Fue unánime el rechazo a la destitución del Presidente Lugo por parte del Senado paraguayo, lo cual se evidenció en las múltiples expresiones de repudio que se dieron a conocer en las últimas horas por parte de diversas organizaciones políticas, sociales y sindicales.
La AGD - UBA repudió el golpe de estado en Paraguay, expresando su apoyo incondicional al pueblo paraguayo y convocando a sumarse a las movilizaciones de solidaridad para manifestar en forma masiva este rechazo a esta acción llevada a cabo por la derecha terrateniente con la finalidad de aplastar a los trabajadores y al heroico movimiento campesino de ese país.
Asimismo, el Rectorado de la Universidad Nacional de Río Cuarto, a través de una declaración, expresó que la destitución del Presidente Lugo "constituye un duro golpe a los procesos de democratización social tanto del Paraguay como de una amplia región latinoamericana, constituyéndose en un golpe de Estado Parlamentario" y recordó que "la historia de pueblo del Paraguay ha estado signada por siglos de opresión por parte de las oligarquías que controlan la tierra, se apropian de la producción colectiva de las mayorías populares, sumiendo a éstas en la miseria y en el dolor cotidiano" para finalizar, luego, expresando su rechazo al golpe de Estado y su solidaridad con el pueblo paraguayo.
Por otra parte, la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA rechazó el juicio político llevado a cabo contra el Presidente Lugo, calificándolo como "un acto de desestabilización del histórico proceso de transformación en el país, que puso fin a los 60 años de dictadura del Partido Colorado"
Por otra parte, afirmó "que la masacre de Curuguaty, sucedida el pasado 18 de junio, donde fueron asesinados 11 campesinos, se planificó para darle el argumento político a la dictadura judicial y parlamentaria, para que actuase e intentara revertir -como ha sido constante desde abril del 2008- el avance de los cambios populares y sociales en la hermana nación del Paraguay" y señaló que "el mismo Parlamento paraguayo, que ha obstaculizado diversos procesos de integración latinoamericana, ahora pretende reposicionar los privilegios de sectores de la oligarquía, a partir de la alianza entre las empresas de comunicación y los partidos tradicionales y de derecha"
Teniendo en cuenta lo sucedido en Honduras, Bolivia y Venezuela, denunciaron las acciones desestabilizadoras y solicitaron una acción mancomunada a los gobiernos de la región para preservar la democracia en Paraguay, al igual que repudiaron la represión y criminalización contra los movimientos y organizaciones sociales que luchan por sus derechos y contra las políticas imperiales y neoliberales.
El Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) convocó a derrotar el “golpe institucional” de la derecha con la movilización obrera y popular independiente, mediante un comunicado en el cual subrayó el rol de la Iglesia Católica y el imperialismo yanqui.
No obstante, señaló que Lugo demostró que "no iba a tomar ninguna medida que afectara los intereses de los grandes latifundistas; en particular, la oligarquía sojera que se desarrolló estos últimos años, expulsando a miles de campesinos sin tierra". Recordemos que una de las promesas electorales era la reforma agraria.
Sin embargo, sostuvo que "solo la más amplia movilización obrera, campesina y popular, independiente de todos los partidos del régimen, podrá derrotar este golpe palaciego de la derecha y sus planes de estabilizar un gobierno que pueda garantizar los intereses de los grandes empresarios, y luchar por resolver los grandes problemas del país, empezando por aplicar una reforma agraria que ponga fin al latifundio y le dé la tierra a los campesinos y terminar con la sumisión del país al imperialismo, en la perspectiva de la lucha por un gobierno obrero, campesino y popular", y convocó a la movilización en solidaridad con la lucha de los hermanos paraguayos.
Jorge Altamira, del Partido Obrero (PO), afirmó en declaraciones periodísticas a MDZOL que "el proceso contra el presidente Fernando Lugo forma parte de un golpe de Estado". Por otro lado, responsabilizó al mandatario depuesto porque "jugó el juego de la derecha", aunque señaló que "no aceptamos que lo voltee la derecha".
Asimismo, indicó que la situación de Lujo es similar a la del depuesto presidente chileno Salvador Allende y en este sentido, recordó que fue Allende el que convocó a Augusto Pinochet como ministro de Guerra cuando la situación se complicó en Chile, mientras que Lugo nombró a cargo de la investigación (de las muertes de campesinos) a grupos policiales y gente del Partido Colorado responsables de estos asesinatos", según afirmó.
Por otra parte, Altamira subrayó que los colorados defienden los intereses de "los grandes latifundistas que no vacilan en asesinar en nombre del acaparamiento sojero", en relación al cruel desalojo de los campesinos de Curuguaty.
El kirchnerismo expresó su rechazo a través de sus diferentes vertientes, como el Partido MILES (Movimiento de Integración Latinoamericana de Expresión Social), liderado por Luis D'Elía, el cual afirmó "su más absoluto rechazo y repudio ante esta nueva afrenta a los pueblos de América Latina, que pretende instaurar un nuevo modelo destituyente, para privar a nuestros pueblos del ejercicio de sus más sagrados derechos e intereses" ante el golpe de Estado institucional en Paraguay "provocado por los más sórdidos y espurios intereses de la oligarquía local en connivencia con el imperialismo norteamericano"
Por otro lado, afirmó que se ha "visto la gigantesca farsa montada por el parlamento de ese país bajo la excusa de un “juicio político” al Presidente Lugo, en el que se le ha negado todo el derecho a ejercer su legítima defensa en juicio, lo que invalida las reglas del debido proceso, puesto que ya estaba condenado con antelación, según rezan los documentos del propio senado paraguayo", entendido esto como una argucia legal para inhibir el mandato de los pueblos a través de las urnas.
Asimismo, sostuvo que no es ajena "la participación y connivencia del imperio, deseoso de reforzar su presencia en la región y contar con regímenes adictos, en momentos en que la unidad latinoamericana avanza a pasos agigantados a través de la UNASUR y la CELAC" y señaló que "no es un dato menor la existencia de una base militar de los EEUU en la localidad paraguaya de Mariscal Estigarribia, que cuenta con una dotación de más de 1200 marines y una pista capaz de recibir aviones militares de gran porte, en el pleno corazón de América del Sur".
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