2002 - 26 de junio - 2010
A 8 años de la Batalla del Puente Pueyrredón
A 8 años del fusilamiento de Darío y Maxi
Sigue la impunidad
Sigue el hambre y la miseria
Sábado 26 de junio, Puente Pueyrredón, 10 hs.
A 8 años de la Batalla del Puente Pueyrredón
A 8 años del fusilamiento de Darío y Maxi
Sigue la impunidad
Sigue el hambre y la miseria
Sábado 26 de junio, Puente Pueyrredón, 10 hs.
Se realizará una vigilia desde el viernes 25 en el Puente y la estación de Avellaneda.
Este viernes y sábado cortamos nuevamente el Puente Pueyrredón junto a distintas organizaciones políticas, sociales, gremiales y de derechos humanos para decir que seguimos luchando por una Patria justa, digna y soberana, para exigir justicia para el Pueblo, para decir basta al hambre y la miseria.
Este sábado se cumple otro aniversario de lo que para nosotros fue la Batalla del Puente Pueyrredón. Por entonces, desde la CTD Aníbal Verón, como expresión de unidad del movimiento piquetero combativo, miles y miles salimos a cortar los puentes de acceso a la Capital Federal. La Ciudad estaba completamente sitiada. Sitiada por miles de pobres que se movilizaron como parte de un plan de lucha contra el hambre y la miseria, y contra el gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde.
Aquel junio de 2002 miles nos movilizamos hacia el Puente Pueyrredón donde estaba preparado un inmenso dispositivo de represión. El gobierno, la oposición, los empresarios, los periodistas, coincidían en que había que parar la agitación que sentían desde abajo. Todavía estaba latente el argentinazo, aquel proceso de puebladas que desde el Santiagazo de 1993 atravesó el territorio argentino para desembocar en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, y echar al propio presidente De la Rúa y su gobierno, a las patadas. Por entonces los políticos no podían salir a las calles sin ser escrachados, nacían organizaciones sociales en todos las barriadas y miles se movilizaban a diario. Los pobres hacían escuchar su voz. La rebeldía del 19 y 20 todavía estaba latente.
La única forma que encontraron para detener ese movimiento popular, y al mismo tiempo, sostener en el régimen político en vida, fue con el fusilamiento. Había orden de matar. Los resultados de la represión fueron 90 heridos, varios de ellos por bala de plomo, 150 detenidos y dos compañeros caídos, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Si bien esto llevó a la renuncia de Duhalde, para el régimen político fue una victoria. Lo que ellos llaman "las instituciones" y "la gobernabilidad" seguían en vida y comenzaban a recuperar la salud. De ahí es que Duhalde ganó su reputación de "piloto de tormentas". El siguiente presidente, Néstor Kirchner, sería el encargado de intentar cerrar ese proceso de rebeldía de los de abajo: calmar las aguas y lavar la cara del régimen de dominación.
Algunos indicios de ello es que hoy, los responsables de la represión siguen impunes, son funcionarios o legisladores, o intentan volver a ocupar cargos de gobierno desde las próximas elecciones. La clase política en general logró salir nuevamente a las calles. Los empresarios pudieron seguir con sus negocios. Continuó el Saqueo. Duhalde nunca pisó una comisaría. Sobisch, el responsable del asesinato de Fuentealba en abril de 2007 sigue libre de culpa y cargo. De la Rúa fue absuelto por los más de 30 fusilados en las calles de diciembre de 2001. Y la represión y persecución sobre los luchadores populares persistió.
Hoy, miles de militantes populares están procesados por luchar. Roberto Martino y Karina Germano están en prisión. Recientemente, 8 compañeros de Quebracho fueron condenados con una sentencia en suspenso a casi 4 años de prisión por la rotura de unos vidrios en el escrache a Sobisch. Entre ellos, nuestros dirigentes Fernando Esteche y Raúl Lescano, fueron condenados por autoría ideológica. Una muestra más de la justicia de clase.
Pero en Argentina la rebeldía no se acaba. Porque la miseria y la pobreza siguen creciendo. Porque los ricos se siguen alimentando a costa de la sangre y sudor de millones de compatriotas. Porque la clase política y este gobierno de los Kirchner siguen perpetrando la Entrega de nuestra Patria y subastando nuestro futuro. Porque persiste la impunidad. Y porque el Pueblo no perdona, no se olvida y se sigue organizando para detener el Saqueo y construir definitivamente una Patria justa, digna y soberana, la Patria Socialista, donde gobierne el Pueblo para el Pueblo.
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS DEL ASESINATO DE DARIO Y MAXI
LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLITICOS. DESPROCESAMIENTO A TODOS LOS LUCHADORES POPULARES
¡¡ CARLOS FUENTEALBA PRESENTE !! SOBISCH SIGUE IMPUNE.
NO A LAS CONDENAS A QUEBRACHO
PATRIA O SAQUEO
Este sábado se cumple otro aniversario de lo que para nosotros fue la Batalla del Puente Pueyrredón. Por entonces, desde la CTD Aníbal Verón, como expresión de unidad del movimiento piquetero combativo, miles y miles salimos a cortar los puentes de acceso a la Capital Federal. La Ciudad estaba completamente sitiada. Sitiada por miles de pobres que se movilizaron como parte de un plan de lucha contra el hambre y la miseria, y contra el gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde.
Aquel junio de 2002 miles nos movilizamos hacia el Puente Pueyrredón donde estaba preparado un inmenso dispositivo de represión. El gobierno, la oposición, los empresarios, los periodistas, coincidían en que había que parar la agitación que sentían desde abajo. Todavía estaba latente el argentinazo, aquel proceso de puebladas que desde el Santiagazo de 1993 atravesó el territorio argentino para desembocar en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, y echar al propio presidente De la Rúa y su gobierno, a las patadas. Por entonces los políticos no podían salir a las calles sin ser escrachados, nacían organizaciones sociales en todos las barriadas y miles se movilizaban a diario. Los pobres hacían escuchar su voz. La rebeldía del 19 y 20 todavía estaba latente.
La única forma que encontraron para detener ese movimiento popular, y al mismo tiempo, sostener en el régimen político en vida, fue con el fusilamiento. Había orden de matar. Los resultados de la represión fueron 90 heridos, varios de ellos por bala de plomo, 150 detenidos y dos compañeros caídos, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Si bien esto llevó a la renuncia de Duhalde, para el régimen político fue una victoria. Lo que ellos llaman "las instituciones" y "la gobernabilidad" seguían en vida y comenzaban a recuperar la salud. De ahí es que Duhalde ganó su reputación de "piloto de tormentas". El siguiente presidente, Néstor Kirchner, sería el encargado de intentar cerrar ese proceso de rebeldía de los de abajo: calmar las aguas y lavar la cara del régimen de dominación.
Algunos indicios de ello es que hoy, los responsables de la represión siguen impunes, son funcionarios o legisladores, o intentan volver a ocupar cargos de gobierno desde las próximas elecciones. La clase política en general logró salir nuevamente a las calles. Los empresarios pudieron seguir con sus negocios. Continuó el Saqueo. Duhalde nunca pisó una comisaría. Sobisch, el responsable del asesinato de Fuentealba en abril de 2007 sigue libre de culpa y cargo. De la Rúa fue absuelto por los más de 30 fusilados en las calles de diciembre de 2001. Y la represión y persecución sobre los luchadores populares persistió.
Hoy, miles de militantes populares están procesados por luchar. Roberto Martino y Karina Germano están en prisión. Recientemente, 8 compañeros de Quebracho fueron condenados con una sentencia en suspenso a casi 4 años de prisión por la rotura de unos vidrios en el escrache a Sobisch. Entre ellos, nuestros dirigentes Fernando Esteche y Raúl Lescano, fueron condenados por autoría ideológica. Una muestra más de la justicia de clase.
Pero en Argentina la rebeldía no se acaba. Porque la miseria y la pobreza siguen creciendo. Porque los ricos se siguen alimentando a costa de la sangre y sudor de millones de compatriotas. Porque la clase política y este gobierno de los Kirchner siguen perpetrando la Entrega de nuestra Patria y subastando nuestro futuro. Porque persiste la impunidad. Y porque el Pueblo no perdona, no se olvida y se sigue organizando para detener el Saqueo y construir definitivamente una Patria justa, digna y soberana, la Patria Socialista, donde gobierne el Pueblo para el Pueblo.
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS DEL ASESINATO DE DARIO Y MAXI
LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLITICOS. DESPROCESAMIENTO A TODOS LOS LUCHADORES POPULARES
¡¡ CARLOS FUENTEALBA PRESENTE !! SOBISCH SIGUE IMPUNE.
NO A LAS CONDENAS A QUEBRACHO
PATRIA O SAQUEO
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