Se realizó la 18ª Marcha “Sin trabajo digno no hay pan ni paz” (Indymedia Rosario).

El pasado 28 de diciembre se realizó la 18º Jornada, Marcha y Celebración “Sin trabajo digno no hay pan ni paz”.

Desde 1994, esta marcha tiene el derecho al trabajo digno como eje principal ante el embate del neoliberalismo en el Cordón Industrial de Rosario durante la década de los ' 90, siendo impulsada por comunidades cristianas que tomaron como fecha simbólica al Día de los Santos Inocentes.

Esta histórica manifestación sufrió amenazas de judicialización por parte del Ejecutivo municipal de Capitán Bermúdez, el cual también eligió su fecha simbólica: el 27 de diciembre, día de la promulgación de la Ley Antiterrorista.

“Los señores de la ciudad decidieron que nos callemos” dijo el sacerdote Salvador Yaco, “ciertamente la marcha es una expresión serena, tranquila, pacífica, hace muchísimo tiempo, que no produce grandes cambios, pero es una expresión popular. Ellos ni siquiera esto permiten”.

Salvador es un sacerdote poco común, que se juega desde hace años por “los crucificados del sistema”. Cuando habla sobre la institución iglesia dice cosas como que “debería darnos vergüenza que no seamos coherentes con lo que predicamos” que no le han ganado la simpatía de la jerarquía eclesiástica como tampoco desde la gubernamental.

El sacerdote recuerda “aquella debacle en la que se perdieron cerca de cinco mil puestos de trabajo, cerraron numerosísimas empresas, la situación fue muy brava”, como también el nacimiento de esta jornada, la que se dió “en un contexto cristiano, los curas y los pastores de acá del Cordón Industrial fuimos los que empezamos con esta marcha el día de los santos inocentes y los Herodes asesinos”.

Pasaron 18 años y Yaco todavía está aquí, junto a algunos de los que empezaron entonces a marchar y no se detuvieron aún. La hostilidad del poder encontró una renovada expresión. tras las amenazas veladas desde el Municipio y cuenta que “me llamaron un día antes para decirme que ellos habían decidido cuál iba a ser el recorrido de la marcha. Nosotros avisamos tres semanas antes, y lo hacen pocas horas antes de la marcha. Decisión de ellos, inconsulta, nos querían poner en un lugar completamente invisibilizado, apartado. Nosotros hace 18 años que caminamos por aquí -la Ruta 11- ellos nos dicen que molestamos el tránsito, que el caos que podemos provocar en la ciudad, cuando nunca hubo ningún dificultades en todos estos años. Entonces cuando no pueden convencernos, nos dicen que nos van a denunciar. Es la judicialización de la protesta, y sale justo en el día en que se promulga la Ley Antiterrorista. En este acto este tema está contemplado. Pero está contemplado desde antes, porque es lo que está pasando en la Argentina con muchos luchadores sociales, populares. En Rosario tenemos el caso de Eduardo Delmonte, el caso de Carlos Ghioldi, entre otros, pero hay muchísimos dirigentes... cuando hay una lucha popular se la procesa, se la criminaliza, se la persigue y se la encarcela”.