Educados, con calidad y equidad empresarial… Educados, con calidad y equidad empresarial… Por Andrés Sarlengo En la Argentina las escuelas del Bicentenario son galpones a informatizar....

Educados, con calidad y equidad empresarial…

Educados, con calidad y equidad empresarial…


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Por Andrés Sarlengo


En la Argentina las escuelas del Bicentenario son galpones a informatizar.

Carlos Del Frade es contundente: “Una cifra que empalma con la realidad nacional: la mitad de las argentinas y los argentinos adultos no terminaron la educación media. La mitad de la población argentina es, en los hechos, semianalfabeta aunque sepa sumar, restar, leer y escribir. Un fenomenal proceso de ingeniería social que hizo de las mayorías populares un espectador del destino  impuesto por las élites dominantes (1)”.

La plutocracia nos educa para sus intereses. Asignación universal por hijo, secundario obligatorio y “Un alumno, una computadora”. Pan e Internet como una Roma tecnoinformacional. Entre paredes y bajo techo los chicos no molestan: si aprenden es otra cuestión.

Quizás redunde en esta serie de artículos sobre educación, democracia y política; pero lecciones inolvidables de dos maestros fluyen en mi sangre guaraní: Rodolfo Walsh y Francisco Isauro Arancibia. Rodolfo por su oficio, genio y opción; Francisco por su coherencia inmarchitable.

Roberto Ferro en el prólogo de Caso Satanowsky (de Rodolfo Walsh) afirma: “Antes que una estética de cualquier orden, hay una ética de solidaridad histórica que se impone en la investigación de sucesos borrados, tachados de la memoria colectiva; la marca de Walsh es la politización extrema de la investigación: el enigma está en la sociedad y no es otra cosa que una mentira deliberada que es preciso desvelar con evidencias (2)”.

Así es. Es imprescindible desentrañar quien es quien en política educativa. Los nombres y apellidos de funcionarios y dirigentes son tan importantes como el entramado de decisiones.

Desde Sarmiento a Alberto Sileoni la plutocracia es obsesiva (y perversa) con las normas y su mandatos. Armand Mattelart en la Historia de la Sociedad de la Información cita a G. Canguilheim: “La norma es la que fija lo normal a partir de una decisión normativa (…) Se comienza por las normas gramaticales para terminar por las normas morfológicas de los hombres y de los caballos a los fines de defensa nacional, pasando por las normas industriales e higiénicas. La definición de normas industriales supone una unidad de plan, de dirección, de trabajo, de destino del material construido (3)”.

Del burgués y normalizador Sarmiento al Juan Carlos Tedesco donde “estaríamos ante una circunstancia histórica inédita, donde las capacidades para el desempeño en el proceso productivo, serían las mismas que se requieren para el papel de ciudadano y para el desarrollo personal (4)”.

María de Pauli en su apunte Reforma educativa ¿ilusiones o razones? señala:  “Precisamente como expresión de esta celebrada alianza entre el mercado y la educación apareció en la escena pedagógica el binomio conjugado “calidad y equidad” y adquirieron, bajo su tutela, un singular sentido los contenidos del Área Formación ética y ciudadana (4)”.

Más claro: hay que formar jóvenes “competentes, flexibles y diestros en las nuevas tecnologías” (para la obediencia empresarial) y revestidos de una “ética ciudadana”.

María de Pauli es polémica: “El término “calidad (educativa)” fue trasladado casi sin mediaciones del mundo de las mercancías al campo pedagógico… y… se trata de una ponderación de las acciones y sus productos, como medios adecuados para causar determinados fines (4)”.

Más claro: la “calidad educativa” son las habilidades que los alumnos aprenden y las corporaciones demandan y aplauden.


El investigador Andrés Brenner es oportuno: “En el año 1993 se sanciona la Ley Federal de Educación, hay un artículo clave, el número 2, que establece que la función del Estado en materia de política educativa es la de establecer los lineamientos de la calidad educativa y controlar su efectivo cumplimiento (…) El Estado escribe y controla, nada más. ¿Y qué escribe?, que los alumnos deben lograr competencias educativas. La palabra competencia es antigua en la lengua española; pero ¿de dónde se origina esta expresión? En el año 1991, el Departamento de Trabajo de los EE.UU. presenta un estudio en donde se muestran las competencias que requieren las empresas de alto rendimiento y desde ese modelo aparecen las competencias educativas. En la Argentina son promocionadas por intelectuales aparentemente progresistas, muy leídos en las instituciones de formación docente. Esa idea del artículo 2 (LEF) también aparece en la Ley de Educación Nacional (5)”.

La Agencia Periodística del MERCOSUR (APM) en mayo de 2008 subrayó: “El poder blando de Estados Unidos: siete de cada diez conceptos teóricos son producidos por el país del norte (6)”. Y acierta…

De Braslavsky a Skliar, FLACSO y UNESCO mediante, hay que ser competentes.

Me pregunto qué comprenderán CTERA Y AMSAFE (Asociación de Magisterio de Santa Fe) por “calidad y equidad educativa”.

Me pregunto qué “educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/las habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de los organizaciones sociales y las familias (Artículo 4 de la Ley de Educación Nacional 26.206)”… recibirán los dos millones de adultos y pibes que sobreviven hacinados y empobrecidos en los asentamientos precarios del Gran Buenos Aires (7).

Mientras tanto, según la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la inflación de precios en los tres primeros meses del año elevó a 1.835.5 pesos el ingreso mínimo mensual para que una familia tipo no recaiga en la pobreza (8). Pesos de diferencia: es lo que acordó CTERA con el gobierno K como salario inicial docente para el 2010.

María Beatriz Jouve es original en sus Crónicas de una maestra: “A la semana de recién llegadas, una jornada del Ministerio nos estaba esperando. El debate de la nueva ley (26.206) era el único punto del temario (…) La educación de calidad sería la base de una sociedad más justa, y para eso había que volver al primario y al secundario. Lo raro era ver los nombres de los que habían escrito la otra, esta vez diciendo lo contrario (…) Una escuela inclusiva, era el sueño desde hacia tantos años. Ahí estábamos de acuerdo. ¿Pero qué hacíamos para lograrlo? Recomponer la trama, sonaba lindo… pero ¿cómo hacerlo si los padres seguían sin trabajo, si los pibes deambulaban por las esquinas, si los mayores, esos que conservaban el empleo, estaban ausentes por el incremento de las horas de trabajo…? (9)”.

En definitiva, si de Rodolfo Walsh aprendí el oficio de revisar archivos e intentar desvelar las mentiras deliberadas; del maestro Arancibia algunos únicamente se acuerdan los 24 de marzo.

Pero dígame – en efecto- si Arancibia no es aleccionador en estos tiempos con sus definiciones de 1972: “Lo que el Ministerio de Educación llama “Reforma Educativa”, es acentuar los privilegios de clase, y hacer de la educación un monopolio de las clases pudientes, por medio del afianzamiento de las empresas privadas dedicadas a la explotación de la educación (10)”.

Dígame si no es cierto que las escuelas del Bicentenario son esencialmente paredes y techos contenedores de pibes…

¡Por una educación distinta hay seguir luchando, puños apretados!


NOTAS:

1)  Citado en prólogo de Cine y educación. Editorial Ciudad Gótica. Abril 2008.

2)  Caso Satanowsky. Rodolfo Walsh. Ediciones de la flor. Quinta edición. 2004.

3)  Historia de la sociedad de la información. Armand Mattelart. Paidos comunicación. Junio 2002.

4)  Citado en Reformas Educativas… ¿ilusiones o razones? María de Pauli. Amsafe Rosario.

5)  Continuó en Uruguay (Seccional de Agmer) el debate educativo con la participación del pedagogo Miguel Andrés Brenner. Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). 16/10/09

6)  Artículo de Diego Hernán Córdoba.

7)  El aumento de la pobreza. Viven más de dos millones en las villas bonaerenses. Corresponsal en La Plata. La Nación. 05/04/2010.

8)  Los alimentos acumulan una suba de 15,3 % en tres meses. Según FIEL, en marzo la canasta básica registró un alza de 5,8 %. La Nación. 09/04/2010

9)  ¿Se nace o se hace? Crónicas de una maestra. María Beatriz Jouve. Editorial Ciudad Gótica. Julio 2009.

10) La oruga sobre el pizarrón. Francisco Isaura Arancibia, Maestro. Eduardo Rosenzvaig. Ediciones del Pensamiento Nacional. 1993.

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