Patria y Vida Por Vicente Feliú 30 de diciembre de 2014, y se encaraman sucesos en mi memoria. Algunos los conversó Silvio en su entrada de Segunda Cit...

Patria y Vida

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Vicente Feliú

Por Vicente Feliú

30 de diciembre de 2014, y se encaraman sucesos en mi memoria. Algunos los conversó Silvio en su entrada de Segunda Cita que puse aquí, incluyendo al Santi. No quiero insistir en ese tema, por lo que voy en otra dirección aunque en el mismo sentido.

Hoy es el cumpleaños de una de nuestras grandes querencias: Haydeé Santamaría Cuadrado, Yeyé, la Heroína del Moncada, la hermana de Abel, y también de Aldo, de Aida y de Adita. La mamá de Abel y de Celia Hart Santamaría, (Celita para mí, tan recordada especialmente estos días en que están Los Cinco en Cuba). Yeyé, la que habló tan entrañablemente del Che y leímos en la revista CASA (de las Américas) cuando el argentino entró en la inmortalidad. Y me acuerdo que el Che, entre las primeras cosas que hizo en el Ministerio de Industrias, fue informatizarlo (en aquellos tiempos, con aquellos recursos, con aquellas computadoras que requerían edificios) Casi nadie se acuerda, porque está demasiado lejos aquello, y demasiado adelantado estaba el Che. Fue el Pionero Mayor, incluso antes que Fidel.

Ahora llegó el momento real, para nada virtual, de medirnos frente al imperio. Sin bloqueo (que aunque patalee, le quedan dos afeitadas). Con lo que tenemos y podemos. Estaremos como los adolescentes frente a la vida. Lo que nos sembraron hasta aquí, son las herramientas y las armas. Si las aprendimos, bien. Si no, nos jodemos. Entramos en juego de grandes ligas.

Y luego de esta reflexión y de memorias, también recuerdo que René González, el Héroe ése que cualquiera ve por la calle (como los otros cuatro, solo que fue el primero que llegó después de cumplir y sobrecumplir su condena cruel), sin mucha consulta, a pecho claro convocó a las cintas amarillas, y este pueblo todo, los revolucionarios, los no tanto y hasta los que les importa poco la política, salieron con sus cintas o lo que tenían de ese color. También recuerdo que a menos de 48 horas de la llegada de Fernando González luego de su condena íntegra, la convocatoria de encuentro fue con decenas de miles en la histórica Escalinata de la Universidad de La Habana, la misma por la que bajaron miles de universitarios con Martí en la frente durante todos los años de la pseudorepública. Y solamente un Héroe convoca a tantos en tan poco tiempo.

Voy a recordar más, todavía.

El sempiterno gobierno USA -el mismo desde 1815- a través de USAID buscó el cuento del Zunzuneo para vía twitter movilizar a los jóvenes cubanos a que se manifestaran contra el gobierno (realmente, contra la Revolución). Como de costumbre no lo lograron. Intentaron a través de los artistas, y tampoco.

Una de las cosas más hermosas de estos días finales del 2014, y que le comentaba hoy a una amiga que vivió el 17 de diciembre en otra parte (justamente, en Miami), es que cuando Raúl dijo que Los Cinco estaban en Cuba, no hizo falta ni Partido, ni Juventud, ni CDR, ni dios ni hijo de dios, NADA, que convocara a los jóvenes universitarios, preuniversitarios, secundarios y hasta primarios que se levantaran para salir a la calle. Y que a través de twitter, Facebook y celulares, se convocaran, por ellos mismos, a la Calle G y 23, no recuerdo a qué hora, guitarras en mano y hasta rones. (Me llevó a recordar un Día de las Madres cuando luchábamos por el regreso de Elián, en el que se pidió DE FAVOR, que sólo acudieran las mujeres movilizadas. ¿En qué país se limita una movilización popular?)

Y vuelvo a la reflexión de arriba: “Lo que nos sembraron hasta aquí, son las herramientas y las armas. Si las aprendimos, bien. Si no, nos jodemos. Entramos en juego de grandes ligas.”

Este pueblo, aún cuando no entienda bien por qué, sabe sus raíces. No solo las aborígenes, africanas, españolas y chinas, sino todas las que incorporó de las mescolanzas ideológicas de Europa y América, de todas las épocas. Y si hay algo que caracteriza a todos los verdaderos cubanos, donde quiera que estén y en el bando que militen, es el respeto al coraje y al honor, aunque sean conceptos que para algunos no tengan significado porque no tienen ni idea.

Por eso, esta reflexión viaja por Yeyé, el Che, Los Cinco, Fidel, la Revolución Cubana… Y tengo una tremenda fe (fé, con acento en la siembra) de que, a los jóvenes que les toca ahora el país, sabrán, mejor que nosotros y los históricos, estar a la altura de nuestra historia.

Patria y Vida.

(Gracias, Alfredo Guevara)

Fuente: Facebook del trovador Vicente Feliú.

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