Ante la captura del genocida Wolk. Justicia Ya ! La Plata, mediante un comunicado titulado "Ante la captura del genocida Juan Miguel Wolk, Jefe del Pozo de Bánfield"...

Ante la captura del genocida Wolk.

wolkJusticia Ya ! La Plata, mediante un comunicado titulado "Ante la captura del genocida Juan Miguel Wolk, Jefe del Pozo de Bánfield", informó que el genocida fue “recapturado” en Mar del Plata, la misma ciudad donde estuvo prófugo durante un año, siendo “encontrado” en la casa de su hermano por la Gendarmería Nacional y llevado al Penal de Marcos Paz.

Asimismo, recordaron la complicidad por parte de su familia pues su hija, María Luján Wolk, policía, terminó procesada por el delito de “favorecimiento de la evasión y encubrimiento” de la prisión de su padre, afirmando que "esta escandalosa situación sólo puede ser explicada entendiendo la impunidad y la complicidad de la justicia y de las fuerzas represivas", tras lo cual se preguntaron: "¿A nadie se le ocurrió investigar a la familia? ¿Hacer allanamientos en los domicilios de los parientes? ¿Intervenir los teléfonos? ¿Investigar las relaciones que mantiene con los demás genocidas?".

El genocida recapturado fue Comisario Inspector de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y actuó en todas las divisiones policiales, entre 1976 y 1979, que funcionaron con sede en el edificio del “Pozo de Banfield”, ocupando los cargos de Jefe de la División Delitos contra la Propiedad, Director de la Dirección de Investigaciones y de la la Dirección de Seguridad, Zona Metropolitana, como también fue Subdirector y Jefe de Plana Mayor de la Dirección General de Investigaciones, pasando brevemente por la Unidad Regional de Tigre.

Es considerado responsable por las hechos ocurridos a 292 víctimas; entre las cuales, 116 se encuentran desaparecidas, 137 fueron liberadas, 14 fueron asesinadas y 16 se desconoce su destino y de 9 niños nacidos en cautiverio a lo que debe agregarse los datos incompletos de 60 víctimas y los nombres completos de 24 mujeres que estuvieron embarazadas en el Pozo o parieron allí; una de ellas, la compañera Adriana Calvo fallecida en diciembre del 2010. Cabe destacar que, de esas 24 mujeres, 17 tuvieron a su bebé y todavía 8 continúan desaparecidos.

"Gracias a la impunidad y a los nulos controles por parte de la justicia a las prisiones domiciliarias, un año atrás el genocida Wolk se fugó de su domicilio, donde cumplía arresto en la ciudad de Mar del Plata", afirmó el colectivo de Derechos Humanos platense, lo cual demuestra la impunidad con la cual se mueven los genocidas.

Por otra parte, recordaron que, "desde los organismos de DD. HH., hemos denunciado reiteradas veces que los genocidas no deben estar en prisión domiciliaria sino en cárceles comunes y que la inteligencia debe estar destinada a controlar sus movimientos y no los de los compañeros que luchan contra la impunidad de ayer y de hoy".

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