La palabra es nuestra / Convocatoria de ADEMYS.       La palabra es nuestra MARTES 14 DE DICIEMBRE - 18.00 HS JUNTO A CTA NOS MOVILIZAMOS A JEFATURA DE GOBIERNO Y PLAZA DE MAYO    Ante lo ...

La palabra es nuestra / Convocatoria de ADEMYS.

 


 


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La palabra es nuestra



MARTES 14 DE DICIEMBRE - 18.00 HS

JUNTO A CTA

NOS MOVILIZAMOS

A



JEFATURA DE GOBIERNO Y PLAZA DE MAYO   



Ante lo ocurrido en el Parque Indoamericano, llamado de Ademys a la reflexión institucional, por la vida y la vivienda digna, contra la muerte, el odio y la represión

Es lícito preguntarse por qué los maestros y profesores tenemos que involucrarnos en este asunto. La respuesta la encontraremos a la altura de esas mejillas pardas, morenas, quechuas, guaraníes y mestizas que nos esperan día a día en el aula. Ya estamos en esto. Estamos porque la comunidad de niños, adolescentes y adultos con los que trabajamos y aprendemos cotidianamente está en esto.

Son nuestros alumnos, y sus familias, los que de una u otra manera se han visto ofendidos y discriminados por los agravios que desde distintas esferas se expresaron en contra de las comunidades bolivianas, paraguayas y peruanas. Por no haber nacido aquí, por vivir en una villa, por tener las mejillas color de la tierra nuestros alumnos se estarán preguntando hoy: “¿Por qué está mal decir tajador en vez de sacapuntas?”, “¿Por qué en vez de un chulo debo llevar gorro?”, “¿Por qué mamá y papá que trabajan 20 horas diarias en un taller son usurpadores y vagos?”,”¿Por qué más de la mitad de los $1.200 pesos que ganan mamá y papá se van en el alquiler de esta casilla con una sola pieza para mí y mis hermanos?”, ”¿Porqué mi color, mi acento, mi pues molestan?”. Sus preguntas, tácitas y expresas, nos piden escucha, nos piden palabras y compromiso.

Ese foro atípico que es la escuela tiene la gran oportunidad -y la urgente necesidad- de hacer de un hecho escandaloso y terrible, el sustrato para contribuir una vez más a la construcción de una sociedad realmente solidaria y fraterna. Los docentes tenemos a disposición un espacio de debate que entre nosotros debemos ir afinando como un viejo piano.

Es prioritario informarse sobre la situación estructural de la vivienda. Conocer, por ejemplo, que el 70% de los hogares pobres sufren de problemas habitacionales (INDEC, 2009). Es importante saber que la Corporación del Sur tiene millonarios negocios con las tierras del estado, algunas cercanas a las del Parque Indoamericano. No podemos desconocer que el gobierno de Macri ejecutó en este año sólo el 18,6% del presupuesto del Instituto de la Vivienda, pero que sí dispuso de una partida muchas veces mayor para crear la Policía Metropolitana.

La sala de maestros y profesores es el lugar de encuentro en donde los docentes podemos poner una cuota de análisis (mate mediante, entre compañeros y compañeras, entre trabajadores) sobre la gravedad de lo acontecido: las maniobras represivas que vienen siendo desde el gobierno nacional y municipal la respuesta a todo reclamo que pone sobre la mesa un derecho negado. En antecedente de la UCEP porteña, la banda que expulsa a palazos a los indigentes que viven en la calle. Y preguntarnos: ¿Qué tenemos para decir sobre el accionar de las patotas como la que integró Julio Capella, visto en cámara empuñando un arma y disparando contra familias, chicos, mujeres? ¿Qué pensar acerca de la relación que une a este matón con las burocracias sindicales de Genta? ¿Y sobre el reclutamiento de dichas patotas que hicieron Esther “Niti” Iglesias, Eva Ferraro -jefa del Centro de Gestión y Participación 8- con la anuencia de Cristian Ritondo, presidente del bloque PRO en la Legislatura Porteña? Estos interrogantes no son exhaustivos. Sin embargo, nos acercan a los condimentos políticos que potenciaron un arraigado sentimiento de discriminación y reacciones xenófobas. Sin este plano perderíamos una perspectiva más amplia del problema.

Desde el martes 7 de diciembre por la tarde, los hechos vividos en el Parque Indoamericano nos sacuden, nos movilizan y nos interpelan. La gravísima crisis habitacional condujo a un grupo muy numeroso de familias a tomar en sus manos la solución a un reclamo relegado en la agenda política del gobierno y una urgencia silenciada por los medios de información. La toma de tierras no es la causa ni el origen de los enfrentamientos que dejaron al menos tres asesinatos y varias decenas de heridos. El conflicto excede geografías, distritos, jurisdicciones y entra en los distintos ámbitos de discusión. La escuela es uno de ellos y ante lo sucedido nos expresarnos y llamamos a la reflexión a todos los docentes.

Los días que pasamos dejan en la superficie un problema profundo que nos pide compromiso y sensibilidad. La muerte de estos trabajadores, el odio y la represión exacerbadas por las declaraciones de los funcionarios porteños, nos exigen palabras y acciones ligadas por la coherencia a la defensa de la vida humana.

Para que no vuelvan a caer por la bala cobarde un nuevo Bernardo Salgueiro, o una Rosmary Churapuña, o un Juan Catañares Quispe, no alcanzará con nuestra voluntad, con la denuncia y el debate, pero desde la escuela podemos hacer mucho. Tengamos un diálogo abierto y honesto entre nosotros y con nuestros alumnos y con sus familias.

Por nuestros alumnos, por todos ellos, los de ahora y los de mañana, los de Soldati y Lugano, los de Barracas y La Boca, los de Paternal y Villa Crespo. Que nuestras voces se oigan una vez más. Que nuestras voces tapen el odio y el racismo. El silencio es de los que destruyen. La palabra es nuestra.


Ademys
ASOCIACIÓN DOCENTE
Santiago del Estero 443 - CABA - 4381 5400 - www.ademys.org.ar

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