Ademys: Se realizó el Plenario para el análisis del conflicto docente en la Ciudad. El pasado sábado 17 del corriente, con la presencia de más de 100 docentes, se realizó el plenario en el cual se analizó la lucha por la der...

Ademys: Se realizó el Plenario para el análisis del conflicto docente en la Ciudad.

El pasado sábado 17 del corriente, con la presencia de más de 100 docentes, se realizó el plenario en el cual se analizó la lucha por la derogación de las Juntas de Clasificación y de Disciplina.


Partiendo del balance inicial elaborado desde el sindicato y el realizado por diferentes agrupaciones docentes, se concluyó en la valorización de la tarea desarrollada por Ademys, la cual permitió articular el movimiento orientado hacia el rechazo de la norma presentada por el Ejecutivo mediante una práctica asamblearia y la firme voluntad de continuar el plan de lucha, junto a un discurso que vinculó la defensa de las Juntas con la defensa de la Escuela Pública y la construcción social igualitaria, según informaron a través de un comunicado de prensa.


No obstante ello, dicha práctica, afirmaron, permitió erosionar la ofensiva del macrismo, tras su victoria electoral, que tuvo que modificar su proyecto para, luego, vencer en la Legislatura por apenas 3 votos. Asimismo, enfatizaron que la norma sancionada está vinculada con el claro proyecto de la evaluación atada al salario, con la finalidad de disciplinar a las y los docentes de la Ciudad mediante el monopolio en la designación de cargos y la introducción de la competencia entre docentes, con la finalidad de impedir toda acción gremial colectiva.


Sostuvieron que el objetivo estratégico del Gobierno de la Ciudad es profundizar la privatización del sistema educativo y ante ello, según indicaron, se debe dar el debate acerca de los mecanismos de representación para una real y efectiva participación del movimiento docente, como también sobre la necesidad de articular la lucha a nivel nacional y con otros trabajadores de la Ciudad.


En este mismo sentido, concluyeron en la necesidad de encuadrar el conflicto docente a nivel local, teniendo en cuenta su profunda interrelación con las políticas nacionales e internacionales en materia educativa.


¿Por qué no se ganó?


Fue el interrogante que dominó buena parte de las deliberaciones, cuando se analizó la correlación de fuerzas durante el conflicto y donde se concluyó en la confluencia de diversos factores, tales como la victoria abrumadora del macrismo en la segunda vuelta de las elecciones a Jefe de Gobierno; el vencimiento de mandatos de legisladores en la Legislatura porteña, lo cual permitió el ofrecimiento de cargos como en el caso del mismo Abrevaya y el relativo aval del Gobierno Nacional, materializado en las declaraciones contra los paros que realizara el Ministro Sileoni y la mención de la evaluación docente y los días de clase, por parte de la Presidenta de la Nación.
 
Sin embargo, ante estos factores adversos, se debatió sobre la necesidad de la unidad para la acción, por cuanto una de las causas por las cuales no se obtuvo la victoria fue la dispersión de las y los docentes en la lucha. En este sentido, destacaron que el resto de los sindicatos, en mayor o menor grado, no se jugaron teniendo en cuenta lo que estaba en juego, según afirmaron.




Recordaron que algunos, como UDA, CAMYP y AMET, si bien se opusieron al proyecto macrista, pensaron en una salvación a través de la permanencia de alguna Junta en la nueva ley, el cambio de titularización en Media por Clasificación Docente o el nombramiento de algún funcionario propio o cercano. Cabe destacar que los gremios mencionados tienen vínculos históricos con el PRO, tal como hemos señalado en notas anteriores publicadas en este medio.


Por otro lado, la lucha emprendida por UTE estuvo enmarcada en su alineamiento con el Gobierno Nacional, el cual estaba en plena tarea de buscar acuerdos de gobernabilidad con respecto al Presupuesto, tanto Nacional como de la Ciudad y en la búsqueda de evitar conflictos prolongados en un distrito con una amplia repercusión nacional, como la Ciudad de Buenos Aires, junto a las coincidencias parciales de política educativa entre ambos gobiernos.


Según afirmaron, los vínculos con el Estado permiten dictar cursos, otorgar puntaje por antecedentes culturales u obtener comisiones de servicio pero ello quita autonomía a la actividad sindical y la condiciona en forma sustantiva, cuya mejor muestra es la actividad desarrollada por el gremio conducido por Eduardo López.


Lo que viene


Tras el análisis de las causas de la derrota y teniendo en cuenta la lucha que se avecina, se concluyó en la necesidad de fortalecer la capacidad de organización y de respuesta por parte de las y los docentes ante las agresiones del gobierno macrista.


Sostuvieron que dicho fortalecimiento está vinculado con la independencia de la actividad sindical con respecto al Estado, los gobiernos de turno y los partidos políticos.


Finalizaron, invitando al resto de los sindicatos docentes de la Ciudad a un debate público para la construcción de mejores condiciones para la lucha.

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