Mediante una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, la República de Cuba condenó el golpe de Estado que destituyó al Presidente Lugo y afirmó que "se suma a la larga lista de atentados contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, siempre realizados por las oligarquías con la autoría, la complicidad o la tolerancia del Gobierno de los Estados Unidos".
Asimismo, denunció que, luego de lo ocurrido en las décadas pasadas en Nuestramérica, "esta estrategia violenta y antidemocrática ha sido retomada, con métodos clásicos o nuevos, en el golpe militar y luego petrolero contra la Revolución Bolivariana en Venezuela, el intento desestabilizador y secesionista contra el Estado Plurinacional de Bolivia, el golpe militar contra la fuerzas progresistas en Honduras y el intento de golpe contra la Revolución Ciudadana en Ecuador" con la clara finalidad de detener los procesos políticos y económicos en curso por la integración latinoamericana.
No obstante, aclaró que continuará la colaboración médica y humanitaria con el pueblo paraguayo; en particular, con el Centro Oftalmológico de María Auxiliadora, que devolvió la visión a 18.000 paraguayas y paraguayos.
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