No nos fuimos de vacaciones. Muchas y muchos, tal vez, pensaron que habíamos decidido sumarnos a la horda burguesa que invade la costa bonaerense y otros lugares turísticos de nuestro país. Pero ello está lejos de la realidad. Más cerca está la guerra cibernética. Donde las batallas se libran día a día y se puede ganar o perder.
Nos tocó en suerte un virus que todavía no sabemos como entró. O mejor dicho, intuímos de la mano de quien pudo haber entrado. Pudo detenernos por unos días. Afortunadamente y sin mayores consecuencias. A esta clase de bichos les dicen indetectables y vaya si así fue.
Al igual que el Che, volvemos con las energías renovadas para seguir con nuestro compromiso iniciado hace 10 años. El mundo y la Argentina ha girado mucho en este tiempo. Todo cambia. A la velocidad de la luz y casi sin dejarnos un respiro.
Pero otra batalla comienza. Nadie está exento de estas travesuras que complican la existencia del periodismo alternativo y comprometido. Sin embargo, las fuerzas están intactas para seguir en la trinchera para continuar la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Y tuvimos apariciones esporádicas hasta que comprobamos que podíamos comprometer la vida virtual de muchas y muchos. Por eso paramos la máquina. Y buscamos la solución para continuar esta dura y hermosa tarea de informar aunque ello no fue fácil. Con las y los compañeros no se jode. Esa fue la premisa que nos pusimos a la hora de tomar decisiones acerca de nuestra actividad en estos días.
Y hoy volvemos como ese Che con su radio. Con la misma rebeldía y el puño izquierdo levantado para enfrentar nuevos desafíos.
Gracias por el aguante. No iba a pasar mucho tiempo más. Solamente el necesario para asegurarnos de continuar nuestro trabajo sin causar inconvenientes a las y los compañeros.
No somos religiosos pero ¡ quién sabe ! si Nuestra Señora de las Barricadas ha hecho un mágico pase para que volvamos a la web. Porque Gacetillas Argentinas fue, es y será una de las barricadas de la resistencia al capitalismo y al imperialismo. Y aunque a muchas y muchos les duela sigue vivita y coleando, al igual que la derecha griega que continúa llorando su derrota a manos de Syriza.
Otra batalla comienza. Y eso no es poca cosa....
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