El pasado 3 del corriente la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena dictada por el Tribunal Oral Federal Nº 3 (TOF) contra los compañeros Fernando Esteche y Raúl "Boli" Lescano, por el escrache realizado en 2007 contra un local de Jorge Sobisch tras el asesinato en Neuquén del maestro Carlos Fuentealba.
En un marco amplio de solidaridad, Esteche esperó la detención en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, mientras que Lescano era sometido a una intervención quirúrgica y se espera la obtención del arresto domiciliario debido a su estado de salud.
Luego de un camino que se inició en 2007, con el largo y pesado hostigamiento, dilaciones, agresiones y presiones por parte de la corporación justicia y de sectores oscuros de la política, los jueces del TOF 3 hicieron efectiva la prisión de los compañeros, dirigentes del MPR Quebracho.
Cabe destacar que el docente platense ni siquiera estuvo en el escrache, pero recibió una condena de 3 años y 8 meses por ser dirigente de esa organización; es decir, lo acusaron por autoría ideológica, por responsabilidad política, mientras que el "Boli" Lescano fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión, por haber estado en el escrache y sólo por los vidrios rotos de un local vacío, mientras que otras muertes como las del Puente de Corrientes, del Puente Pueyrredón, del 19 y 20 de diciembre, y tantas y tantas otras permanecen impunes.
Tan impunes como el mismo Sobisch, aquel que ordenó el fusilamiento a los docentes en la trágica Neuquén.
El pasado martes, las y los integrantes de Quebracho marcharon por el Día Internacional de los Derechos Humanos para solicitar el indulto presidencial de ambos dirigentes.
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