Caletti y la UES quieren boicotear la lucha , por Agrupación Prisma     Caletti y la UES quieren boicotear la lucha El movimiento estudiantil de Sociales viene llevando sus reivindicaciones en un masivo proce...

Caletti y la UES quieren boicotear la lucha , por Agrupación Prisma

 


 


Caletti y la UES quieren boicotear la lucha


El movimiento estudiantil de Sociales viene llevando sus reivindicaciones en un masivo proceso de lucha. Del otro lado están los de siempre, quienes ante el primer reclamo salen a atacar la movilización. Los conocemos bien. Carta Abierta, la casta de profesores tan cómodamente adaptados a la situación edilicia y presupuestaria de la facultad, pero también las agrupaciones estudiantiles cuya política es justamente... la de estas castas.  

Se ha visto cuál es la política de esta derecha para intentar desarticular la lucha. Por un lado, descalificando de manera cada vez más ridícula a quienes venimos sosteniendo la pelea. Por otro, buscando vaciar la facultad y creando el miedo a que podría llegar a perderse el cuatrimestre. Se oculta el hecho de que en situaciones similares nunca se ha perdido un cuatrimestre de Sociales. Se oculta también el hecho de que la responsabilidad de la pérdida de clases recae exclusivamente en el lock-out de los docentes.

La estrategia que usan estos sectores es la del desgaste. En un primer momento, la respuesta a la lucha de los estudiantes fue la de las declaraciones que pretendían desvirtuar las reivindicaciones. Caletti, la Cullen, la UES, la Vertiente, etc., no tenían nada para decir del edificio único. Para ellos, como para Macri, el único problema es “la politización” de quienes reclaman. Pero el personaje del “Caletti inflexible” sirvió sólo para que cientos de compañeros perdieran días de clases.

Aunque los estudiantes (junto con las gremiales docente y no docente) veníamos exigiendo una instancia cuatripartita de negociación desde el primer día de toma, Caletti y los suyos tardaron tres semanas en darse cuenta de que era hora de pensar en las condiciones en las que (desde su posición) sería posible una mesa de diálogo (comunicado del jueves 23). Esa demora es responsabilidad exclusiva de ellos.

Los estudiantes movilizados de Sociales fuimos recibidos (aunque aún sin respuestas) por el Ministerio de Educación y por el Ministerio de Planificación. ¿Y Caletti? Tuvo que llegar interceder un Premio Nobel de la Paz para recordarle que (por ahora) es decano de una facultad que le exige soluciones.

Detrás del boicot no hay sino un grosero intento de manipulación política. Se trata de la intención de cerrar un foco abierto de conflicto contra el gobierno nacional. Los intentos de convertir la lucha en una pugna por “prebendas”, las acusaciones de “vandalismo”, los infundados rumores de pérdida de cuatrimestre. Todo esto no es sino una manipulación en la que coinciden decano, castas profesorales y agrupaciones de supuesta inserción estudiantil. Los estudiantes de Sociales debemos frenar tal manipulación, defendiendo nuestra asamblea y nuestras medidas de lucha.

Frente a este enemigo, falta todavía apuntar de manera más certera. Sigue habiendo una fuerte desorientación por parte de muchas organizaciones, que genera una dificultad evidente a la hora de plantear un plan de lucha consecuente con nuestras reivindicaciones y con una perspectiva clara de triunfo. Sigue faltando también asumir plenamente la responsabilidad que implica llevar a cabo aquello que cada uno propone. Muchas veces las medidas de fuerza planteadas y los llamados a la “nacionalización” del conflicto no son más que posturas declamativas. Otras veces lo que prima es la denuncia de otras organizaciones o las falsas acusaciones que coartan la posibilidad de construir un frente único de lucha, dificultando así el triunfo de nuestras reivindicaciones.

Esta semana debemos afinar la puntería. El nuevo movimiento estudiantil que ha salido masivamente a las calles en las últimas semanas ha demostrado no sólo su fuerza sino también su radicalidad, corriendo cada vez el límite de lo que hasta el momento parecían medidas “razonables”. Y ha sido el movimiento el que ha logrado esa radicalidad, aún cuando muchas corrientes optaban por tratar de “atajar” la movilización y de encauzarla por unos canales más normales y previsibles.

Por el contrario, tenemos la tarea de ayudar a que este enorme movimiento pueda desplegar todas sus fuerzas. Bien lejos de quienes, de un lado y de otro, pretenden dar por clausurado el proceso de lucha, sabemos que este movimiento tiene aún mucho para dar. El enemigo no es menor y es por eso que debemos consolidar un frente de unidad que pueda derrotarlo para así obtener nuestras reivindicaciones.

Es un enemigo en el que no podemos tener ninguna confianza. Cuando la lucha hace aparecer en sus bocas las promesas de algunas de las cosas por las que luchamos es cuando más hay que seguir avanzando. No hay que depositar ninguna expectativa en la gestión. Más allá de sus promesas, los únicos que vamos a garantizar la conquista de nuestros reclamos somos los estudiantes movilizados. Y es necesario seguir la toma pero llevando el reclamo a las calles. A partir de ahora adentro sólo habrá, a lo sumo, promesas. Afuera está la posibilidad de vencer.


PRISMA en el TREN

- Coordinación General del CECSo -

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