El pasado martes se conoció el fallo del Tribunal Oral Federal N° 1 de Neuquén, integrado por los jueces Orlando Coscia, Eugenio Krom y Mariano Lozano, en la causa "La Escuelita II" por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico - militar por parte de 21 genocidas.
13 condenas fueron impuestas y recayeron en los represores Osvaldo Laurella Crippa (23 años de prisión), Enrique Braulio Olea (22 años de prisión), Oscar Reinhold (21 años de prisión), Sergio Adolfo San Martín (19 años de prisión), Jorge Eduardo Molina Ezcurra (19 años de prisión), Jorge Ricardo Luera (16 años de prisión), Raúl Guglielminetti (12 años de prisión), Antonio Alberto Camarelli (10 años de prisión), Enrique Charles Casagrande y Gustavo Vittón (8 años de prisión), Máximo Ubaldo Maldonado (7 años de prisión), Miguel Ángel Quiñones (6 años y 6 meses de prisión) y Francisco Julio Oviedo (4 años de prisión).
Por otra parte, fueron absueltos Serapio del Carmen Barros, Oscar Ignacio del Magro, Jorge Osvaldo Gaetani, Gerónimo Huircaín, Saturnino Martínez, Desiderio Pinchulef, Emilio Sachitella y Julio Héctor Villalobo.
En declaraciones a la prensa, Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo y Alto Valle (Neuquén), afirmó que “quienes con tanto coraje y tanto dolor vinieron a decir su verdad, hoy no ha sido reconocida por la justicia. Es la justicia que tenemos. Hay que luchar para que realmente sea independiente y no sea de clase. Esta justicia es de clase", al referirse a la sentencia.
Por otro lado, Oscar Ragni sostuvo que, pese a las bajas condenas, los imputados “no ganaron”.
Sin embargo, la lucha continúa y ello fue ratificado por Inés Ragni: “La sangre de nuestros hijos no tiene precio y no se vende a ningún gobierno”.
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