Este miércoles marchamos a Plaza de Mayo junto al sindicalismo combativo
Los avances salariales, la recuperación de la actividad económica y del empleo en comparación con la década neoliberal son realidades que no negamos, a pesar de estar asediadas por la inflación y, ahora, por la crisis mundial. Pero después de 10 años de kirchnerismo estos avances son precarios al estar sustentados en políticas coyunturales que no constituyen un proyecto transformador de fondo. Es necesario que el gobierno institucionalice conquistas obreras y nacionales mediante medidas que impidan que los trabajadores sean variable de ajuste en momentos de crisis.
Por eso respaldamos la extensión de las asignaciones familiares a todos los trabajadores que no sean gerentes o jefes de empresa, lo mismo que el mínimo no imponible, la participación en las ganancias, la apertura de la contabilidad de las empresas y el control de sus inversiones, la eliminación del trabajo en negro y la tercerización (al ejemplo de Venezuela), etc. Es evidente que los barrios pobres siguen siendo vergonzosamente pobres mientras que los ricos se han enriquecido espectacularmente durante los últimos 10 años.
El gobierno realiza acciones que pueden ser positivas pero que quedan a mitad de camino por su compromiso con el capital especulativo o saqueador. Así sucede con todos los planes de vivienda hasta hoy, y esperamos que no suceda lo mismo con la nacionalización de YPF, entre otras cosas. Tampoco el gobierno termina de distanciarse del capital imperialista y especulativo, al tiempo que vemos negativamente cómo mantiene el compromiso con la minería extranjera y los pooles de siembra.
Hoy, sin haber alcanzado los mínimos niveles de empleo y justicia social que existían hace 40 años, el gobierno se encuentra en la "necesidad" de salvar "el modelo" a través del disciplinamiento de los trabajadores y el freno de las mejoras sociales. Mejoras que, dicho sea de paso, sólo han llegado a menos de la mitad de la clase obrera, ya que la mayoría de nuestro pueblo vive de changas, planes sociales, trabajos "tercerizados", en negro o con salarios que no superan los 3500 pesos.
Sabemos que hay una reacción oligárquica imperialista agazapada esperando para venir por todo y volver a las peores formas de neoliberalismo. Pero también sabemos que la única forma de encarar la crisis que se avecina es respaldarse en las organizaciones de trabajadores genuinas y eso, como sucedió en el pasado peronista que se invoca retóricamente, se logra mediante la institucionalización de conquistas sociales y nacionales y con un movimiento obrero renovado y combativo, unido y democrático, y no poniendo de rodillas a los trabajadores respaldándose en los históricos traidores a la clase obrera y el pueblo.
- Por aumentos salariales y paritarias libres
- No al impuesto al trabajo y no al IVA a los alimentos
- Aumentos acordes a la canasta básica para los planes sociales y de cooperativas
- Fin de la tercerización, el trabajo en negro y el trabajo precario
- No a la "sintonía fina", no al ajuste
- Por un plan nacional de la clase trabajadora y el pueblo que sea la continuación de La Falda, Huerta Grande, la CGT-A y los 26 Puntos de la CGT
- Por la unidad de la clase trabajadora, ocupada, precarizada y desocupada
- Por un movimiento popular fuerte y combativo
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