué dijo el Papa Francisco en el Congreso de Estados Unidos? (Visión desde Cuba)

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Señor Vicepresidente,

Señor Presidente,

Distinguidos Miembros del Congreso, Queridos amigos:

Les agradezco la invitación que me han hecho a que les dirija la palabra en esta sesión conjunta del Congreso en "la tierra de los libres y en la patria de los valientes". Me gustaría pensar que lo han hecho porque también yo soy un hijo de este gran continente, del que todos nosotros hemos recibido tanto y con el que tenemos una responsabilidad común.

Cada hijo o hija de un país tiene una misión, una responsabilidad personal y social. La de ustedes como Miembros del Congreso, por medio de la actividad legislativa, consiste en hacer que este País crezca como Nación. Ustedes son el rostro de su pueblo, sus representantes. Y están llamados a defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda constante y exigente del bien común, pues éste es el principal desvelo de la política. La sociedad política perdura si se plantea, como vocación, satisfacer las necesidades comunes favoreciendo el crecimiento de todos sus miembros, especialmente de los que están en situación de mayor vulnerabilidad o riesgo. La actividad legislativa siempre está basada en la atención al pueblo. A eso han sido invitados, llamados, convocados por las urnas.

Se trata de una tarea que me recuerda la figura de Moisés en una doble perspectiva. Por un lado, el Patriarca y legislador del Pueblo de Israel simboliza la necesidad que tienen los pueblos de mantener la conciencia de unidad por medio de una legislación justa. Por otra parte, la figura de Moisés nos remite directamente a Dios y por lo tanto a la dignidad trascendente del ser humano. Moisés nos ofrece una buena síntesis de su labor: ustedes están invitados a proteger, por medio de la ley, la imagen y semejanza plasmada por Dios en cada rostro.

En esta perspectiva quisiera hoy no sólo dirigirme a ustedes, sino con ustedes y en ustedes a todo el pueblo de los Estados Unidos. Aquí junto con sus Representantes, quisiera tener la oportunidad de dialogar con miles de hombres y mujeres que luchan cada día para trabajar honradamente, para llevar el pan a su casa, para ahorrar y -poco a poco- conseguir una vida mejor para los suyos. Que no se resignan solamente a pagar sus impuestos, sino que -con su servicio silencioso- sostienen la convivencia. Que crean lazos de solidaridad por medio de iniciativas espontáneas pero también a través de organizaciones que buscan paliar el dolor de los más necesitados.

Me gustaría dialogar con tantos abuelos que atesoran la sabiduría forjada por los años e intentan de muchas maneras, especialmente a través del voluntariado, compartir sus experiencias y conocimientos. Sé que son muchos los que se jubilan pero no se retiran; siguen activos construyendo esta tierra. Me gustaría dialogar con todos esos jóvenes que luchan por sus deseos nobles y altos, que no se dejan atomizar por las ofertas fáciles, que saben enfrentar situaciones difíciles, fruto muchas veces de la inmadurez de los adultos. Con todos ustedes quisiera dialogar y me gustaría hacerlo a partir de la memoria de su pueblo.

Mi visita tiene lugar en un momento en que los hombres y mujeres de buena voluntad conmemoran el aniversario de algunos ilustres norteamericanos. Salvando los vaivenes de la historia y las ambigüedades propias de los seres humanos, con sus muchas diferencias y límites, estos hombres y mujeres apostaron, con trabajo, abnegación y hasta con su propia sangre, por forjar un futuro mejor. Con su vida plasmaron valores fundantes que viven para siempre en el alma de todo el pueblo. Un pueblo con alma puede pasar por muchas encrucijadas, tensiones y conflictos, pero logra siempre encontrar los recursos para salir adelante y hacerlo con dignidad. Estos hombres y mujeres nos aportan una hermenéutica, una manera de ver y analizar la realidad. Honrar su memoria, en medio de los conflictos, nos ayuda a recuperar, en el hoy de cada día, nuestras reservas culturales.

Me limito a mencionar cuatro de estos ciudadanos: Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton.

Estamos en el ciento cincuenta aniversario del asesinato del Presidente Abraham Lincoln, el defensor de la libertad, que ha trabajado incansablemente para que «esta Nación, por la gracia de Dios, tenga una nueva aurora de libertad». Construir un futuro de libertad exige amor al bien común y colaboración con un espíritu de subsidiaridad y solidaridad.

Todos conocemos y estamos sumamente preocupados por la inquietante situación social y política de nuestro tiempo. El mundo es cada vez más un lugar de conflictos violentos, de odio nocivo, de sangrienta atrocidad, cometida incluso en el nombre de Dios y de la religión. Somos conscientes de que ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico. Esto nos urge a estar atentos frente a cualquier tipo de fundamentalismo de índole religiosa o del tipo que fuere. Combatir la violencia perpetrada bajo el nombre de una religión, una ideología, o un sistema económico y, al mismo tiempo, proteger la libertad de las religiones, de las ideas, de las personas requiere un delicado equilibrio en el que tenemos que trabajar. Y, por otra parte, puede generarse una tentación a la que hemos de prestar especial atención: el reduccionismo simplista que divide la realidad en buenos y malos; permítanme usar la expresión: en justos y pecadores. El mundo contemporáneo con sus heridas, que sangran en tantos hermanos nuestros, nos convoca a afrontar todas las polarizaciones que pretenden dividirlo en dos bandos.

Sabemos que en el afán de querer liberarnos del enemigo exterior podemos caer en la tentación de ir alimentando el enemigo interior. Copiar el odio y la violencia del tirano y del asesino es la mejor manera de ocupar su lugar. A eso este pueblo dice: No.

Nuestra respuesta, en cambio, es de esperanza y de reconciliación, de paz y de justicia. Se nos pide tener el coraje y usar nuestra inteligencia para resolver las crisis geopolíticas y económicas que abundan hoy. También en el mundo desarrollado las consecuencias de estructuras y acciones injustas aparecen con mucha evidencia. Nuestro trabajo se centra en devolver la esperanza, corregir las injusticias, mantener la fe en los compromisos, promoviendo así la recuperación de las personas y de los pueblos. Ir hacia delante juntos, en un renovado espíritu de fraternidad y solidaridad, cooperando con entusiasmo al bien común.

El reto que tenemos que afrontar hoy nos pide una renovación del espíritu de colaboración que ha producido tanto bien a lo largo de la historia de los Estados Unidos. La complejidad, la gravedad y la urgencia de tal desafío exige poner en común los recursos y los talentos que poseemos y empeñarnos en sostenernos mutuamente, respetando las diferencias y las convicciones de conciencia.

En estas tierras, las diversas comunidades religiosas han ofrecido una gran ayuda para construir y reforzar la sociedad. Es importante, hoy como en el pasado, que la voz de la fe, que es una voz de fraternidad y de amor, que busca sacar lo mejor de cada persona y de cada sociedad, pueda seguir siendo escuchada. Tal cooperación es un potente instrumento en la lucha por erradicar las nuevas formas mundiales de esclavitud, que son fruto de grandes injusticias que pueden ser superadas sólo con nuevas políticas y consensos sociales.

Apelo aquí a la historia política de los Estados Unidos, donde la democracia está radicada en la mente del Pueblo. Toda actividad política debe servir y promover el bien de la persona humana y estar fundada en el respeto de su dignidad.  "Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que han sido dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos está la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad» (Declaración de Independencia, 4 julio 1776). La política responde a la necesidad imperiosa de convivir para construir juntos el bien común posible, el de una comunidad que resigna intereses particulares para poder compartir, con justicia y paz, sus bienes, sus intereses, su vida social. No subestimo la dificultad que esto conlleva, pero los aliento en este esfuerzo.

En esta sede quiero recordar también la marcha que, cincuenta años atrás, Martin Luther King encabezó desde Selma a Montgomery, en la campaña por realizar el «sueño» de plenos derechos civiles y políticos para los afro-americanos. Su sueño sigue resonando en nuestros corazones. Me alegro de que Estados Unidos siga siendo para muchos la tierra de los "sueños". Sueños que movilizan a la acción, a la participación, al compromiso. Sueños que despiertan lo que de más profundo y auténtico hay en los pueblos. En los últimos siglos, millones de personas han alcanzado esta tierra persiguiendo el sueño de poder construir su propio futuro en libertad.

Nosotros, pertenecientes a este continente, no nos asustamos de los extranjeros, porque muchos de nosotros hace tiempo fuimos extranjeros. Les hablo como hijo de inmigrantes, como muchos de ustedes que son descendientes de inmigrantes.

Trágicamente, los derechos de cuantos vivieron aquí mucho antes que nosotros no siempre fueron respetados. A estos pueblos y a sus naciones, desde el corazón de la democracia norteamericana, deseo reafirmarles mi más alta estima y reconocimiento. Aquellos primeros contactos fueron bastantes convulsos y sangrientos, pero es difícil enjuiciar el pasado con los criterios del presente. Sin embargo, cuando el extranjero nos interpela, no podemos cometer los pecados y los errores del pasado. Debemos elegir la posibilidad de vivir ahora en el mundo más noble y justo posible, mientras formamos las nuevas generaciones, con una educación que no puede dar nunca la espalda a los "vecinos", a todo lo que nos rodea. Construir una nación nos lleva a pensarnos siempre en relación con otros, saliendo de la lógica de enemigo para pasar a la lógica de la recíproca subsidiaridad, dando lo mejor de nosotros. Confío que lo haremos.

Plattistas y mercenarios defienden que EE. UU. viole los DD. HH. del pueblo de Cuba (Islamia)

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Berta Soler, una de los que solicita
que no levanten el bloqueo a Cuba

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Por Norelys Morales Aguilera

Lo que el gobierno de Estados Unidos llama embargo, siendo bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, por provocar carencias y sufrimientos al pueblo cubano, es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos. De acuerdo con la Convención de Ginebra de 1948 (1), tipifica como un acto de genocidio.

Sin entrar en el complicado entramado que sustenta la política genocida norteamericana, ilustra al respecto que su primer instrumento legal sea la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, que ha vuelto a ratificar hace unos días el presidente Barack Obama, argumentando Washington, que le concede prerrogativas para “aliviar el embargo”.

De modo que, el enemigo de Estados Unidos en la práctica, es el pueblo cubano todo, cuando el gobierno de ese país continúa causando graves perjuicios a la economía cubana, limita el derecho al desarrollo y  causan privaciones directas que influyen en la salud y el nivel de vida de la población.

Sin embargo, una supuesta disidencia cubana, pretexta “estar preocupada” por “la fuerte campaña que se ha desplegado para levantar las sanciones económicas que pesan sobre la dictadura cubana”.

Esta mal llamada disidencia es mercenaria por ser  financiada e instruida en métodos y acciones desde la ultraderecha de Miami con los fondos destinados a la subversión en la Isla (30 millones de dólares están a la aprobación) (2). Pero, también es plattista, axiológicamente, dirigida a mirar a los intereses de norteamericanos en alusión al apéndice constitucional con que nació la República de Cuba en 1902, por el cual Estados Unidos tendría el derecho de intervenir en los asuntos de cubanos a su discreción.

La ultraderecha “anticastrista” representada en el Congreso de Estados a quien responde la supuesta disidencia, no está interesada en el bien de los cubanos, sino que lastra el resentimiento más enfermizo, contra todo lo que huela a independencia nacional.

Francisco: Preguntas intrascendentes para un viaje trascendental (La Pupila Insomne)

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Foto: Gentileza Aciprensa.com

Iroel Sánchez

Por Iroel Sánchez

Cuba hizo honor este 23 de septiembre a lo que el Papa Francisco describió al llegar a la Isla como “su vocación natural”, “ser  punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad”.

La acusación de la Isla como “estado patrocinador del terrorismo”, repetida desde Washington hasta el pasado año, quedó definitivamente sepultada bajo la foto del estrechón de manos entre el Presidente colombiano Juan Manuel Santos y el Comandante de las FARC - EP Timoleón Jiménez.

Sólo horas antes, las actividades del Papa Francisco en la Isla, colocaban en los ojos del mundo una lápida sobre otra acusación proveniente de EE. UU.: la falta de libertad religiosa según lista dictada desde Washington en fecha tan cercana como mayo de 2015.

Excepción hecha de la interrogante sobre el bloqueo de la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde, la mayor parte de las preguntas en el avión que trasladó al Papa desde Cuba a Estados Unidos, giraron también alrededor de estereotipos sobre la Isla y su visita, que el mismo Santo Padre se encargó de derrumbar con una inteligente mezcla de diplomacia, ironía y claridad.

Luego de cinco días buscando infructuosamente, entre las palabras de Francisco en Cuba, una condena a la Revolución, se han encontrado que es en la Casa Blanca donde el Papa ha criticado un “sistema”:

Todavía tenemos tiempo de hacer los cambios necesarios para generar un “desarrollo sostenible e integral, porque sabemos que las cosas pueden cambiar”. Ese cambio requiere de nuestra parte un reconocimiento serio y responsable no sólo del tipo de mundo que le dejamos a nuestros hijos, sino también a los millones de personas que viven bajo un sistema que no les ha prestado atención.

Manipular las palabras de Silvio Rodríguez, Frei Betto o el Papa, o hacer noticia de la no noticia (Cubainformación)

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Jose Manzaneda

Por José Manzaneda *

Foto: Virgilio Ponce

222 medios de comunicación de 31 países cubrieron la visita del Papa Francisco a Cuba (1). Como en las dos anteriores visitas papales (2), una legión de periodistas enviados -más de mil- llegó buscando la imagen, el suceso, la declaración... que convirtiera en noticia internacional la condena del Papa al Gobierno cubano. Pero, una vez más, se quedaron con la miel en los labios (3).

Muestra de la frustración de estos medios son los titulares del diario español “El País”, que más que reflejar lo que ocurrió en Cuba, destacó lo que no ocurrió: “El Papa no emite ningún mensaje crítico con los Castro” (4), “El Papa evita cualquier referencia a los disidentes en su primer acto en Cuba” (5), “Silencios de Francisco” (6) o “El Papa admite que nunca pensó reunirse con los disidentes cubanos” (7).

Pero estos medios no se conformaron con convertir la no noticia en noticia. Además, manipularon sin pudor las declaraciones de los protagonistas.

“El País” adulteraba el mensaje de un conocido defensor de la Revolución cubana: el fraile dominico brasileño Frei Betto (8). “En Cuba puede haber un ' shock ' entre austeridad y consumismo”, titulaba, centrando toda la noticia en una breve reflexión de Betto sobre los peligros de un turismo masivo de EE. UU. en la Isla, que apenas ocupó unos minutos en una larga rueda de prensa. Para conocer todo lo que censuró “El País” a sus lectores debemos recurrir a la prensa cubana, que informó de dicha reflexión del teólogo (9), pero también reflejó otras declaraciones mucho más centrales: por ejemplo, que el pueblo cubano “tiene orgullo de defender su Revolución”, cuyos valores son similares a los “valores evangélicos” de “solidaridad (y) compartir los bienes”; o que el reconocimiento del fracaso del bloqueo por parte de EEUU es similar a su “derrota en Vietnam” (10).

El diario español “El Mundo” hacía lo propio con las palabras del trovador cubano Silvio Rodríguez. “Silvio Rodríguez: debimos acercarnos antes a Estados Unidos” (11) era el titular de una entrevista, que apuntaba a Cuba como culpable del “alejamiento” político a EE. UU. en estos años. Pero, si leemos la entrevista -realizada por escrito, según el habitual método del cantante para evitar manipulaciones- descubrimos que lo que declaró Silvio fue otra cosa: “el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos” (...) “debió ocurrir antes”. No señaló, por tanto, culpables de manera explícita.

Comunicado conjunto sobre el Acuerdo de creación de una Jurisdicción Especial para la Paz (Delegación de Paz FARC - EP)

Paz en La Habana

Histórico encuentro del presidente Juan Manuel Santos, Raúl Castro y el Cdte. Timo León Jiménez

1. El Gobierno de la República de Colombia y las FARC - EP reafirman su compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha: "Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral", "Participación política: Apertura democrática para construir la paz" y "Solución al Problema de las Drogas Ilícitas".

2. A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable y duradera. Con ese propósito estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En ese marco hemos acordado que se creará una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y hemos logrado acuerdos importantes en materia de reparación de las víctimas.

3. En cuanto al componente de justicia, hemos acordado crear una Jurisdicción Especial para la Paz, que contará con Salas de Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el Tribunal estarán integrados principalmente por magistrados colombianos, y contarán con una participación minoritaria de extranjeros que cumplan los más altos requisitos. La función esencial de las Salas y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener verdad, contribuir a la reparación de las víctimas y juzgar e imponer sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos durante el conflicto armado, particularmente los más graves y representativos, garantizando la no repetición.

4. El componente de justicia prevé que a la terminación de las hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos. Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo caso no serán objeto de amnistía o indulto las conductas tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de guerra, entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y juzgamiento por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz.

5. La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de todos los que de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las FARC - EP y a los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto, en especial respecto de los casos más graves y representativos.

6. La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de procedimientos: uno para quienes reconocen verdad y responsabilidad, y otro para quienes no lo hacen o lo hacen tardíamente . A los primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, las sanciones impuestas por otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así como la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio ante el Tribunal.

Otra victoria de la unidad latinoamericana

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Manuel Yepe

Por Manuel E. Yepe

Foto: Virgilio Ponce

Un acuerdo llamado a asegurar justicia para las víctimas de la guerra interna en Colombia, que ha durado más de medio siglo, fue firmado en La Habana por los jefes de las delegaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC - EP) y del Gobierno colombiano en los Diálogos de Paz, en presencia del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el líder máximo de las FARC - EP, Timoleón Jiménez, con el Presidente cubano Raúl Castro como anfitrión del encuentro.

El documento fue firmado por Iván Márquez y Humberto de la Calle, respectivamente jefes de las delegaciones de las FARC - EP y del Gobierno colombiano, así como por los representantes de los países garantes, Cuba y Noruega, y de los países acompañantes, Venezuela y Chile.

El texto aprobado, antesala del acuerdo definitivo de paz, que, según se pactó, debe firmarse en el término de seis meses, supone un momento irreversible en el camino a la conclusión del conflicto, reconoce a las víctimas como la parte más importante del acuerdo, y establece mecanismos para la aplicar la justicia y garantizar que no se repitan los delitos que se hicieron presentes a lo largo de la confrontación. Timoleón Jiménez convocó a los colombianos a la unidad para lograr la paz definitiva y aunar esfuerzos para neutralizar el odio, en tanto el presidente Santos reconoció y valoró el paso dado por la insurgencia al anunciar que “a más tardar el 23 de marzo de 2016” se firmará la paz en Colombia.

En la ceremonia se rubricó por los representantes de la guerrilla y del gobierno de Colombia un comunicado conjunto que establece una Jurisdicción Especial de Justicia para garantizar que los crímenes de la guerra no queden impunes.

Un apretón de manos, llamado a ser histórico, entre Santos y Timoleón Jiménez, en presencia del presidente Raúl Castro, fue expresión del sentimiento de ambas partes de que estaban dando un trascendental paso hacia la solución definitiva de un conflicto que ya dura casi seis décadas.

Concluyendo la ceremonia, el mandatario cubano subrayó que la paz en Colombia no sólo es posible, sino también indispensable para el cumplimiento cabal la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz, tal como fuera proclamado durante la Segunda Cumbre de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, primera y única organización que reúne a todos los Estados de América Latina y el Caribe sin la presencia de Estados Unidos, Canadá o Europa.

Otra vez sobre “el fin del ciclo progresista” (con una tesis sobre el Papa Francisco) (La Pupila Insomne)

Latinoamerica - fin ciclo progresista

Foto: Gentileza Telesur

Angel Guerra Cabrera

Por Ángel Guerra Cabrera

La reunión en tierras cubanas entre el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el comandante Timoleón Jiménez, jefe de las FARC es la mejor prueba de que “el cambio de época”, como lo llama Rafael Correa, no se ha agotado y continúa vivo en América Latina y el Caribe (ALC) pues el impulso que han dado al proceso de paz consolida el rumbo nuestroamericano.

Igualmente lo es la iniciativa del propio presidente ecuatoriano y de su par uruguayo Tabaré Vázquez, de reunir a sus homólogos Santos y Maduro y acordar medidas que conduzcan a la solución del conflicto en la frontera colombo-venezolana. Correa y Vázquez, actúan como presidentes pro témpore de la CELAC y la UNASUR respectivamente, organismos que ni siquiera existían antes del giro iniciado en la región con la llegada de Hugo Chávez (1999) y, posteriormente, otros líderes,  al gobierno de sus países, en la cresta de la gran ola de luchas populares contra el neoliberalismo. La OEA, símbolo de la época anterior en que predominaba el monroísmo, ha quedado como un relicto del servilismo ante Washington.

La fructífera visita a Cuba del Papa Francisco, la inédita elección de un pontífice latinoamericano y su cercanía a los anhelos de nuestra América no puede desligarse de los profundos cambios ocurridos en ella desde 1999. Ese es el contexto histórico de su censura integral al sistema actual de explotación y su defensa de la naturaleza y los seres vivos de la extinción con que los amenaza el culto al consumismo y al derroche y su decidida intercesión en el logro y avance de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

Sintetizo ideas de algunos de los ya numerosos autores que han rechazado el vaticinio falaz del “fin del ciclo progresista”(FCP). Emir Sader nos dice que la misma ultraizquierda que calificaba a Chávez, Lula, los Kirchner, al Frente Amplio de Uruguay, a Evo y Correa, como continuadores de los gobiernos conservadores anteriores ahora “descubre” afligida el FCP. Razona que lo que llegó a su fin en esos países fue el ciclo neoliberal, aunque tenga que enfrentarse a dificultades que ya he mencionado en trabajos anteriores y, puntualiza aquellas que, como la reprimarización o la desindustrialización, son herencia directa del neoliberalismo; o incluso, la hegemonía que conservan el capital especulativo y el neoliberalismo en la economía capitalista mundial. Sader solo ve dos alternativas posibles en las sociedades “posneoliberales”: o un regreso al neoliberalismo o avanzar hacia una sociedad poscapitalista. Afirma que lo que finaliza es una primera etapa del ciclo “posneoliberal” y sugiere tareas de la próxima etapa. Aparte de aliarse con la derecha -dice-, la ultraizquierda no tiene realizaciones ni proyecto.

Todavía faltan Los 43: “En México es más peligroso ser estudiante que un capo de la droga” (ANNCOL)

Mural Ayotzinapa

El ataque el 25 de septiembre de 2014, pintado por los propios normalistas en Ayotzinapa

Foto: Miriam Emanuelsson

Dick y Miriam Emanuelsson

Por Dick & Miriam Emanuelsson

Hace un año fueron desaparecidos 43 estudiantes de Ayotzinapa, estado de Guerrero, México. El hecho sacudió no solamente al pueblo y establecimiento en la nación azteca sino a toda América Latina.

La versión oficial, presentada el 28 de enero de 2015 por el procurador Jesús Murillo Karam llegó a la conclusión, que los 43 fueron entregados por la policía municipal al cartel “Guerroros Unidos”. Éstos incineraron los 43 normalistas en un basurero municipal en Cocula. Karam decía que su informe fue “La Verdad Histórica”.

Una nueva investigación, realizada durante seis meses y entregado el 6 de septiembre del año en curso por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), rechaza esa versión como no real.

La comisión solicitó al presidente Enrique Peña Nieto de interrogar a militares del 27 Batallón del Ejército en Iguala, petición que fue negada por Nieto.

El informe de 550 páginas del GIEI asegura que no hay evidencias de que un fuego de esa magnitud haya ocurrido, ni de que los estudiantes hayan sido incinerados en un basurero.

“Ese evento tal y como ha sido descrito no pasó”, aseguró en conferencia de prensa el mismo día de la entrega del informe el experto español Carlos Beristáin.

En la versión oficial alimentaron la hoguera con llantas, madera, basura, diésel y otros combustibles durante al menos 12 horas, luego machacaron los huesos hasta convertirlos en ceniza, y después juntaron los restos en bolsas de plástico que arrojaron a un río.

El experto peruano José Torero, de la Universidad de Queensland (Australia) y miembro de la Academia Australiana de Tecnología e Ingeniería investigó junto con la Comisión el argumento oficial sobre el basurero y dice que “no existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis generada en base a testimonios, de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula”.

Entre sus conclusiones se establece:

Statu quo, narcotráfico y guerra sucia (Contrainjerencia / Rebelión)

Ejercito Mexicano

 

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Por Hernando Calvo Ospina *

Foto: Virgilio Ponce

I

Humillada por la guerrilla, Francia aceptó retirarse de Vietnam en 1954. Pero Estados Unidos no estaba dispuesto a que el "comunismo" se apoderara del sudeste asiático. Entonces se aceleró el traspaso de operaciones militares, principalmente las clandestinas.

Esencial fue multiplicar la formación de fuerzas paramilitares tribales en Laos, Birmania y Vietnam. Estas fueron denominadas Unidades de Reconocimiento Provincial (URP). Su especialidad fueron la guerra de guerrillas y la tortura.

Cuando más demostraron la capacidad de destrucción fue durante la Campaña de Pacificación Acelerada, conocida como el Programa Fénix, dirigida por un equipo especial estadounidense. Desde 1967 las lanzaron a sembrar el terror entre la población civil, con el objetivo se destruir la infraestructura logística y de apoyo rebelde. Los médicos y profesores, principalmente del campo, fueron objetivo codiciado. Fénix duró unos cuatro años y dejó casi 40 000 asesinados, mujeres y niños incluidos.

Como el Congreso en Washington tenía prohibido ese tipo de operaciones "sucias", con el visto bueno de los presidentes Eisenhower, Kennedy, Johnson y Nixon, los expertos del Pentágono y la CIA utilizaron una fuente alterna de financiamiento siguiendo el ejemplo dejado por los servicios especiales franceses: el tráfico de opio y heroína.

Las calles de Europa y Estados Unidos se llenaron de estas drogas, y con el dinero de su venta se hicieron las acciones clandestinas del terror. Continuaron siendo moda cuando el presidente Nixon, que apoyaba la agresión a Vietnam, declaró hipócritamente la guerra al comercio internacional de heroína. La prensa le creyó e hizo creer.

II

Unos años después, el presidente Ronald Reagan consideró al narcotráfico como el enemigo principal de la seguridad de su país y le declaró la guerra. La mediatización universal fue enorme y hacia Colombia se dirigieron casi todos reflectores de culpabilidad.

Acababa de triunfar la Revolución Sandinista en Nicaragua (julio de 1979), a la cual Reagan también declaró problema de seguridad nacional. Dos "guerras" que se cruzaron.

A Colombia llegaron algunos "expertos", particularmente de la CIA y la DEA, con la pretendida tarea de ayudar a capturar traficantes y cargamentos de cocaína. Periodistas de todos los rincones del mundo desembarcaron, por cientos, en ocho años de la tal guerra reaganiana.

Mientras Nicaragua era rodeada por una fuerza mercenaria que se conocería como la Contra, la que entrababa a Nicaragua para sembrar el terror entre la población civil. Esta había sido creada en la Casa Blanca. Como el Congreso se negó a que se financiaran sus necesidades militares, Reagan dispuso que se hiciera como fuera. George Bush padre, vicepresidente y "zar" antidrogas y antiterrorismo, se puso al frente de ello.

En 1986 una Comisión del Senado, encabezada por quien es hoy el Secretario de Estado, John Kerry, dejó en claro que Bush y el Consejo Nacional de Seguridad formaron una sociedad entre la CIA y los "coqueros" colombianos. Salía la droga desde Colombia hasta Centroamérica y luego se transportaba hasta aeropuertos militares en la Florida. Puesta en la calle, sus ganancias servían para armar a la Contra. A los colombianos se les permitía entrar sus cargamentos y adquirir armas.

Se puede afirmar que sin la guerra sucia antisandinista ese grupo de colombianos, que hasta esos momentos dependía de los grandes traficantes estadounidenses, no hubiera logrado tener tanto poder en tan poco tiempo.

III

Coincidencialmente, el paramilitarismo como estrategia nacional contrainsurgente nació en Colombia apenas iniciando la década de los ochenta. Su embrión habían sido las "auto­defensas". Estas fueron organizadas a partir de lo aconsejado en 1962 por una misión militar estadounidense, como método para acabar con grupos de campesinos liberales y comunistas que exigían pan y tierra. Faltaban dos años para que nacieran las guerrillas, pero el fantasma de la Revolución Cubana rondaba y había que acabarlo.

El paramilitarismo fue encargado de las acciones de guerra sucia para que las Fuerzas Armadas no aparecieran tan implicadas en ella, y entidades como Amnistía Internacional o la ONU no siguieran señalándolas como responsables. El dinero para subvencionarlo no fue un problema porque estaba al alcance de la mano: el narcotráfico.

La gruesa cortina de humo que ayudó a levantar la casi totalidad de medios informativos en el mundo distorsionó la realidad: no se combatió al narcotráfico, porque éste era un aliado para la guerra al “comunismo”.

Mientras Chile se mira en un espejo roto: Aspectos de la contingencia y de la crisis en el país andino

Chile-Bandera

Andrés Figueroa Cornejo

Por Andrés Figueroa Cornejo

1. El enemigo principal de la humanidad es el Estado corporativo de los Estados Unidos. Y el imperialismo norteamericano comporta, junto a las más grandes economías del mundo, el movimiento de la realidad del capitalismo como totalidad planetaria que domina, subyuga y sobreexplota mediante el trabajo asalariado y la expoliación sin remedio de la biodiversidad. Esto es, el imperialismo es consecuencia dinámica del desenvolvimiento ampliado del modo capitalista de reproducir la sobrevida humana. Para ello cuenta con las armas de la alienación, de la producción del sentido común y del fetichismo de la propiedad privada, de la ganancia y del propio capital. Y también cuenta con más del 23% del Producto Interno Bruto Mundial y del 37% de la industria bélica de última generación. No sólo se trata de armas convencionales y nucleares de plutonio, uranio e hidrógeno. Asimismo, genera armas bacteriológicas, químicas y radiológicas (HAARP). Con las dimensiones actuales que han cobrado las armas de destrucción masiva, ya se perdió la contabilidad sobre cuántas veces podría destruirse el mundo. Sin embargo, la industria bélica continúa prosperando, produciendo, adoctrinando y lucrando sideralmente, y es parte del mismo holding que compone el sistema financiero, la trata de personas, la prostitución infantil, el narcotráfico, la agroindustria, los ahorros previsionales, los paraísos fiscales, el comercio mundial.

Que EE. UU. sea el enemigo principal de la humanidad no significa que China y/o Rusia sean una suerte de alternativa liberadora. Basta observar su desenvolvimiento y las condiciones de sus clases sociales trabajadoras. El presupuesto militar de Rusia y China, según al sitio web Global Firepower a enero de 2015, fue de USD 76.600.000.000 y 126.000.000.000, respectivamente. Luego vienen India, Reino Unido, Francia, Alemania, Turquía, Corea del Sur y Japón.

Por lo demás, únicamente la humanidad oprimida puede emanciparse a sí misma y es su garantía única de sobrevivencia. El resto es naufragio. De hecho, hasta la mejor literatura de ciencia ficción, cada día que pasa, parece más novela histórica y crónica de actualidad.

2. En medio de la contradicción esencial entre capitalismo y humanidad (o la contradicción ampliada entre capital y trabajo), además del imperialismo estadounidense, también existen otros polos capitalistas centrales, como China (13,9% del PIBM), Japón (6,2 % del PIBM), Alemania (5,2% del PIBM), Reino Unido (3,9 del PIBM) y Francia (3,8%). De los 194 países de la Tierra, 159 de ellos sólo llegan a concentrar menos del 9% del PIBM. La asimetría estructural y las relaciones de fuerza y de poder son las formas en que se presenta el imperialismo capitalista. La división internacional del trabajo, la dependencia, la colonización ideológica, el racismo o narrativa necesaria para la subyugación de clase, el patriarcado, las migraciones criminales, las guerras genocidas, las guerras preventivas, las guerras de baja intensidad, las guerras solapadas, las guerras diplomáticas, las guerras comerciales y las guerras financieras y monetarias, corresponden al soporte de la dominación económica y política de la minoría opresora contra la mayoría sometida. A través de esos medios, el capitalismo se concentra, se vuelve oligopólico y busca ralentizar su tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Las llamadas crisis financieras en el marco de la hegemonía del momento financiero sobre el todo de la reproducción capitalista, es una de las formas privilegiadas de cómo se expresa la caída de las utilidades del propio capital y la sobreproducción de mercancías y servicios (o burocracias en torno a la sobreproducción de mercancías que se apilan en los momentos del intercambio, la distribución y el consumo).

De la misma manera, las crisis financieras están ligadas al crédito y a la deuda infinita tanto en los capitalismos centrales, como en los dependientes o periféricos o auxiliares o complementarios o subordinados. Lo que existe en general, son pugnas interimperialistas e intercapitalistas. Dentelladas asesinas al interior y entre los propios capitalismos - eje del planeta, así como el ocaso del Estado de Bienestar, el ocaso de los progresismos, el ocaso de la socialdemocracia, el ocaso de la democracia burguesa y liberal que signó la fase anterior a la del capitalismo en curso. Lo que existe es la dictadura del capital y brotes fascistas en todo el globo. La gesta de los oprimidos / as se desarrolla como resistencia en lugares muy concretos y específicos del mundo. Y gestos hay por doquier. No obstante, la suma de los gestos no se resuelve en la constitución de la gesta urgente.

3. El movimiento real de las luchas descoyuntadas de las fuerzas populares en Chile no se manifiesta como un enfrentamiento directo y consciente, organizado y maduro en contra del capitalismo y el imperialismo. La mayoría activa destacada para las transformaciones poscapitalistas es todavía insuficiente. A septiembre de 2015, salvo la resistencia concreta de franjas del Pueblo Mapuche en y por su territorio y autonomía (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=202707), se observa una fragmentación del movimiento de los oprimidos tras demandas que emplazan al Estado sobre reivindicaciones asociadas a la democracia burguesa tal como se conoció antes del golpe de Estado de 1973. Se trata de una suerte de peticionismo economicista y ligado a los derechos sociales convertidos en mercancías desde la imposición del imperio de la ortodoxia más rabiosa del liberalismo económico en la historia del suelo andino. El 2014, cientos de miles de trabajadores/as se lanzaron a la huelga ilegal y no normada, superando con creces las huelgas “legales”. No obstante, no existe una dirección única o compartida del pueblo trabajador, y las tasas de sindicalización con capacidad de negociar colectivamente el salario y las condiciones laborales no llegan siquiera a los dos dígitos. El aislamiento y la insolidaridad que sufren los focos de los asalariados / as en lucha, se recortan sobre un paisaje marcado por la indolencia y el miedo todavía. 

Las reformas comprometidas y luego sepultadas por la misma Nueva Mayoría encabezada por Michelle Bachelet, que jamás significaron modificaciones de calado estructural en beneficio del pueblo trabajador, más la política de recortes de presupuesto fiscal para inversión social, van constituyendo algunas de las piezas que acaban por consolidar la deslegitimación del sistema político general en Chile. La crisis de representación del sistema político ya existía antes de los casos de corrupción. Estos últimos simplemente aceleraron su desprestigio entre la población y desnudaron los vínculos entre la política tradicional (o una de las particiones de la administración formal del orden existente) y el capital, fenómeno y una de las determinaciones orgánicas del Estado como forma de dominación de la clase opresora y minoritaria contra la mayoría oprimida. Los gremios del capital reunidos en la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) apenas tuvieron que desabrocharse un botón de la camisa y arrugar el ceño para descafeinar lo poco que cambiarían las cosas de realizarse las reformas, las cuales apuntaban, en el mejor de los casos, a morigerar las desigualdades estructurales ligadas al momento de la distribución de la totalidad del modo ultraliberal de desarrollo chileno. Como se ha indicado en otros análisis, como un espejo roto del sistema político usamericano, la Nueva Mayoría es al Partido Demócrata, lo que la Alianza es al Partido Republicano. No importa que mediante las encuestas de opinión la gente de queje repetidamente por la corrupción. Lo realmente grave para los de arriba es que el malestar apuntara directamente al corazón del capital. Naturalmente que las encuestas no están hechas para esos efectos.

Chile es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), luego de Corea del Sur, con mayor cantidad de suicidios al año (1.500, según el Servicio Médico Legal), con tasas explosivas de medicación psicotrópica, alcoholismo y drogadicción, mientras que la insatisfacción y las relaciones de competencia reinan como la peste desde las aulas escolares hasta las gerencias transnacionales. Como resultado de la sobreproducción mundial de mercancías, en Chile el consumismo a cuotas imposibles, el egoísmo y la indolencia festejan su mediodía. Las relaciones sociales presas de la alienación y el fetichismo, tienden a facilitar y consentir los modos del fascismo, la industria de la seguridad, la militarización del territorio mapuche, el Estado policíaco, los montajes contra la juventud disidente, la xenofobia, el recelo al semejante.

En el país, como en casi todas partes del mundo, surgen, se desintegran y vuelven a surgir diversas agrupaciones políticas anticapitalistas. Como la lucha de clases no se resuelve explícita y consistentemente, las organizaciones anticapitalistas parecen no verse emplazadas a reunirse virtuosamente, aún carecen de un proyecto común para el desenvolvimiento de una sociedad no capitalista, de una estrategia que salga de los títulos, del insorteable análisis concreto de la realidad concreta, y muy pocos empeños logran hacer pie en territorios sociales que potencialmente sean capaces de labrar la señalética del futuro de la vida socializada. Sin embargo, la sola existencia de esas agrupaciones anticapitalistas ilustra la rebeldía majadera e imparable que produce la deshumanización capitalista. Aunque todavía no sea la hora de ofensivas, ya es la hora apremiante de la organización, la reflexión colectiva crítica, la sistematización aleccionadora de la acción práctica y directa, por menuda que resulte. Las instancias anticapitalistas que ya están, no perecerán si se desenvuelven en el automovimiento orgánico de los grupos sociales oprimidos en lucha. Nada está terminado ni nada es definitivo. Ya es una muestra de comprensiones superiores que cualquier lucha encorsetada en el reducto de la institucionalidad, de aquel punto concentrado de la coacción y la cooptación, no comporta ninguna promesa de porvenir. Y el horror capitalista continúa siendo la condición de su propia destrucción y superación si vence en la humanidad la voluntad colectiva y acuñada en el principio de vida y no de muerte.

4. Ante la crisis capitalista mundial, la presente administración del Ejecutivo chileno, con el fin de encantar inversiones y evitar la deslocalización de capitales y su fuga, disminuye la tramitación y los estándares de impacto ambiental de los proyectos transnacionales y combinados extractivistas asociados a la minería, la agroindustria, las forestales y la energía. Asimismo, intenta contrarrestar la destrucción del trabajo asalariado mediante microcréditos para microemprendimientos y multiplicar el cuentapropismo de sobrevivencia.

El legado político de Hugo Chávez (Contrainjerencia / Rebelión)

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Por James Petras

Hugo Chávez siempre consideró a la Revolución Bolivariana como un proceso continuo, en dos sentidos:

1) la revolución contemporánea era una continuación de la lucha histórica por la liberación nacional liderada por Simón Bolívar a principios del siglo XIX;

2) la revolución política nacional iniciada con su elección en 1998 debía, por necesidad, avanzar hacia una transformación socialista.

Chávez comprendía que el poder político involucraba algo más que ganar elecciones y entrar al palacio presidencial; el objetivo político estratégico era la transformación del estado neocolonial para avanzar en la revolución de liberación nacional, que en Venezuela significaba crear una nación independiente. En un Estado petrolero, liberación nacional significaba tomar el control total de la industria petrolera y redistribuir los ingresos entre la mayoría de los trabajadores. Para Chávez la revolución nacionalista era un paso necesario para avanzar hacia la revolución socialista. Para Chávez, la nacionalización de las industrias estratégicas era un paso hacia la socialización de la economía -la descentralización del control que pasó a manos de los consejos comunales-. Para Chávez, o la revolución avanzaba de lo político y económico hacia una transformación social, cultural y ética o la revolución se estancaría, se revertiría y sería derrotada.

Ante cada crisis de peso -el golpe de Estado de 2002, el paro patronal de 2003, el referéndum de 2004, la década de amenazas militares y sabotajes desde Washington y Bogotá- Chávez respondió con la radicalización de la revolución, movilizando las masas e internacionalizando la revolución.

Ante cada punto de la confrontación de clases, Chávez jamás retrocedió; en lugar de transigir con la burguesía, intensificó los esfuerzos para elevar el nivel de conciencia nacional y socialista de las masas.

Chávez libró la lucha en dos frentes:

1) contra el enemigo externo -el imperialismo estadounidense, el Estado terrorista colombiano y la clase capitalista venezolana-;

2) contra el enemigo interno, aquellos líderes y funcionarios del Estado bolivariano y del PSUV que formaban parte del legado rentista y estaban involucrados en la corrupción, que abusaban del poder y no respondían a las demandas populares. Chávez declaró la guerra contra la burocracia y contra la conciliación con la burguesía.