Por Carlos Del Frade
(APe).- “Uno de los dos hombres que fueron hallados muertos y quemados dentro de un auto en las inmediaciones del basural de la ciudad de Frontera pertenecía al mundo del hampa, según se desprende de información difundida por el fiscal que investiga el caso, Carlos Vottero…Las víctimas fueron identificadas por fuentes del Ministerio de Seguridad como Germán Exequiel Lozada, de 34 años, y Martín “Pitín” Chamorro, de 38, ambos oriundos de Santo Tomé (Santa Fe) y radicados desde hace algunos meses en Frontera, localidad del departamento Castellanos (Santa Fe), separada por una calle de la ciudad cordobesa de San Francisco. La hipótesis preliminar de la investigación vincula a las víctimas como posibles eslabones de una organización de tráfico de drogas que funciona en el territorio comprendido entre los límites de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero. Su liderazgo se atribuye a Héctor Gallardo, alias “Patrón”, detenido en una cárcel cordobesa desde 2013”, sostenían los diarios de la provincia de Santa Fe el jueves 22 de enero de 2015.
Asesinados y carbonizados en el límite exacto entre Córdoba y Santa Fe.
Y un nombre pesado, con historia, Héctor “Patrón” Gallardo.
En la resolución del juez federal cordobés, Ricardo Bustos Fierro, del 10 de septiembre de 2014, se puede leer que “con fecha no determinada con exactitud, pero con anterioridad al día 19 de diciembre de 2013, fecha en la que se produce la detención del imputado Héctor Argentino Gallardo (quien se hacía llamar “Pa”, “Jefe”, “señor”, “mandamás”) en el ámbito de la organización que el nombrado habría montado conjuntamente con el financiamiento de la misma con el fin de transportar estupefaciente, cocaína y marihuana, siendo el centro de sus operaciones presumiblemente, el lugar de su residencia sito en calle 56 N° 244 de la localidad de Frontera, provincia de Santa Fe. Que la actividad de transporte aludida provenía desde Salta y Misiones (Norte y Noreste de nuestro país, respectivamente) con destino a distintas provincias con el objeto de comercializarlas, entre ellas, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero y Mendoza así como a la República de Chile.
El prevenido Héctor Argentino Gallardo, en su calidad de organizador se habría valido de numerosas personas para el transporte de los estupefacientes y su posterior distribución y comercialización, proveyendo los recursos económicos y materiales para sostener la estructura logística de tal organización”, apunta la decisión judicial.
También la resolución apunta a otro socio santafesino apodado “Darío” o “Kako”, “quien habría trasladado vehículos de Gallardo desde la provincia de Santa Fe hasta Misiones, posiblemente para abonar con los mismos marihuana, y luego de transportarla desde dicha provincia hasta la localidad de Frontera oculta en vehículos que habrían sido acondicionados o provistos por “Víctor o Chino”. En un momento determinado, Gallardo le ordena a otro imputado, Cristian Vera, “para que en la provincia de Misiones matara” al ya mencionado “Darío o “Kako”.
Lo cierto es que Gallardo terminó preso bajo las figuras penales de “Organización y Financiamiento del Transporte y Comercialización de Estupefacientes” en carácter de autor; “Homicidio Calificado en grado de tentativa” en carácter de determinador y “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” en carácter de partícipe necesario, todo ello en concurso material.
La banda de Gallardo no es nueva. Se fue desarrollando en los últimos veinte años. ¿Semejante crecimiento de los negocios ilegales podrían haber sido desconocidos por las autoridades judiciales, policiales y políticas de la región?.
Según el periodista Miguel Peiretti, director del portal “Regionalísimo”, la triple frontera de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero “es una zona liberada para la ruta verde de la marihuana y la blanca de la cocaína desde hace muchos años. De acuerdo a nuestras fuentes el narcotráfico comenzó en los años ochenta como continuidad del negocio del contrabando desde las ciudades de Frontera (Santa Fe), Freyire y Morteros (Córdoba) y otras ciudades de Santiago del Estero. Todas ellas rodeando la Laguna de Mar Chiquita.
-¿Hay relación entre trata de personas y narcotráfico en esta zona de la triple frontera? – preguntó este cronista.
-Sí, así se comprobó en una reciente investigación localizada en Morteros donde una banda vinculada a la trata y explotación de mujeres se relacionaba con el narcotráfico. Eran mujeres que desde Morteros iban a parar a Selva, provincia de Santiago del Estero y luego hasta Santa Fe capital. Por esta causa hubo sentencias de hasta diez años de prisión.
-¿Qué rol cumple en ese sentido la ciudad de Frontera que forma parte de la provincia de Santa Fe?.
-Es una de las principales ciudades en estas cuestiones ya que llegó a aparecer en la causa por la desaparición de Marita Verón. Una de las más grandes bandas es de allí, la llamada familia Gallardo, con contactos en las provincias de Misiones, Salta y negocios con marihuana hacia Chile y cocaína a España desde la ciudad de Morteros – completó Peiretti.
Bandas como las de Gallardo demuestran conexiones interprovinciales y construcciones de impunidad que llevan años y que suponen la participación de nichos corruptos en las fuerzas de seguridad, los sistemas judiciales y las autoridades políticas, nacionales y provinciales. La triple frontera interna sigue invicta porque siguen invictos sus negocios paraestatales.
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