La pedagogía K… Por Andrés Sarlengo (Contrapuntos) Este breve apunte es un resumen de otros. Parte de un artículo de la prensa comercial que insta aún más...

La pedagogía K…

Andres Sarlengo 4

Por Andrés Sarlengo (Contrapuntos)

Este breve apunte es un resumen de otros. Parte de un artículo de la prensa comercial que insta aún más a convertir las escuelas en galpones (por un lado) y en fabricantes de sujetos obedientes al mercado (por otro). Al final, también proponemos que otra escuela es posible, pero claro y esencialmente, fuera de la plutocracia.

“Y tampoco podemos analizar la educación en su integralidad por fuera del modo de producción, por fuera del capitalismo”  César Baudino, agosto de 2010.

Artículo burgués

El diario La Nación fue contundente con uno de sus titulares del domingo 16 de junio: “Escuelas técnicas, más cerca de las empresas, pero aún insuficientes (1)”.

“La demanda de profesionales técnicos sigue vigente, y según los empresarios, tiene una oferta insuficiente (1)”, señala uno de los voceros mediáticos de la plutocracia.

Para La Nación y el gran capital parece que todo pasa por la oferta y la demanda. Y entre los K y sus opositores no hay mucha diferencia. Bien valen como ejemplos los pedagogos que cita el diario que nos lego Mitre. “Tenemos todavía chicos que egresan de la secundaria sin las competencias que requiere el mercado”, sostiene Gustavo Iaies del Centro de Estudios de Políticas Públicas (1).

El trasfondo de esta perspectiva que vincula empresa-escuela de tan funesto modo lo explica científicamente Heinz Dieterich: “La estructura de producción y realización mundial del capital determina la estructura ocupacional mundial, la que a su vez condiciona la estructura del sistema educativo mundial, del cual los sistemas educativos nacionales son funciones o subsistemas dependientes (2)”.

Antonio Gramsci nos da su lectura política: “Ciertamente, para los industriales mezquinamente burgueses puede ser más útil disponer de obreros-máquinas en vez de obreros-hombres (3)”.

Queda claro -así- qué técnicos profesionales y competencias requieren desde la plutocracia.

Breve e introductorio

Heber Reinoso en las conclusiones de su trabajo “Educación popular en la década de 1930: la educación técnico-profesional desde las clases populares” subraya “hemos tratado de demostrar cómo la ETP (Educación Técnico Profesional) no fue una política original del Estado. Sin duda porque el proyecto de país que se pensó en un primer momento no la contemplaba desde el vamos. La crisis hegemónica que se produce a lo largo de la década de 1930, abre la discusión sobre la institucionalización o no de ésta. Pero podemos afirmar, habiéndolo planteado y demostrado, que los espacios que fueron precursores en este tipo de oferta no se gestaron de la mano del Estado, ni mucho menos de la clase dominante productora de hegemonía cultural, sino todo lo contrario, ellos debieron terminar cediendo ante las necesidades de una masa poblacional que, gracias a sus organizaciones y conciencia, fue ocupando espacios y revirtiendo la situación (3)”.

Al fin y al cabo la plutocracia aprendió a acomodarse…

La educación multinacional

Después del Consenso de Washington (1989), los Objetivos del Milenio y la EPT (Educación para Todos) una nueva reunión en 1993 de los Ministros de Educación sesiona en Quito bajo los contenidos del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe (PROMEDLAC IV)- ONU. Para los funcionarios “modernizantes” el principal obstáculo a superar es el “agotamiento de las posibilidades de los estilos tradicionales de la enseñanza”.

Heinz Dieterich precisa lo que emergió de ese encuentro: “La razón de ser del nuevo modelo educativo se deriva de cuatro cambios “recientes en la región (que) han elevado el rol de la educación como un factor clave del crecimiento y del desarrollo… (I) los cambios en los modelos económicos convierten la equidad y la educación en factores determinantes de éxito de la producción y la competitividad internacional; esto genera un nuevo énfasis en la necesidad de invertir en conocimientos (educación, capacitación, ciencia y tecnología); (II) la “gradual estabilización de la situación económica y la democratización política” que facilita realizar transformaciones educativas y tiende a generar “un mayor financiamiento y descentralización de la gestión de la educación”; (III) la mayor interacción internacional que “provoca la apertura de mercados que lleva a diversificar y especializar la producción y a crear empresas en nuevas localidades a fin de competir con ventaja en otros mercados internacionales; esto implica aceptar lo diverso y favorecer la educación bilingüe e intercultural…”; (IV) “los procesos de integración regional y la internalización de los sistemas de comunicación (2)”.

Lo que vino y está… lo escribieron y aprobaron los funcionarios de la plutocracia.

Exportado desde Alemania

“Quizás esto no sea casualidad, ya que el modelo alemán de educación en la secundaria, orientada a la capacitación para los principales procesos productivos, marcó su impronta en todo el mundo”, escribió Paula Urien para La Nación (1).

Será por eso entonces que el ministro Carlos Burundarena toma y aplica esos “modelos” en la última dictadura cívico militar.

En la ponencia “De la Operación Cóndor a la Promoción Asistida” escribí: “Burundarena introduce la informática como orientación de los ciclos superiores de algunos establecimientos y propuso el PROYECTO SISTEMA DUAL: ESCUELA EMPRESA, inspirado en una experiencia alemana. Su diagnóstico era: “Fuerte desfasaje entre los avances científicos-tecnológicos incorporados al trabajo por empresas y las prácticas circulantes al interior del sistema educativo”.

El SISTEMA DUAL abarca dos trazos: a)   Formación teórica: en la escuela. b) Capacitación: a cargo de las empresas. El título obtenido por los estudiantes era “Auxiliar Técnico en un oficio elegido”.

Los objetivos de la Escuela-Empresa “procesista” se parecen demasiado a los de la Ley de ETP  26.058: “Formar individuos responsables, activos, aptos para la movilidad, bien preparados  para hacer frente a un mundo en constante y rápida evolución”.

Paula Guitelman en “La infancia en dictadura” es categórica: “Pero que la novedad radicaba en que el concepto de “trabajo” era reducido a “empleo” y en que en las prácticas educativas, en definitiva, constituían “un elemento más del mejoramiento tecnológico necesario de las empresas para aumentar la extracción de plusvalor relativo”. Lo paradójico del sistema, sin embargo, radicaba en que era paralelo a una política económico antiindustrial (que incluía la apertura de los mercados, el fomento de las importaciones, la progresiva eliminación de mecanismos de protección de la producción local, una pauta cambiaria desfavorable, etc.) El resultado así era una formación que propiciaba el conseguir un puesto laboral, cuando las políticas económicas estaban haciendo desaparecer esos puestos (4)”.

Todo sea “para educar y vivir en la era técnica (4)”…

La empresa - escuela K

El ADN de la educación “kirchnerista” es capitalista… No hay duda posible.

Otra vez el archivo, pieza clave de un periodista que se precie de serio y comprometido.

Repetimos: “Daniel Filmus fue siempre claro: “Estamos trabajando con grupos empresariales en distintas líneas en educación básica, superior, en la escuela técnica y en ciencia y tecnología (5)”.

En el 2004 en una asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el ex Ministro de Educación de la Nación sintetizó su pedagogía: “Me estoy entrevistando con una cantidad de empresarios increíble que piden discutir el tema educativo porque es uno de los cuellos de botellas más importantes para que la economía argentina siga creciendo al nivel que está (5)”.

Vale insistir. Filmus otra vez: “Con el grupo Techint, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) estamos trabajando para encontrar núcleos de escuelas técnicas, a las que podamos actualizar tecnológicamente y con las que articulemos pasantías en las fábricas. Nuestro proyecto es que, fuera del horario de clase, las escuelas se conviertan en centros de formación profesional para los que quedaron marginados del sistema educativo (5)”.

En el artículo La deshonra educativa afirmamos: “Pero nada debe sorprendernos. El jueves 30 de setiembre de 2004 La Nación tituló: “Educación y AEA (Asociación Empresaria Argentina) firmaron un convenio. Impulsarán la vinculación de las escuelas con las empresas”. En ese entonces el Presidente Néstor Kirchner anunciaba que enviaría al Congreso Nacional un proyecto de Educación Técnica.  Kirchner sostuvo: “Volver a valorar con mucha fuerza la formación técnica de nuestros jóvenes”. Y “Aceitera General Deheza, Acindar, Arcor, Aguas Argentinas-Aguas Córdoba, Bayer, Bridgestone-Firestone, Cencosud, Cervecería y Maltería Quilmes, Coto, Daimler-Chrysler, Dow Química, Edenor, Gas Natural Ban, Grupo Clarín, Grupo Roggio, Fiat, Bagó, LA NACION, Loma Negra, IBM, IRSA, Mastellone, Movicom, Molinos, Quickfood, Petrobras, Praxair de Argentina, Repsol YPF, Roemmers, Techint, Telefónica, Telecom, TN & Platex, Unilever y Volkswagen” le dijeron sí ”.

No habría nada más que agregar… Es el gobierno de la educación “transburguesa”. Súmele  el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 1374/2011 sobre el Régimen General de Pasantías del Nivel de Educaciòn Secundaria y la obsecuencia de gobernadores, sindicalistas docentes y todos los dícese partidos opositores y listo… Es el ADN de la Educación Para Todos, las Metas Educativas 2021 y el Modelo 1 a 1. Es la pedagogía de la soja, el fracking, la megaminería, los O Kms, los celulares, de Tinelli, de Lanata pese a sus denuncias, de los asesinatos contra la resistencia popular.

El amparo y la traducción

Inés Rosbaco viene bien en estos tiempos de mediocridad inducida: “El amparo,  en tanto “manto de la cultura” (Yago, F., 2003), es simbólico y, es por esto  que solamente un sujeto perteneciente a un orden socio- cultural posee las condiciones de humanización para gestar otro sujeto que reproduzca sus enunciados; ya habrá tiempo de cambiarlos por otros, si así eligiera hacerlo  cuando crezca (…) Cuando se despoja de estos contenidos simbólicos, el impacto que esto tiene en el psiquismo de los niños/ adolescentes es el de profundizar los  procesos de desubjetivación y desimbolización. Para pensarlo en las propuestas actuales de las políticas educativas (…) las políticas educativas alientan el cuidado/ protección de los niños marginados en la Escuela, trastocando en sus propuestas y exigencias  la función más importante que ésta posee: la función de amparo (6)”.

Se trata de “amparar” y de “traducir” las necesidades de los estudiantes del pueblo por fuera de la lógica escuela-empresa-ganancias-consumismo. Hay que enfrentar la “represión excedente” (física, material y simbólica) generando y organizando deseos de vida colectivos, politizando y batallando por una didáctica y una pedagogía en contra de la plutocracia.

Qué es ser crítico se preguntaba Michel Apple… Y respondía: es “descubrir las relaciones de poder que existen en la sociedad donde vivimos”.

Y a ser críticos no se aprende desde las netbooKs (7) que confunde maliciosamente inclusión con consumismo, amparo con contención y la escuela con una empresa.

O democracia o capitalismo. Es el ADN lo que hay que cambiar.

Notas:

1) Paula Urien. La Nación.

2) La sociedad global. Educación, Mercado y Democracia. Noam Chomsky-Heinz Dieterich. Contrapuntos. 1995.

3) Citado en Conflictos pedagógicos, lucha y organización de los docentes en Argentina 1881-1973. Martín Acri Compilador. Barco ediciones 2012.

4) Prometeo libros. 2006.

5) La falta de capacitación “es un cuello de botella”. La Nación. Miércoles 31 de marzo de 2004.

6) Contra viento y marea: prácticas docentes con niños marginados. Inés Rosbaco. 2013.

7) Como dice Héctor Schmucler: “La crítica no apunta a la materialidad maquínica sino a la concepción de vida y del vivir a la que ésta sirve”.

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