Declaración de condena al criminal bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba (OSPAAL)       Por décimo novena ocasión, el próximo 26 de octubre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas considerará la Resolución Neces...

Declaración de condena al criminal bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba (OSPAAL)

 


 


 


OSPAAL






Por décimo novena ocasión, el próximo 26 de octubre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas considerará la Resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.

 Cuba expondrá los sólidos argumentos que avalan los graves daños e impactos que ocasiona a la Isla esa política criminal del gobierno de los Estados Unidos que, por espacio de más de 50 años, ha tratado infructuosamente de rendir por hambre al pueblo cubano, destruir el orden constitucional escogido por este en ejercicio del derecho a la libre determinación, y derrotar su proceso revolucionario socialista.

 Una vez más, los Estados miembros procederán a votar, en inequívoca y aplastante mayoría, a favor de la eliminación de esa política hostil y se posicionarán honrosamente del lado de la justicia. Unos pocos, muy contadas excepciones, sucumbirán  a las presiones y el chantaje de la potencia económica y militar más poderosa del mundo.

 Al igual que sus predecesores, el actual gobierno de los Estados Unidos, encabezado por el laureado Presidente Barack Obama, no ha atendido el reiterado clamor internacional por el cese inmediato del bloqueo norteamericano contra Cuba.

 Por el contrario ha continuado aplicando esa política injusta e ilegal con total y cruel rigor. No ha enunciado, y mucho menos emprendido, acción alguna para desmontar el complejo entramado de leyes y disposiciones administrativas que conforman las bases y regulaciones del bloqueo. Ha reforzado las sanciones económicas, la persecución a la actividad empresarial y a las transacciones financieras cubanas.

 Tampoco han sido modificados los fundamentos sobre los que se erige esa política que califica como un acto de genocidio, en virtud del Inciso C / Artículo II de la Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Ni aquellos que identifican al bloqueo como acto de guerra económica, de acuerdo con lo establecido en la Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.

 Por su carácter extraterritorial y su aplicación a terceros países, el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba es también una brutal violación de las normas vigentes del Derecho Internacional, que provoca graves daños y perjuicios a la economía nacional cubana. No existe un sistema de sanciones unilaterales similar, que se haya practicado contra ningún otro país del mundo por un período tan prolongado.

 La aplicación de la política de bloqueo y guerra económica total constituye una evidente e inadmisible violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo cubano, y perjudica de igual modo el disfrute de  derechos y libertades del propio pueblo norteamericano. Incluso, afecta a los ciudadanos y empresas de terceros países a causa del efecto extraterritorial de dicha política.

 El daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba hasta diciembre de 2009, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 100 mil 154 millones de dólares. Pero si se toma en consideración que el valor del dólar, medido en términos de la cotización del oro en el mercado financiero internacional, se ha reducido en más de 30 veces desde 1961 hasta el 2009, la afectación total provocada a la economía cubana sería del orden de los 751 mil 363 millones de dólares.

 Los organizaciones que integran el Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL, junto a los movimientos y fuerzas políticas firmantes de esta Declaración, exigimos al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, sin condicionamientos ni exigencias injerencistas.

 Le reclamamos no dilatar ni un minuto más la decisión de poner fin a ese acto genocida que transgrede el derecho a la paz y es contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, el cual se ejerce con criminal saña contra una digna nación del Tercer Mundo que no claudica en la defensa de su independencia nacional, comprometida con la justicia social y la construcción de un modelo de desarrollo alternativo al capitalismo salvaje y depredador, paradigma de genuina solidaridad con otros pueblos hermanos del mundo.

 
Adoptada en La Habana, en la sede de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Africa, Asia y América Latina (OSPAAAL), a los 14 días del mes de octubre de 2010

 
Representantes de partidos y organizaciones de Cuba, Puerto Rico, Chile, Guatemala, Vietnam, RPD de Corea, Palestina, Siria, Guinea, Sudáfrica, Congo y Angola, miembros del Secretariado Ejecutivo internacional de la OSPAAAL.

Movimientos y partidos políticos acreditados en Cuba de los hermanos países de Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, España, Nicaragua, Palestina, República Dominicana, Sudán y Venezuela.

Por décimo novena ocasión, el próximo 26 de octubre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas considerará la Resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.

 Cuba expondrá los sólidos argumentos que avalan los graves daños e impactos que ocasiona a la Isla esa política criminal del gobierno de los Estados Unidos que, por espacio de más de 50 años, ha tratado infructuosamente de rendir por hambre al pueblo cubano, destruir el orden constitucional escogido por este en ejercicio del derecho a la libre determinación, y derrotar su proceso revolucionario socialista.

 Una vez más, los Estados miembros procederán a votar, en inequívoca y aplastante mayoría, a favor de la eliminación de esa política hostil y se posicionarán honrosamente del lado de la justicia. Unos pocos, muy contadas excepciones, sucumbirán  a las presiones y el chantaje de la potencia económica y militar más poderosa del mundo.

 Al igual que sus predecesores, el actual gobierno de los Estados Unidos, encabezado por el laureado Presidente Barack Obama, no ha atendido el reiterado clamor internacional por el cese inmediato del bloqueo norteamericano contra Cuba.

 Por el contrario ha continuado aplicando esa política injusta e ilegal con total y cruel rigor. No ha enunciado, y mucho menos emprendido, acción alguna para desmontar el complejo entramado de leyes y disposiciones administrativas que conforman las bases y regulaciones del bloqueo. Ha reforzado las sanciones económicas, la persecución a la actividad empresarial y a las transacciones financieras cubanas.

 Tampoco han sido modificados los fundamentos sobre los que se erige esa política que califica como un acto de genocidio, en virtud del Inciso C / Artículo II de la Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Ni aquellos que identifican al bloqueo como acto de guerra económica, de acuerdo con lo establecido en la Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.

 Por su carácter extraterritorial y su aplicación a terceros países, el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba es también una brutal violación de las normas vigentes del Derecho Internacional, que provoca graves daños y perjuicios a la economía nacional cubana. No existe un sistema de sanciones unilaterales similar, que se haya practicado contra ningún otro país del mundo por un período tan prolongado.

 La aplicación de la política de bloqueo y guerra económica total constituye una evidente e inadmisible violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo cubano, y perjudica de igual modo el disfrute de  derechos y libertades del propio pueblo norteamericano. Incluso, afecta a los ciudadanos y empresas de terceros países a causa del efecto extraterritorial de dicha política.

 El daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba hasta diciembre de 2009, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 100 mil 154 millones de dólares. Pero si se toma en consideración que el valor del dólar, medido en términos de la cotización del oro en el mercado financiero internacional, se ha reducido en más de 30 veces desde 1961 hasta el 2009, la afectación total provocada a la economía cubana sería del orden de los 751 mil 363 millones de dólares.

 Los organizaciones que integran el Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL, junto a los movimientos y fuerzas políticas firmantes de esta Declaración, exigimos al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, sin condicionamientos ni exigencias injerencistas.

 Le reclamamos no dilatar ni un minuto más la decisión de poner fin a ese acto genocida que transgrede el derecho a la paz y es contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, el cual se ejerce con criminal saña contra una digna nación del Tercer Mundo que no claudica en la defensa de su independencia nacional, comprometida con la justicia social y la construcción de un modelo de desarrollo alternativo al capitalismo salvaje y depredador, paradigma de genuina solidaridad con otros pueblos hermanos del mundo.

 
 Adoptada en La Habana, en la sede de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Africa, Asia y América Latina (OSPAAAL), a los 14 días del mes de octubre de 2010

 
Representantes de partidos y organizaciones de Cuba, Puerto Rico, Chile, Guatemala, Vietnam, RPD de Corea, Palestina, Siria, Guinea, Sudáfrica, Congo y Angola, miembros del Secretariado Ejecutivo internacional de la OSPAAAL.

 Movimientos y partidos políticos acreditados en Cuba de los hermanos países de Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, España, Nicaragua, Palestina, República Dominicana, Sudán y Venezuela.

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