Se realizó el Seminario "Terrorismo de Estado y Universidad", organizado por el Instituto Espacio para la Memoria. Debate en torno a la Triple A y los inicios del Terrorismo de Estado Jornada de reflexión en la Manzana de las Luces Organizada por el Ins...

Se realizó el Seminario "Terrorismo de Estado y Universidad", organizado por el Instituto Espacio para la Memoria.

Debate en torno a la Triple A y los inicios del Terrorismo de Estado

Jornada de reflexión en la Manzana de las Luces


Organizada por el Instituto Espacio para la Memoria, se llevó a cabo el pasado lunes 5 de octubre en la Manzana de las Luces, un Seminario sobre “Terrorismo de Estado y Universidad”. La actividad que contó con una nutrida presencia de militantes de organismos de DDHH, estudiantes, personalidades de la cultura y la política y público en general sirvió como excusa para discutir las visiones oficiales y oficiosas que intentan arbitrariamente situar en el golpe del 24 de marzo del 76 el inicio del terrorismo de Estado, negando u ocultando la experiencia represiva en tiempos de gobierno “democrático” y la trama de complicidades y acciones desde el poder que derivaron en la dictadura genocida.



Las palabras iniciales estuvieron a cargo de la periodista y escritora Stella Calloni –miembro del Consejo Directivo del IEM- quien como es su costumbre y atento a su especial conocimiento de la política internacional situó la cuestión y la época –comienzo de la experiencia genocida pinochetista- en esos términos explicando la real intervención de la embajada yanqui y otros centros de poder imperial como fuerza de presión y organización a través de las derechas locales de la reacción contra todo intento de propuesta liberadora. En ese sentido, llamó a prestar atención a los sucesos que vive Honduras hoy en día o las siete bases militares norteamericanas en Colombia como situaciones de particular similitud con la Latinoamérica que se vivía previo a la instalación de dictaduras militares en casi todo el continente.

En el comienzo hubo también, un homenaje a la cantante popular Mercedes Sosa, fallecida el día anterior señalándose que ella también había sido víctima de los grupos fascistas de la derecha en tiempos de la Triple A por su compromiso político y social con las luchas populares.

El primero de los paneles tras la apertura, fue coordinado por Taty Almeyda, de Madres de Plaza de Mayo (LF) y en él participaron Valentín Mastrángelo y Fernando Aguinaga, abogado y periodista respectivamente, ambos estudiantes de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora en tiempos de la “Misión Ivanisevich”, etapa en la que a través del ministro de Educación de Isabel Perón se sentaron las bases para la intromisión de los sectores de derecha y el catolicismo ultramontano que irrespetando la autonomía universitaria arrasaron con ámbitos de educación pública, debate y participación estudiantil en la antesala al golpe. Los dos, protagonistas de la toma del rectorado en 1974, comentaron como estudiantes como Hugo Hansen fuera asesinado por los sicarios del matonismo sindical y la burocracia amparados por las políticas educativas y universitarias de entonces.

La ocasión permitió a Taty rendirle homenaje a su hijo Alejandro –militante del PRT-ERP- desaparecido desde diciembre de 1975 “porque existen desaparecidos desde antes del golpe” dijo y dio lugar a las emotivas palabras de Mónica Amoz prima de los Hermanos Juan Ramón “Chilo” y Néstor Omar “Neco” Zaragoza mártires populares de la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay asesinados por las fuerzas represivas del poder.

Los hermanos Zaragoza, militantes de la Fede fueron ambos destacados dirigentes del movimiento estudiantil en La Plata. Chilo fue asesinado por la Triple A en Junio de 1975 y su hermano Neco secuestrado y desaparecido por la dictadura militar dos años después. Mónica contó de las luchas encabezadas por Chilo en la Universidad de La Plata en la que la pelea de los estudiantes logró impedir la modificación de los programas de estudio y el cierre de la Carrera de Bioquímica y la transformación en solo química impulsada por las autoridades universitarias de entonces. Valoró así su experiencia como parte de una generación dispuesta a la lucha y el combate en defensa de los intereses del pueblo y la utopía que reclamó como tan necesaria en estos tiempos.

El cierre del primer panel quedó a cargo del periodista y ex dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) Carlos Petroni, querellante en la causa iniciada por ante el Juzgado de Oyarbide por los crímenes de Triple A quien se refirió a la actual vigencia y “reciclamiento” de personajes vinculados con los crímenes parapoliciales impulsados desde el Estado en los 70. Mencionó entre ellos a Hugo Moyano –titular de la CGT- y su ladero Juan Manuel Palacios, histórico dirigente de la UTA y otros no tan conocidos pero que hicieron carrera política dentro del partido Justicialista desde la salida de la dictadura. Llamó a pensar la etapa previa al golpe y al juego del poder represivo, no como algo del pasado únicamente sino a utilizar el análisis crítico como herramienta para ver el presente.

Precisamente, similar fue el eje que rondó el segundo panel de la tarde en el que coordinados por José Schulman de la LADH, hablaron Inés Izaguirre socióloga e investigadora de la UBA, Pablo Perel, abogado y autor del libro “Universidad y Dictadura”, Edgardo Fernández Stacco, profesor que brindó su testimonio sobre el asesinato del militante comunista David “Watu” Cilleruelo en Bahia Blanca en abril de 1975 y el ex rector de la UNLZ y diputado de la ciudad electo, Julio Raffo.

Izaguirre señaló lo concreto del plan de la derecha de adueñarse a sangre y fuego de la Universidad como espacio de formación y dijo “no es casual que se hable de la “Misión” Ivanisevich, cuando en cualquier otro caso se hablaría de la “gestión” del ministro” para recordar al igual que Fernández Stacco los “exorcismos” protagonizados por los profesores católicos preconciliares para expurgar al “demonio marxista” de las aulas. El docente bahiense la complementó con datos específicos sobre los resultados del accionar de Ivanisevich y sus cómplices, fueran Ottalagano –aquél del “soy nazi y qué?”- o el rumano Remus Tetu en la Universidad Nacional del Sur, quien dejó cesante a cientos de docentes y no docentes pero hizo una “extraordinaria” inversión en personal de “seguridad”, que a la postre resultaría la banda que asesinó impunemente al Watu Cilleruelo en el edificio universitario en Bahía.

A los abogados Perel y Raffo les tocó hablar si se quiere, de la contrapartida: de las luchas populares universitarias que poblaron el proceso abierto a la salida de la dictadura de la autodenominada “revolución argentina” y de los niveles altísimos de participación estudiantil en esos tiempos. “Se trataba de pensar en otro tipo de profesional, al servicio de la liberación” remarcó Perel mientras que Raffo incorporó la influencia de todas las luchas que surcaban el mundo en aquellos años, la influencia de la revolución cubana, el combate contra el imperialismo yanqui que a la postre resultaría victorioso en Vietnam e incluso otros procesos como el que encabezara Allende en Chile. El legislador electo eligió la figura de estudiantes de la UNLZ, como Ramón Lucio “Moncho” Pérez –militante comunista desaparecido durante la dictadura- u otros integrantes del peronismo revolucionario como ejemplos de esa lucha por una universidad que realmente esté al servicio del pueblo y sus intereses.

A la hora de hacer una mesa de análisis sobre la importancia de lo dicho y escuchado, José Schulman como co coordinador de las jornadas, puso de relieve siguiendo a Walter Benjamin “la memoria no es algo congelado o propio del pasado, sino que eso que restalla en el momento de peligro” y advirtió sobre los peligros actuales del accionar de las derechas, del imperialismo yanki y de la necesidad de debatir sobre las causas y consecuencias de la impunidad como herramienta para enfrentar a esta última. María Rosa Gómez del IEM y en idénticas funciones en el seminario siguió esta línea al señalar a la “Misión Ivanisevich” dentro de los planes propios de la “Doctrina de la Seguridad Nacional” hemisférica y el papel jugado por el imperio en la dominación de los pueblos.

Las jornadas concluyeron con una mesa final en la que se refirieron a la etapa analizada la pedagoga Adriana Puiggrós, presidenta de la comisión de educación de la Cámara de Diputados de la Nación  y el sociólogo Lucas Rubinich, director de la carrera de Sociología de la UBA bajo la coordinación de Ana María Careaga, directora del I.E.M.

Liga Argentina por los Derechos del Hombre

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Gentileza Dr. Alfredo Grande.

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