PASO: Entre la derrota y el rol del establishment. El pasado domingo tuvo sorpresas para los oficialismos durante las PASO. El Frente para la Victoria perdió votos en distritos claves, por am...

PASO: Entre la derrota y el rol del establishment.

urnasEl pasado domingo tuvo sorpresas para los oficialismos durante las PASO. El Frente para la Victoria perdió votos en distritos claves, por amplio margen, ante diversas alianzas electorales provinciales y el PRO en la Ciudad de Buenos Aires, por muy poco, a manos de UNEN.

Pero es común que ello ocurra en elecciones legislativas de mitad de mandato presidencial. El desgaste en el ejercicio del poder, por un lado y por otro, ciertos conflictos particulares como los referidos al medioambiente en Catamarca y La Rioja, entre otros llevaron a estos resultados. En la Reina del Plata, el afán privatizador y un gobierno más cercano a una dictadura, con represiones incluídas, como aconteció con la Sala Alberdi y el Hospital Borda, hicieron lo suyo aunque sus electores no se alejaron del perfil antiperonista tradicional.

Sin embargo, el establishment jugó su partida, a través de los multimedios Clarín y La Nación, de cara al 2015 durante la campaña electoral. Mientras el oficialismo a nivel nacional postulaba a Martín Insaurralde, apenas conocido durante su lanzamiento, pronto se advertiría la elección del poder económico con el apoyo mediático a Sergio Massa, el ex Jefe de Gabinete, con un pasado ligado a la UCD de Alsogaray e intendente de Tigre para conformar un Frente Renovador, cuyos candidatos incluyeron a Mirta Tundis, la especialista jubilatoria del Grupo Clarín y a notorios referentes del PRO aunque Macri lo niegue.

El campo jugó sus fichas a Alfredo De Ángeli, pero la izquierda logró superar su propio caudal de votos en 2009 y 2011 a nivel nacional gracias a la excelente elección que tuvo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y el repunte de Autodeterminación y Libertad que lidera el ex Diputado Nacional Luis Zamora junto a una importante performance de Camino Popular, de Claudio Lozano e Itai Hagman.

Aunque parezca que los resultados puedan ser similares durante el 27 O, no podemos dejar de pensar en aquella elección de 2009, cuando Néstor Kirchner perdía ante De Narváez, y la posterior recuperación del oficialismo arrasando con el 54% de los votos en las presidenciales de 2011, cuando recién se implementaron las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.

Lo mismo puede suceder en la Ciudad de Buenos Aires, que no adhirió a las PASO para la renovación de la Legislatura porteña. Si tomamos como referencia las recientes elecciones, pareciera que va a imponerse el tándem Carrió - Solanas y ello sería un duro golpe para el macrismo pero también nefasto para quienes habitan el sur porteño. Ocurre que no existen diferencias sustanciales entre ambas fuerzas derechistas y seguramente coincidirán a nivel legislativo. No podemos olvidar que la Ley de Titularización Docente Nº 4.109 pudo ser posible gracias a Sergio Abrevaya y la Coalición Cívica en un claro apoyo al avasallamiento de los derechos docentes, cuyos reclamos fueron reprimidos por las patotas futboleras fuera del recinto legislativo porteño.

7.662.389 electores no votaron para Diputados y 1.759.656, para Senadores. Más allá de la presumible ausencia de personas mayores de 70 años, quienes están exentas de la obligatoriedad del sufragio, es posible que ello también haya sucedido con las personas con discapacidad; de las cuales, 274.939 son jóvenes; 3.995.705, adultos y 2.949.073, adultos mayores, según el Censo 2010. Suponiendo que el 60% de ellas y ellos (4.331.830 electores) estuviese habilitado para votar, ello no se vió reflejado. En la Ciudad de Buenos Aires, al igual que en otras ciudades del país, muchos lugares destinados a los comicios fueron inaccesibles para las personas con discapacidad motriz y sin contar con la previsible ausencia de intérpretes en lengua de señas para sordos e hipoacúsicos o de la falta de asistencia en el caso de aquellos que no fueron acompañados.

En este último caso, pese a la mentada inclusión electoral de las personas con discapacidad mental, resta mucho camino por recorrer pese a las disposiciones sobre accesibilidad electoral pregonadas desde el Ministerio del Interior.

Concluyendo, estamos ante una nueva batalla interburguesa, como es habitual, con el auge de una derecha que quiere volver a lo peor del pasado reciente: la década de los ' 90. Mientras tanto, todavía no se ha construido una nueva alternativa de izquierda que pueda oponerse a un derechismo que se viene con todo y que, teniendo en cuenta la realidad regional y las pretensiones del Imperio, pueda representar los intereses de la clase trabajadora y del campo popular en general.

Lo que viene no será fácil. Es la hora de las propuestas definitivas en lugar de slogans publicitarios. Allí se sabrá cuales son las verdaderas intenciones de la derecha blanda, como el Frente para la Victoria y de la derecha dura, como el PRO y UNEN, entre otras fuerzas derechistas. Pero tampoco debemos dejar de observar los movimientos del poder económico que sigue buscando el knock out o por abandono del oficialismo, como pregonara Duhalde en el 2011. Solamente el pueblo organizado y encolumnado hacia opciones que no incluyan a esa derecha pertinaz que representa al imperialismo podrá poner las cosas en su lugar.

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