¿Qué es el Crimen Educativo?

¿Qué es el Crimen Educativo?

Por Andrés Sarlengo (Contrapuntos, FM Nostalgia, Venado Tuerto, Santa Fé).

Es una mirada periodística sobre cómo educa la plutocracia.

Les recuerdo, soy docente en una escuela especial de Venado Tuerto (Santa Fe) y hago radio con mi programa Contrapuntos.

El Crimen educativo son los pibes y las pibas que perviven empobrecidos, narcotizados, vaciados, consumidos, sin palabras ni proyectos personales ni colectivos.

Es Daniel Filmus y Juan Carlos Tedesco promoviendo y “premiando” junto a la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) a la “Escuela que enseña a pensar”.

Son los más de 14 millones de argentinos (índices oficiales) que no terminaron la secundaria.

Es la UNESCO que se dice progresista.

Es la Ley de Bienes Culturales (4 de julio de 2003) y el decreto 527/05 firmado por todos los Ministros de Néstor Kirchner.

Es la Fundación Leer -y sus Maratones de Lecturas- con la asesoría de Mariano Grondona, Antonio Salonia y Steven Rockefeller.

Es la pedagogía de Coca Cola y Monsanto.

Es Carlos Reutemann con sus Ministros “procesistas”.

Es el asesinato de Claudio “Pocho” Lepratti y el silencio cómplice de la Iglesia Católica.

Es el abrazo entre Jorge Sobisch y Jorge Obeid preludiando el crimen de Carlos Fuentealba.

Carlos debe ser recordado; pero nunca con discursos de Hugo Yasky ni Stella Maldonado.

Es temerario que el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) y Monseñor Aguer se preocupen por “el porvenir de las jóvenes generaciones”.

El Crimen educativo es un inventario de “La empresa educativa K”: empresarios sonrientes, leyes y didácticas a su favor y ganancias hiperconcentradas.

Es Macri, Bullrich, Sileoni, Gvirtz…

Es el pacto perverso entre el Ministerio de Educación de la Nación y la AEA (Asociación Empresaria Argentina) prefigurando la sanción de la Ley de Educación Técnico - Profesional.

Es la falacia de la “calidad educativa” y la CTERA sin honra, mejor dicho, domesticada.

Es la FLACSO y sus intelectuales “miserables”… (Están los obreros del verbo, y los otros…)

Es lamentablemente la respuesta a una duda que siempre se repite: ¿Puede un Estado genocida (1976 - 83) convertirse por un simple cambio de funcionarios y administradores en un gobierno formador de hombres y mujeres libres y solidarios?

Son las escuelas hechas galpones digitalizados.

Es Cristina Fernández de Kirchner sintiéndose Sarmiento en este Bicentenario.

Es la plusvalía de Conectar Igualdad. “Tecnificar la sociedad para despolitizarla”, sostuvieron la mayoría de las últimas dictaduras cívico- militares en América Latina. ¿Lo han logrado?

Es un Bicentenario con pocas palabras. Más PBI “invertidos” en celulares que en educación.

Es el Requerimiento de Obediencia de 1492 que permanece…

Es Tedesco reconociendo -después de alejarse de sus funciones ministeriales- que “la historia de las últimas seis décadas es la historia de las reformas y, al mismo tiempo, todo sigue igual”.

Son los docentes formateados por el Estado y los Mercados (E igual resistimos)

Son las corporaciones mediáticas que únicamente se preguntan por la “buena educación” cuando “hay paros de maestros”…

¿Qué es el Crimen educativo?

Es una mirada periodística sobre cómo educa la plutocracia.

En tiempos de 6, 7, 8, Lanatas, Tinellis, Víctor Hugos, Alivertis -en definitiva- pretendemos hacer radio y periodismo. Así nació el Crimen Educativo.

Pensado en las siguientes palabras de Bertolt  Brecht (“Mi deseo ferviente es que la burguesía acompañe su invención de la radio con otra que permita registrar todo lo que pueda ser emitido. Las generaciones futuras podrán entonces comprobar con sorpresa cómo una casta, con posibilidades de decir a todo el planeta lo que ella tenía que decirle, había, al mismo tiempo, permitido al planeta notar que no tenía, para decirle, nada”), es hora que “nosotros” digamos y actuemos en consecuencia.

Hay que vencer a los criminales y sus “comunicados”.

NOTA DEL AUTOR:

El domingo 18 de noviembre se presentó la nueva versión de "El Crimen Educativo" en el Segundo Congreso Nacional de Educación, que se realizó en el colegio “Normal 2” Mariano Acosta de la Ciudad de Buenos Aires.

Y las palabras de presentación están reflejadas en el presente artículo.