Un aporte al balance de la lucha, por Ademys.     Ademys informa Un aporte al balance de la lucha Como ya informáramos por este medio el miércoles 3 de marzo realizamos en nuestra sede s...

Un aporte al balance de la lucha, por Ademys.

 


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Ademys informa


Un aporte al balance de la lucha


Como ya informáramos por este medio el miércoles 3 de marzo realizamos en nuestra sede sindical una asamblea para evaluar la medida de fuerza decretada por Ademys y ver cuales serían los próximos pasos a seguir.

Todos los presentes coincidimos en el masivo rechazo expresado en las escuelas hacia el mísero aumento recibido y la bronca de los docentes hacia las direcciones sindicales que firmaron el acta acuerdo. En sus intervenciones los compañeros expresaron las enormes dificultades que existieron para lograr la adhesión al paro. Las presiones de algunos supervisores y directivos para que los docentes no paren; la información confusa que al unísono brindaron Gobierno y sindicatos firmantes del acuerdo; el bloqueo informativo al que nos vimos sometidos por parte de las empresas periodísticas; las dificultades para llegar a todas las escuelas; el recuerdo de los descuentos del año pasado; las preocupaciones expresadas por padres y algunos docentes al plantearse un paro el primer día de clase; las fechas de examen en media; que solo Ademys convoque a la medida de fuerza; entre las más importantes.

Con esta dificultosa coyuntura como telón de fondo, el nivel de adhesión al paro de 48 horas fue muy bajo. Si con la medida de fuerza hemos avanzado o retrocedido, está todavía sujeto a un debate aún no definible por el escaso tiempo transcurrido. En la asamblea se expresaron algunas opiniones que podríamos sintetizar en dos posturas: para unos si bien el paro tuvo un carácter testimonial era ineludible su convocatoria para sostener una autoridad moral y de coherencia; en este sentido y, dada la coyuntura descrita más arriba, no importó tanto el nivel de acatamiento, y el sindicato salió fortalecido al convocarlo. Para otros esto es un signo de debilidad, habría que haber suspendido la acción, ir hacia una campaña de esclarecimiento y una nueva asamblea donde impulsar la medida de fuerza en otra fecha.

Así como la convocatoria a este paro recorrió diferentes niveles de decisión: Consejo Directivo, Asamblea de afiliados y Asamblea abierta con mandatos de escuela, estamos convencidos que la superación de  las limitaciones en la convocatoria al paro y otras medidas de acción deberán transitar y profundizar estos espacios  de participación. En todo caso deberemos reflexionar sobre los mejores criterios de representación: numero de mandatos, representación individual o por mandato etc., rol del sindicato y su relación con el movimiento docente, etc.

De lo que estamos seguros es que hoy los docentes se preguntan no por qué se paró sino por qué no pararon el resto de los sindicatos y por qué firmaron el Acta.

¿Qué es lo que se firmó?

No sólo un pobre aumento, sino un mazazo a las condiciones laborales docentes. Comparemos tan solo el 10 % hasta julio con el 26% de aumento de la carne y el 17% de las verduras tan solo en enero. Pero además se consolida la política de achicamiento a través del cierre de grados en primaria (los 82 salvados transitoriamente con la lucha docente están bajo amenaza y hay casi 300 en lista de espera) y de cursos en media. Se consolidó la baja presupuestaria en infraestructura y el aumento al subsidio de la educación privada. Se incorporó una nueva “figura” en las actas: los artículos “fantasma” o acuerdos de “palabra” (con los $50 en negro).

En definitiva el acta firmada entre el Gobierno y los 16 sindicatos es mucho más que un acuerdo, es una claudicación que, en un momento de debilidad de Macri (conflicto docente, de salud, espionaje, inundaciones), y que como contrapartida nos daba la posibilidad de pelear en mejores condiciones para frenar el vaciamiento de la Escuela Pública, para mejorar nuestras condiciones laborales.

Desde Ademys nos preocupa que se quiebre la unidad sindical en tanto y en cuanto esta pueda dividir a la base docente. Por eso nos comprometemos a bregar por esa unidad pero en base a más democracia e independencia. Una unidad para la lucha y no para hacer componendas con algún partido político o para garantizarle “gobernabilidad” a Macri.


 


Ademys
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