Continúa la lucha en Sociales (UBA): Acampe frente al Ministerio de Educación de la Nación. / Convocatoria y declaración de Agrupación Prisma.   MARTES 18:00 hs Acampe frente al Ministerio de Educación de la Nación MIÉRCOLES 19.00 hs Asamblea de Sociales LA GESTIÓN TIENE MIEDO… Se a...

Continúa la lucha en Sociales (UBA): Acampe frente al Ministerio de Educación de la Nación. / Convocatoria y declaración de Agrupación Prisma.

 





MARTES 18:00 hs

Acampe frente al Ministerio de Educación de la Nación



MIÉRCOLES 19.00 hs


Asamblea de Sociales




LA GESTIÓN TIENE MIEDO…


Se abre una nueva etapa en la lucha del movimiento estudiantil de Sociales. En que se juega la posibilidad de conquistar las reivindicaciones por las que venimos luchando.  

Hasta el momento la estrategia del desgaste hacía de la gestión de la facultad un tapón destinado a proteger al gobierno que ésta sostiene. La dilación y la falta de respuestas responden a una perspectiva según la cual se pretende frenar los reclamos dirigidos al gobierno nacional. La gestión buscó, en un principio, desacreditar la lucha de los estudiantes y vaciar la facultad. Luego, intentó extorsionar con la amenaza de la pérdida del cuatrimestre a la vez que instigó a aparatear nuestras instancias de organización para decretar la desmovilización.  

Pero esa estrategia no pudo evitar que el movimiento se siguiera consolidando y creciendo en radicalidad. Hoy Caletti no puede detenerlo y debe echar por tierra su inflexibilidad para reunirse con los estudiantes en lucha.  

Esta semana la pelea por nuestras reivindicaciones tiene que estar tanto dentro como fuera de la facultad. Tenemos que ir avanzando en nuestros reclamos ante la gestión. Y tenemos que dar también la disputa en las calles, contra el rectorado y contra el gobierno, que es el principal responsable de la situación edilicia y presupuestaria de la facultad.  

¿MOVIDOS POR EL MIEDO O EL MIEDO A LA MOVILIZACIÓN?  

El decano, ciertos docentes y las agrupaciones estudiantiles del PJ intentaron infundir el miedo a la pérdida del cuatrimestre, el miedo a la supuesta violencia de “los tomadores”, el miedo a que sea una minoría la que esté imponiendo la toma. Estos miedos seguirán siendo agitados. Pero cada día que pasa queda más en evidencia que no son sino parte de una manipulación.   

Esta manipulación fue respondida de manera contundente con las asambleas más multitudinarias de la que se tenga memoria. En estas se mostró que sigue la lucha por el edificio, por mejores condiciones de cursada, por el comedor, por bajar las causas judiciales y por subsidios. Aquellos que creen que no hay nada que reclamar no pudieron imponernos su llamado a la resignación.

Estas asambleas demostraron la falsedad de todas las acusaciones acerca de su supuesto carácter antidemocrático. Las asambleas y esta conducción del centro de estudiantes pusieron de manifiesto que no se le niega a nadie el uso de la palabra. Se mostró quiénes son los minoritarios que apelan a la censura, las amenazas y la violencia; y se mostró también quienes intentan aparatear las instancias de decisión que se da el movimiento estudiantil. Democráticamente, dimos la disputa en las posiciones políticas. Y, democráticamente, se votó cómo seguir. El viernes, apenas pasada la medianoche, se contabilizaron 978 votos a favor de la toma. ¿Y ellos? Se resistieron durante más de media hora a que se contabilizaran sus votos y se retiraron al fracasar en su intento de romper la asamblea. Una vez más ganamos por goleada.

La UES, La Vertiente, La Mandrágora, el Movimiento Evita, La Cámpora, la mayoría de ellas sellos fantasma que sólo existen en boletas electorales o en el ciberespacio, se unen para atacar la lucha, que siempre las tendrá en la vereda de enfrente. Estas agrupaciones sólo insólitamente llegaron a convocar a alguna asamblea en toda la historia de Sociales. Y ahora se acuerdan de que existen, pese a que sistemáticamente atacaron las instancias del centro y toda otra forma de participación. El martes demostraron que sólo fueron a la asamblea a buscar algún elemento para incluir en los comunicados que ya tenían redactados (aunque siquiera pudieron ponerse de acuerdo en el relato, presentando contradicciones delirantes). El viernes mostraron su impotencia ante la inmensa mayoría de estudiantes que votaron por defender la toma. Incluso muchos de los que llegaron convocados por ellos con la expectativa de levantarla, pudieron constatar que aquello que veían con sus propios ojos no tenía nada que ver con la caricatura de asamblea pintada por esas agrupaciones los días previos.  


Perdieron ya dos asambleas, pero falta para que desistan de su campaña de desinformación y manipulación. La preocupación genuina que tenemos los estudiantes por la continuidad de la cursada, es utilizada a partir del rumor infundado sobre la posibilidad de perder el cuatrimestre, adjudicando falsamente a la toma la responsabilidad sobre el no dictado de clases. Son los docentes que responden a la gestión los que intentan vaciar la facultad. Somos los que luchamos por la educación pública los que más queremos que se garantice la cursada.

El evidente desprestigio de este tipo de agrupaciones universitarias ha llevado a que las tareas que ellos asumen normalmente sean derivadas a otros actores. Así, han sido algunos docentes quienes más esfuerzo han hecho por difundir las convocatorias que éstas venían haciendo. Es tal desprestigio el que requirió de este relevo.  

Docentes que no suelen abrazar los paros como medida de lucha, acatan fielmente el lock-out como medida contra la lucha. Para ellos “no están dadas las condiciones” en el aula, un pasillo o una calle para cumplir con su trabajo, pero sí utilizan esos mismos lugares y la “normal” asimetría del aula para ponerla en contra del proceso de movilización. Ese tipo de docentes, que primero intentó vaciar la facultad, ahora extorsiona a parte de los estudiantes. Esta extorsión es doble, no sólo usan su lugar de poder como tribuna, sino que plantean que la única manera de que continúe el cuatrimestre pasa por ir a las asambleas a boicotear la toma. En este sentido, han apelado a métodos de lo más antidemocráticos: la imposición desde el aula, desde una situación de asimetría afirmada por el estado, desde una brutal manipulación de la información y desde un llamado a “participar” que parte de una extorsión directa.

Pero no sólo las agrupaciones que siempre respondieron a la gestión están realizando un previsible favor al decano. También el decano responde a tal favor, ofreciendo una intervención en el conflicto hecha a medida de sus necesidades (incluso electorales). Los comunicados institucionales no divergen de los de estas agrupaciones: son los mismos volantes pero con el sello del estado. No llaman a solucionar el conflicto, sino a boicotear la lucha, provocando desinformación y fomentando el macartismo.

La manipulación que unos y otros llevan a cabo intentando infundir ciertos miedos se orienta principalmente a defender la “paz social” que pregona el kirchnerismo. El porqué de tanto empeño en boicotear la toma, el porqué del nivel de violencia y amenazas a que han llegado, está en la necesidad de cerrar un foco de conflicto abierto contra el gobierno al que responden. Este alineamiento los lleva a una manipulación en la que conviven el discurso más “académico” de la defensa de las clases y las prácticas punteriles de lo peor del PJ.

Los estudiantes de Sociales debemos frenar la manipulación, los argumentos y los aparateos que viene cometiendo la derecha de la facultad. No importa si se trata del decano, de ciertos profesores o de agrupaciones que dicen representar a los estudiantes. No importa si se visten de “intelectual progresista” o de compañero de cursada.

El miedo que está primando no es el falso miedo a la pérdida de un cuatrimestre. El miedo que más se ve en estos días es el de unas autoridades que temen a lo que puede dar un  movimiento estudiantil que lucha por sus reivindicaciones y da muestras de su fuerza todas las semanas.

DESAFÍOS DE ESTE MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

En los últimos días la discusión dio un lugar demasiado preponderante a falsas polarizaciones. En muchos casos se forzaron las diferencias, sobreactuando las posiciones. Así, se fomentaron falsos debates que hicieron primar las denuncias y las acusaciones por sobre la posibilidad de actuar en frente único. Un debate que tenía en su momento sentido, como el de la apertura o cierre de las aulas, con el correr de las asambleas se transformó en un simulacro de discusión con pocas consecuencias prácticas. El único sentido pasó a ser quién se imponía en la votación. El otro ejemplo paradigmático fue el debate en torno a la suspensión parcial de la toma para habilitar la mesa de diálogo con la gestión. También aquí primó la actuación de supuestas divergencias insalvables. Aunque ninguna fuerza se había expresado en contra de tal suspensión y manifestaban múltiples formas concretas de llevarla a cabo, se construyó una moción como “antagónica”, bloqueando los intentos de llegar a una propuesta unificada por la que habíamos trabajado desde la asamblea anterior.

Frente a estas falsas discusiones, los debates que el movimiento de Sociales debe darse pasan por cómo hacemos para desarmar el boicot de la derecha, qué reivindicaciones podemos arrancarle a Caletti y cómo podemos conseguir el edificio único. Este movimiento tiene que plantearse seriamente cómo seguir. La lucha tiene que darse tanto dentro como fuera de la facultad. Hay que plantearse dónde golpear en este momento, y dar allí un golpe contundente.  

Entendemos que dar la disputa en la calle no significa resignarse a insistir indefinidamente con marchas. La disputa directa con el gobierno nacional hoy es necesaria y posible. Vamos por un gran acampe que lleve la toma de Sociales al Ministerio de Educación. El gobierno ya no puede esconderse detrás de sus decanos. Es hora de que dé una respuesta.

La lucha de Sociales no está sola. Además de los casos de la Capital (secundarios, terciarios, IUNA, otras facultades de la UBA), crece la lucha del movimiento estudiantil en Córdoba, Neuquén, Mar del Plata, La Plata. Aunque algunos pretendan dar por concluido el conflicto, a este movimiento le queda aún camino por recorrer. Hagamos saltar todos los tapones, hagamos de esta lucha un triunfo histórico del movimiento estudiantil.


PRISMA en el TREN

- Coordinación General del CECSo -

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